Quedate conmigo

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_________ abrió los ojos lentamente al mismo tiempo que su cuerpo volvía a tener movilidad. La base en donde se encontraba acostada era blanda, así que rápidamente la identifico como una cama.

Los músculos le dolían un poco, pero sabía que era por la sensación de estar inmóvil. Necesitaba moverse. Soltó un gruñido delicado y apartó la sabana que cubría sus piernas. Al hacerlo, la sorpresa hizo que el color de su rostro se desvaneciera. No era posible.

— Oh, estas despierta. — Una voz femenina la obligó a levantar la mirada y, de nuevo, se sorprendió.

La mujer no era muy alta, tenía una cicatriz en su frente pero eso no era lo que se llevo su atención, sino el vientre abultado, además de su belleza. Las hembras mantenían los mismos genes poderosos en apariencia que los hacían lucir irresistibles. Había conocido a las chicas antes, y ella también era muy bella, cada una tenía un atributo que las destaca a entre las demás Paola con sus ojos grandes y cafeses encerrados en un mar de pestañas largas y espesas que si te le quedabas pirando te hechizaban, Naomi con su cuerpo lindo bien formado que llama a la atención de los hombres y más al tener sus piernas largas descubiertas, Luisa con su cabello chino negro con algunas hebras blancas entrelazadas entre las negras causando un lindo efecto de contaste con su tono de piel y Alejandra que con el tono de su piel blanca llamaba la atención de cualquiera. Harry fácilmente pudo haber elegido alguna de ellas, alguna hembra de su manada que tuviera la capacidad de mantenerse a su lado.

De repente, el engranaje suelto dentro de su cabeza se acopló a su memoria, haciendo que todo lo que sucedió volviera con un ligero dolor de cabeza.

— Harry, ¿Dónde está?

Aquella desesperación de verlo, el hueco en su pecho ya no lo sentía más. Sin embargo, el ansia de verlo la golpeó con impaciencia. Él había sufrido más, la necesitaba, debía estar a su lado. Ella lo sabía. Pero de nuevo, el no verlo alrededor, a su lado, hizo que el temor se presentara. ¿Y si Iván había vuelto y lo hirió para vengarse? Dios, eso no podía suceder.

— Tranquilízate — le dijo la loba —, Harry está bien.

— ¿Y donde esta?

La hembra vaciló.

— Es un poco complicado.

Un nudo se apoderó de la garganta de _________  y el pulso se le acelero. Harry no quería al bebe. Recordaba al menos su última conversación antes de perder el conocimiento. Él le dijo sobre el bebe, lo percibió dentro de su vientre, y ahora ya no estaba con ella. ¿Qué otra explicación debía haber?
Ella era una humana y él un licántropo. Estaba prohibido desde el inicio. Probablemente buscaba alguna solución para todo esto, para alejarse de ella. Y ese pensamiento le dolía.

— ¿No quiere verme? — las lagrimas se le juntaron en los ojos.

— ¡Por dios! Jamás te atrevas a lastimarte con esos pensamientos de nuevo — exclamó la chica —. Eres lo más importante para él. Nunca lo vi con ninguna hembra como lo es contigo. El vínculo lo prueba. Él te ama.

— ¿Y porque no está aquí conmigo?

— Lo estaba, pero como te dije, es complicado. Especialmente para él.

— ¿Por qué no es como los demás? ¿Tiene que ver con su linaje puro?

— Si.

Eso podía entenderlo. A decir verdad, podía entenderlo todo. Era solo que sus emociones se dispararon al pensar en lo peor. Así que esto significa estar embarazada, pensó.

— Lo siento, deben ser las hormonas. — se disculpó.

La chica le sonrió y se acarició el vientre.

El lobo que se enamoro de Caperucita Roja  (Harry S. Y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora