चार

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0004.

Mi licuadora andante —la camioneta— se detuvo frente a la pequeña casa que Harry compartía con su madre y su hermano menor; Max.

—Fui muy duro—añadí—. Lo siento.

—Fue mi culpa.

—No lo fue. Yo creía que te sería difícil dormir con dos tazas de café bien cargado—sonreí.

—Es todo lo contrario. Mi madre me amamantaba con café soluble.

Ambos estallamos en risas como nunca.

Era uno de esos pocos momentos en los que Harry no era realmente Harry conmigo. Se escondía detrás de una fachada linda, romántica y risueña.

Ambas versiones me gustaban, pero prefería que fuera sincera con las dos.

—En una semana es el cumpleaños de Max y creo que sería bueno que vinieras.

— ¿Le has hablado sobre mí?

—Bueno, sí—se mordió el labio inocentemente y abrió la puerta del vehículo—. Quiere conocerte.

—De acuerdo—accedí sin pensarlo demasiado.

— ¿Una cita?

—Lo será.

Bajó y me hizo salir del auto también. Él me abrazó y sentí que aspiraba el olor de mi ropa: jabón de lavandería y colonia barata.

Su madre abrió la puerta de la casa y se hizo a un lado esperando que su hijo entrase.

No le dirigí ni una palabra, ni siquiera una mirada. Me separé, lo besé en los labios y él se dio la vuelta para ir con ella.

what harry never knew; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora