Capítulo 12.

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 Nicholas estaba a tan sólo metros de Eric, el cual tenía su playera rota, al igual que varios objetos de la habitación. 

  —¡Voy a romperte la puta cara!— Exclamó Eric agitado. 

Sin pensarlo siquiera una vez, me interpuse en medio de ambos.

—¿Qué pasó?

—¡Este imbécil intenta ser gracioso y me tiene harto!

 —¡Eso dices porque no tienes puto sentido del humor!— Gritó Nicholas.

Eric me empujó y tomó a Nicholas del cuello de su playera, puse las manos en mi cabeza y di un pequeño grito. Estaba a punto de golpearlo cuando se fue con rapidez, casi corriendo. Nicholas comenzó a llorar como si algo dentro suyo se hubiera roto.

—Oye—Dije lo más dulcemente que podría ser un momento así y lo abracé— Ya está, todo se va a solucionar.

Él me devolvió el abrazo aferrándose a mí y comenzó a empapar mi vestido con sus lágrimas, no me importó. Estaba en shock, creí que las cosas estaban bien, todos estábamos felices por la noticia y ahora, de un momento a otro, las cosas se derrumbaban frente a nuestros ojos.

—Es mi— Sollozó— amigo, no quiero dejar las cosas así con él.

—Dale tiempo, mañana hablarán y solucionarán las cosas. 

O por lo menos eso esperaba yo, pues desde que los conocía siempre se habían llevado bien, hasta ahora. Mientras fortalecía el abrazo que estaba dándole deseé que todo mejorase.

—Gracias.— Susurró.

—¿¡Alguien quiere explicarme que rayos está pasando aquí!?— Exclamó Ian entrando.     

Nicholas se separó de mí con velocidad. 

  —Eric...

—¡Eric se fue llorando y tu...—Interrumpió Ian mirándonos a ambos.

—Oye— Volvió a interrumpir Nicholas— No quiero que imagines cosas, peleé con Eric.

 El rostro de Ian pasó de atormentado a la persona con más paz interna en el mundo. ¿Acaso fue eso un ataque de celos? 

—¿Por qué pelearon?— Dijo, ahora, con la expresión tranquila.

—Quise hacerle una broma y rompí su playera, pero no fue apropósito.

Y ahí fue cuando me perdí en la conversación. Las ideas no encajaban en mi mente. ¿El malo Ian acababa de ponerse celoso? ¿Por causa mía? Mordí mi labio inferior, se sentía hermoso, como si tuviera algún tipo de poder o algo especial dentro de mí. Me sentí, incluso, importante. Me preguntaba si eso era algo malo, aunque debo decir que para mí, parecía lo mejor. Esperaba que aquello no se notara en mi rostro.

—Adiós Katherine.— Me dijo Nicholas antes de saludarme con un beso en la mejilla que hizo a Ian enrojecerse.—Debo buscar a Eric. 

Tan concentrada estaba en la cara de Ian que sólo levanté mi mano delicadamente para saludar y, luego de ello, lo vi correr.

—Te alejas de mí dos segundos y ya te abalanzas a mis amigos. ¿Con que así es su real alteza? 

¿"Con que así es"? ¿Qué carajo significaba eso?

—¿Perdóname? Tú malinterpretaste las cosas.

—Sólo sé que si vuelvo a verlos así la cabeza va a explotarme.— Alcé las cejas.—Mira, sé que estas a punto de casarte con un imbécil y ojalá fuera yo. Porque quiero que seas mía. No soporto la idea de compartirte con ese, que lo eliges, pero si a eso le sumas a uno de mis amigos... Oh, Dios, creo que moriría. 

—Ian, realmente no tengo nada con Nicholas.— Dije abrazándolo— Y ojalá pudiera ser tuya.     

—Lo sé.— Me regaló una de sus medias pícaras sonrisas— Sólo quería escucharlo de tu boca.

Antes de que pudiera objetar, me besó. Era demasiado inteligente, tanto, que podía tener cada parte de mí con un sólo movimiento. Sus labios se movían delicadamente junto a los míos, un calor recorrió todo mi cuerpo y creo que una sonrisa entre cada beso se escapó de dentro de mí. Pude sentir sus manos tomando mi mentón a lo que correspondí acariciándolas. Nada podía ser más perfecto, nada me hacía sentir mejor que sus besos. 

—Se te hace tarde— Susurró en mis labios.

—Tan sólo besame un poco más.— Susurré, casi rogando, en los suyos.

Y así fue, pero ahora más intenso, como si fuera el último beso que me daría en la vida... Último beso. No me había percatado que en poco tiempo no nos quedaría otra alternativa que besarnos por última vez. Me sentí triste, no quería detenerme, no podía parar de besarlo. Se había vuelto como una adicción, como lo único hermoso que tenía en mi vida, como si le dieran un sentido. ¿Cómo una persona puede causar tantos estragos con tan sólo un beso? ¿Cómo podía algo tan simple volverse la más fuerte adicción? Y deseé que el tiempo se detuviera, pero ya tenía que irme.
 Las calles hacia mi casa no sirvieron de nada para poder pensar en aquello, agradecí que mis familiares estuvieran encargándose de esa estúpida boda, así podría pensar más en Ian y en lo triste que me ponía alejarme de él en un corto futuro, bien.
 A penas entré en casa pude ver a mamá con una escoba en la mano.

—Tienes visita— Dijo canturreando y señalando la cocina con su mirada. 

James. Ugh.

—¡Amor mío!— Dije con mi típica falsa sonrisa.

—Tenemos que hablar.—

Y con tan sólo tres palabras, esa falsa sonrisa desapareció.            

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2016 ⏰

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Do you wanna make a memory? [Cancelada Temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora