पंज

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0005.

Tres días después, estábamos solos en su casa. En su habitación. En su cama.

Max y su padre habían salido a quién-sabía-donde y nosotros llegamos unos minutos más tarde, cuando supimos que no volverían pronto.

—Entonces...

—De verdad tengo que estudiar, Louis.

—Claro, sí, entiendo—dije y aparté la mirada.

Harry nunca estudiaba. Era buen alumno, pero jamás lo vi abriendo un libro de texto de química o biología. Simplemente parecía saberlo todo. Siempre me sorprendió esa cualidad, y jamás le pregunté nada sobre ello.

—Sólo diré que si no vas a calentar el pavo, no enciendas el horno—reí y me incorporé para colocarme las zapatillas. Tenía que ocuparme de aquel asunto.

—Inapropiado—canturreó. No se rió ni un poco. Según él eran momentos de seriedad absoluta.

—Hazz, por todos los cielos, mira lo que hiciste conmigo.

—Lo siento, creo—se encogió de hombros y se levantó para buscar su mochila algo gastada con el paso de los años.

Esa maldita palabra.

Creo.

Creo.

Creo.

Mierda.

—Está bien, creo. Te veré mañana—me acerqué para besar su frente, o su mejilla, o sus carnosos labios sandía, pero él ni siquiera me miró. Estaba buscando algo dentro de su mochila.

—De acuerdo—murmuró.

Juro por lo que más quiero, que no levantó la mirada para despedirse de mí. Seguía enfrascado en ignorarme por completo.

Harry no sabía que yo estaba aprendiendo sus trucos para pasar de largo de la gente, al igual que él.

what harry never knew; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora