Capitulo 6

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Narra Mary.


Luego de caminar varias cuadras, logre llegar a la oficina postal, hacía mucho calor allí dentro y había un ambiente agobiante, como si estuvieran todos muertos, recién llegaba y ya me quería ir. Entre al edificio y me dirigí a la ventanilla donde una mujer, más o menos de mi edad con una tés muy blanca y unos ojos celestes y un color de pelo rubio casi blanco que daba mucho miedo, estaba atendiendo y espere mi turno, tenía como unas 20 personas adelante por lo que tuve que esperar aproximadamente una hora y cuarto. Al llegar mi turno, la mujer que atendía me llamó, la salude y ella me pregunto:


- Buen día señorita, ¿Qué se le ofrece?


- Buen día, necesito saber la fecha de emisión y la persona que escribió una carta por favor - Le respondí gentilmente.


Me pidió la carta para ingresar los datos en la computadora, muy amablemente se la di aunque Jason me haya dicho todo lo contrario y fue ahí cuando me respondió:


- El autor de la carta es Jason Carter, tiene 21 años y esta - dijo señalando la carta que tenía en su mano derecha - fue enviada justamente en esta fecha pero hace un año atrás.


- ¿Te dejó algún domicilio o algo donde pueda encontrarlo? Estoy desesperada buscándolo desde hace ya mucho tiempo y sigo sin tener rastros de él - Le dije con vos nerviosa y acelerada.


- No puedo darle esos datos - Me dijo - Son confidenciales y la política de la empresa de correo no me deja darle los datos ya que no sé quién es usted ni que quiere con Jason - y fue ahí cuando perdí todas las esperanzas, baje la cabeza y con una cara de tristeza me dirigí lentamente hacia la salida.


De repente, saliendo del lugar escuche un grito y alguien corriendo hacia mí que me dijo:


- ¡Espera! Yo puedo ayudarte con tu asunto.


Me di media vuelta y allí apareció un señor alto de unos 35 años de tonalidad blanca con canas y con muchos rulos que me sorprendió.


- Sígueme y te ayudare con tu amigo Jason Carter. - sin pensarlo lo seguí, no sabía quién era este hombre pero el deseo que tenía de encontrar a Jason fue más fuerte que saber ese dato.


Entonces lo seguí hasta afuera del edificio y fue allí cuando me dio un papel con un nombre y una dirección anotada, lo leí y decía: "Nicolás Carter - Wellington 1435". Al terminar de leer el papel, subí la cabeza para preguntarle quien era este hombre del papel y el señor ya no estaba más, se había ido. No entiendo como la gente desaparece de un segundo para otro, juro que esto me asusta un poco. Emprendí el regreso a casa, eran las 9 de la noche así que me apure para no llegar tarde, camine unas 40 cuadras que había desde la oficina postal hasta la mansión y al llegar, saque las llaves de mi bolsillo, abrí la puerta, y entre sin mirar ni prestarle atención a lo que me rodeaba, para entonces dirigirme al sillón para pensar sobre quién podía ser este hombre y si era seguro ir sola, en qué locura me estaba metiendo. Cuando me estaba sentando sobre el sillón, nuevamente escuche a mi padre llorar en la cocina, por lo que fui a ver que estaba pasando. Al llegar le pregunte:


- Papá desde anoche que estas raro, estas distinto, ¿Todo está bien? ¿Acaso hay algo que me quieras contar? - pregunté curiosa.


Y él me dijo:


- No puedo ocultártelo mas hija. No está todo bien, hoy tuve que ir a tribunales por la causa de la mucama que ni siquiera recuerdo su nombre, ¿y adivina qué? Tu madre es la jueza de la carta y cómo está en mi contra desde nuestra separación la ayuda sin muchas pistas. Me estoy desesperando, esta casa es mi todo hija y no quiero perderla por nada del mundo - me dijo mientras más lagrimas salían de sus ojos.


Allí fue cuando mi cara se puso pálida, hacía años que no había visto a mi madre ni oír hablar fe ella y la última vez que la vi, recuerdo que se habían peleado con mi padre por un tema que desconozco y no viene al caso ahora. Tarde unos segundos en responder y fue ahí cuando le dije sorprendida:


- ¡¿MAMÁ?! ¡¡¡Hace años no la veo!!! ¿Como esta? ¿Hablaste con ella?


- Está bien por suerte, no hable nada - me dijo con una voz gruesa - Sólo que no hable con ella porque lo único que hicimos fue mirarnos de mala manera mientras ella hablaba animadamente con su clienta la mucama.


- ¿Por qué hiciste eso? ¿No entiendes acaso que de esa mujer te enamoraste y me tuvieron a mí luego? ¿Ya desapareció todo ese amor que se tenían? Es mi madre, ten un poco de respeto al menos y trátala bien aunque sea adelante mío.- le dije enojada- Y con respecto a la causa, ¿Qué sucedió?.


- Nada, no avanzo nada, sigue estancada, solo testificaron algunas personas pero nada en concreto, seguiremos los siguientes días de esta semana aver que fallo da la jueza - me dijo con un tono cortante, como si no quisiera hablarme más de este tema.


Fue por ello que me levante de la mesa, lo mire con una muy mala cara por todo lo que había pasado y subí a mi habitación a descansar sin siquiera cenar del enojo que había dentro mío, no solo con mi padre sino conmigo misma. Llegue a la habitación, cerré la puerta brutalmente, me recosté y sin dar vueltas me dormí, fue un día muy largo y no quería pensar en nada mas, solo quería que el día terminase y que el de mañana sea lo mejor posible.


Realidades CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora