3era parte

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Harry se encontraba entre dejarla libre o besarla una vez más. Aquellas semanas alejado de ________ fueron insoportables, pero esos tres días se convirtieron en una eternidad insufrible. Ver su delicado cuerpo inmóvil postrado en cama fue como clavar una daga en su corazón. Sabía que todo era el plan de venganza de Iván, y utilizó a ________ para llegar a él y así hacer que dejara que los genes que lo convertían en una verdadera bestia se manifestaran.

El verla frente a él, tan preciosa, tan vivaz, inundó su alma en una completa felicidad. Era lo más hermoso que vio jamás. Incapaz de detenerse, la tiró hacia él y la beso, esta vez con más fiereza. La esencia de _________ lo llenó. La necesitaba desesperadamente. El lobo estaba hambriento y sus labios buscaban cada parte de su piel.

Deslizó el vestido lentamente por sus hombros, arrastrándolo por su cuerpo. El tacto de sus manos callosas y masculinas fue suficiente para tenerla húmeda y necesitada. Sus pechos desnudos quedaron expuestos y sus pezones se endurecieron cuando él acarició los pequeños montículos de carne. Sus ojos estaban oscurecidos por el deseo. Ella tembló cuando la recostó sobre la cama y vio como se quitaba la camisa. Su piel aún conservaba las cicatrices de batalla que mostraba orgulloso. Alcanzó la parte frontal de sus pantalones y los saco lentamente. El nudismo no era un problema para los lobos, sentir timidez por la  desnudez no funcionaba con ellos.

__________ tragó saliva al ver su cuerpo expuesto. Era grande y grueso, su cuerpo desnudo era la perfección en un hombre.

Él se inclinó sobre ella y saboreó sus labios. Se sentía tan bien tenerla otra vez, sentir sus pechos rozar su piel. Estaba tan duro y excitado que dudaba poder durar más de lo que acostumbraba.

— Dime si te hago daño. — le dijo suavemente. __________ respondió con un gemido cuando atrapó su pezón con los dientes.

Lo mordisqueó suavemente y chupó. Metió una mano por debajo de los bordes de la falda del vestido y acarició el muslo en donde había sido herida hasta llegar a la humedad de sus bragas. Estaba tan mojada, lista para recibirlo, y él ya no podía esperar a enterrarse en ella y disfrutar del placer que su estrecho canal le proporcionaría.

Dejó su pezón y le quitó lo que restaba de la ropa, dejándola completamente desnuda. Se inclinó nuevamente sobre ella y depositó un beso en su vientre. El acto la derritió por completo. Natsu era todo lo que ella amaba.

Él subió encima de ella, atrapándola con su cuerpo. Lucy sintió una descarga de erotismo recorrerle el cuerpo, su intensa mirada la calentaba.

— Extiende los muslos.

Hizo lo que le ordenó. Le dolía el cuerpo al no tenerlo.

La torturó un poco, pasando la cabeza de su pene de arriba abajo por los pliegues de su sexo, empapándola por completo. Se movía lentamente, frotándose contra ella para arrancarle aquellos gemidos que lo volvían loco.

— Harry...— gimoteó.

— Lo sé, preciosa.

Ajustó el ángulo de sus caderas y se guió en ella, abriéndole el cuerpo y llenándola. Todo su cuerpo gritó de alivio al sentir como sus estrechas paredes lo apretaban. Se sentía tan condenadamente bien.

_________ soltó un gritó ante la sensación caliente en su interior. Su cuerpo entero lo recibió y tembló de placer. Harry era tan viril, demasiado apasionado.

Él se deslizó fuera y volvió a empujar para penetrarla hasta el fondo. La lujuria dominaba en sus miradas, en sus movimientos. Los huesos de su cadera golpeaban con los suyos, enterrando su dura erección haciendo que cada movimiento lo sacudiera en excitación.

El lobo que se enamoro de Caperucita Roja  (Harry S. Y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora