what harry never knew; larry

छक्का

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Un par de días después, recibí una llamada de Harry pidiéndome que llevara una bolsa de Doritos y dos latas de Coca-Cola.

Sabía que la segunda era para mí. Él tomaba eso como una auténtica cita de pareja.

Fui a su casa con la mentalidad de que estaríamos solos, pero me equivoqué. Su madre fue quien abrió la puerta principal para recibirme.

Al principio me escrutó con los ojos como rendijas y sentí que iba a engullirme con ese gesto, pero después sonrió y me extendió la mano.

Conjeturo que fue la bolsa de cartón que llevaba cargando la que hizo que confiara en mí. Siempre pensé que era eso.

—Hola—murmuré aun con miedo.

—Eres Louis, ¿verdad?

—El mismo.

Harry le había hablado sobre mí. Eso me hizo componer mi semblante.

Escuché movimiento en la parte de arriba y, cuando me dispuse a subir las escaleras, una delgada y delicada mano se aferró a mi codo y me impidió continuar.

Intenté no demostrarle que estaba teniéndole aprensión.

—Tengo que hablar contigo... sobre Harry.

—Y yo tengo que ir con él— no sé de donde saqué la valentía para decir eso.

—Sí, eso ya lo sé—dijo acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja—. Me pidió que te dejara pasar de inmediato—empezó a murmurar. No quería que Harry se enterara que yo ya había llegado—. Es una plática necesaria, Louis.

—Está bien—terminé contestando. Mientras más rápido hablara con ella, más pronto podría ir directo con Hazz.

Me señaló un sofá de dos plazas que parecía demasiado viejo como para soportar a dos personas, pero aun así nos sentamos. Escuché a los resortes protestar ante nuestro peso, así que intenté apoyarme más sobre las piernas para no causar algún accidente.

La mujer carraspeó y su semblante se volvió más serio de lo que había estado con anterioridad; aun así parecía buena persona.

—Harry es algo... complicado—murmuró. Solamente asentí, ya que eso lo tenía más que claro— ¿Sabes cuántos chicos ha traído en los últimos dos meses?

Sentí que la bolsa se me resbalaba de las manos. Harry y yo llevábamos dos meses saliendo. Casi eran tres, o cuatro. Ya había perdido la cuenta. Me sentía en el cielo y ella me había hecho caer sin paracaídas ni nada que me detuviera de un fuerte golpe.

Abrí los ojos, claramente sorprendido por lo que me decía.

—Sabes, Louis, a veces ya no le digo nada porque siento que no soy nadie para hacerlo.

¿Qué demonios estaba diciendo? Era su madre y bien podía ordenarle que no lo hiciera. Sabía que estaba saliendo conmigo. ¡Hasta él le había hablado sobre mí!

—Es un chico problemático, Louis.

Holaa, voy a actualizar dos seguidos por no haber actualizado ayer, pero estaba con una amiga no daba. Gracias por leer.