No podía describir lo mucho que me alegraba que mi teléfono estuviera sonando, y más aún, que fuera él. Me apresuré a tomar la llamada, sonriendo con amplitud al escuchar su voz.
-Hola bonita Summers, ¿Piensas levantar tu trasero de ese asqueroso césped y venir conmigo a tu primer partido de fútbol americano en la ciudad?- Escuché decir a Mark a través del auricular, a lo cual, solo respondí con una pequeña risa, mientras lo buscaba con la mirada. No podía estar tan lejos ya que me había visto sentada aquí, pensé tratado de ubicarlo.
-Hola Mark, si quiero que me lleves a ese partido, pero dime algo, ¿Acaso me estas acosando? ¿Cómo supiste que estaba sentada en el parq...?- No pude terminar, ya que unas fuertes manos, tomaron mi cintura, colgándome de un trabajado cuerpo de cabellos castaños. Reí al reconocer al estúpido Bianchi. –Bájame ahora o eres hombre muerto-.
Mark hizo caso omiso a mis peticiones, así que comencé a golpearlo con suavidad en su espalda, pero lo único que conseguí, fueron unas miradas reprobatorias de parte de unas viejitas que cuchicheaban sentadas en una banca, y las carcajadas de mi castaño amigo. Finalmente me bajó cuando nos encontrábamos frente a su amado auto, al cual subí con rapidez y el hizo lo mismo.
-¿Sabes que no había necesidad de traerme así hasta el auto, no? Mis flacuchentas piernitas pueden caminar perfectamente, tonto.- Una risa brotó de la garganta de Mark mientras ponía el auto en marcha. Cambié rápidamente la estación de radio hasta una donde MKTO sonaba con su típica alegría junto a Simple Plan.
-Puedes caminar perfectamente, sí. Pero has disfrutado que te cargara, Lía. Además llegaríamos tarde. Hoy juega nuestro equipo contra los Black Panthers. No les hemos ganado desde hace cinco temporadas, y de la final de hoy, depende nuestro pase a las Nacionales, aunque confío que tu querido West, servirá de algo.- En cuanto Mark nombró a West, recordé que el, era el maldito Quarterback de nuestro instituto, sin dudas las porristas estarían allí aléntandolo como en cada partido.
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Al llegar al campo rival, todo estaba decorado con los colores del Instituto Blackstone, en este caso como se deben imaginar, todo era negro y blanco. Siendo nueva en esta ciudad, me mantuve pegada a Mark todo el tiempo, siguiéndolo a través de los miles de adolescentes que emanaban un olor a cerveza impresionante. Caminábamos por el pasillo, cuando Mark frenó de golpe, haciendo que me golpee con su espalda, para que yo lo mirara con mi peor cara posible.
-Me vas a matar, pero he olvidado comprar las bebidas, y traeré unas patatas fritas. Espérame aquí y no te muevas ya vuelvo.- Dijo con su voz calmada, rogándome con la mirada para que no lo mate. Asentí y este salió disparado hacia los puestos de comida mientras yo lo esperaba allí parada.
Estaba distraída observando unos cuantos mensajes de Alice, cuando noté una fuerte presión en mi brazo, pero al levantar la mirada, ví el uniforme Azul y dorado de nuestra escuela, y fue cuando me perdí en esos ojos azules que tan bien conocía. West.
-Vaya... No creí que iba a verte por aquí bebé...Te ves muy sexy, espero que hayas venido a apoyar a los Lions. Prometo que si hago un Touchdown, será dedicado a ti, muñeca.- Presté atención a cada una de sus palabras, pero la presión en mi brazo me estaba matando, y fue cuando West, intentó colar sus manos debajo de mi blusa, por lo cual lo golpeé y solté un chillido.
-¡Déjame maldito imbécil! Me haces daño, ya basta West.- Fue lo único que dije, para después ver a un chico bastante alto y guapo acercándose a ambos. Pude notar que era de las Black Panthers por su uniforme, así que le rogué con la mirada.
-O'Conell, me parece que la señorita ha pedido que la sueltas, yo que tu volvería por donde vine si no quieres que informe al superior.- Instantáneamente West soltó mi brazo, y salió rumbo a la cancha, no sin antes dedicarme una gélida mirada. Aún estaba sorprendida por el chico de ojos claros que también se había ido, no pude ni siquiera darle las gracias por salvarme de West, pero pronto lo haría, estaba segura.
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Luego del encuentro con West y el chico misterioso, Mark llegó y me guió hasta nuestro lugar. Ya habíamos llegado al entretiempo y nuestro equipo iba perdiendo por dos puntos. Podía ver la cara de decepción en el rostro de mi primo Damon, así como también en la de West.
Recorrí con mi mirada el campo de juego, había mucha gente de nuestro instituto allí, pero sin duda la mayoría era de Blackstone. Mis ojos se detuvieron ante el dorsal del chico misterioso, que se encontraba de espaldas a mí. Su apellido de podía leer bien claro: Morgan. Tonteaba mientras bebía su agua, junto a sus compañeros de equipo. Por lo que había notado en la cancha, era el Quarterback de las Panthers, y a decir verdad, era muy bueno. No me había dado cuenta de que lo seguía mirando hasta que sus imponentes ojos claros, dieron con los míos. Rápidamente aparté la mirada, enfocándome en Mark y mi bebida.
Esa noche, milagrosamente, los Lions ganaron superando a los Panthers por tres puntos, teniendo así la oportunidad de competir en las nacionales, luego de cinco temporadas fuera. Mark y yo, salimos rápidamente de allí, bromeando sobre como las estúpidas porristas hacían su escena de cariño junto a los Lions.
-¿Sabes? Es bueno tener compañía de gente tan buena como tú, Bianchi. Debo admitir que la pasé muy bien. Y sé que tu también disfrutaste a esta castaña a tu lado-. Bromeé con él cuando vi al chico de los Panthers, Morgan, caminando hacia nosotros.
Oh Dios no...
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¡Hola! ¿Como están? Aquí otro capítulo de su novela favorita.
Comenten que les parece.
En multimedia encontrarán una bella foto del misterioso Morgan.
¿Con quien se quedan? ¿Mark, West o el chico misterio?~Mica❤~
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Quarterback.
Teen Fiction¿Conocen esa sensación de ser esa chica nueva en el instituto? ¿Esa primera impresión que causas en los demás el primer día? ¿Ese remolino de emociones al conocer a gente nueva? El miedo y la adrenalina se juntan para darte el pequeño empujón o mejo...