El comienzo. (Parte 2)

66 18 3
                                    

—Maddi  —Susurró, lo miré por primera vez y lo que sea que vio en mis ojos lo dejó paralizado.— Maddi.  

Sin importar el fuerte dolor de su hombro, me envolvió con sus brazos y yo me derrumbé. Debía ser una pesadilla. Una espeluznante y cruel pesadilla. Tenía que serlo, sino ¿de que otra manera podía explicar lo sucedido?

Yo no era una asesina. No lo era. O eso quería pensar.

—Lucien —murmuré atónita.— Yo no quería, no lo quería...

Él seco una lágrima que resbaló por mi mejilla. Tomó la pistola y la metió entre el cinturón de su pantalón. 

—Sé que no lo querías hacer pero no quedaba otra opción.

—Yo solo quería intentar quitarle el arma pero entonces él se volvió en mi contra y no sé cómo pasó pero conseguí quitársela y al segundo siguiente estaba... —cierro los ojos.— estaba muerto.

—Basta, no importa.  No tienes la culpa de esto. —me besó la cabeza.

—Perdóname —musité.— A pesar de todo, era tu amigo.

—Lo era pero no iba a permitir que salieras lastimada.

Me solté de su agarre.

—Yo nunca he matado a alguien antes y no quiero volver hacerlo.

—Lo sé. No tienes por qué hacerlo de nuevo. No lo permitiré. Esto no va a salir de aquí.

—¿Qué vamos hacer? —Lo miré preocupada.— ¿Cómo vamos a sacar el cuerpo de aquí?

—No lo sé.

Suspiró todavía conmocionado por lo que acababa de pasar.

—Lucien estas herido. —exclamé como si recién me diera cuenta.— Oh, mierda, ¿estás bien?

—Sí, no te preocupes. Fue solo un rasguñó.

—Yo tengo la culpa de esto.
Me acerqué a él para inspeccionarlo. —Si  Cameron no me hubiera seguido nada de esto habría ocurrido.

—Nadie tiene la culpa de esto. De todos modos, tienen que enterarse de lo nuestro algún día.

—Sí pero después de todo lo que estás pasando ese día no debió ser hoy. ¿Cómo vas a explicar la muerte de Cameron? ¿Y tú herida? ¿Qué vas a hacer con eso?

—No lo sé, estoy pensando en algo.

Lo ayudé a apoyarse en la pared. Teníamos que hacer algo pronto. No podíamos perder más tiempo. Estaba entumecida. Quería llorar, gritar y acurrucarme contra Lucien y olvidar todo esto pero debíamos ser rápidos y planear algo creíble y que no produjera problemas.

—Tengo una loca idea pero es la única opción. —dijo de pronto.

—¿Qué es?

—Necesito que vayas e inspecciones el área, no debe haber nadie cerca, voy a sacar el cuerpo de Cameron de aquí.

—¿A dónde lo vas a llevar?

Luego de que Lucien me explicara detalladamente el plan, me puse en marcha y abandoné el callejón. Después de unos minutos de revisar el área, volví y asentí. No quería hablar. Necesitábamos movernos rápido antes de que alguien apareciera. Estaba segura que el sonido del impacto se escuchó a varios metros de ahí.

Con su ayuda agarré de los brazos el cuerpo y nos dirigimos a las afueras del distrito en la parte norte, donde finalizaba el sector Forrestville e iniciaba la zona boscosa. Lucien resistió todo el camino, estaba herido y no tenía idea de cómo era capaz de aguantar el cuerpo y caminar con tal proeza. Estaba preocupada por él. 

—Debemos dejar el cuerpo aquí. Cuando lo encuentren pensaran que un delincuente lo asesinó.

Asentí y dejé los pies de Cameron en el suelo. No sabía cómo lograba permanecer de pie y no quería ver el rostro de Cameron pero al final lo hice por última vez.

Era tan irónico, hace unos minutos atrás odiaba con todas mis fuerzas al asesino de Louise y ahora yo misma me había convertido en una asesina. El frio de la noche contrastaba con el sudor de mi cuerpo y a paso lento volvimos al principio.

—Todo esto se nos va a salir de las manos. —Negué con la cabeza mientras luchaba con las ganas de llorar.— Y tú tienes que verte esa herida antes de que se infecte.

Él asintió, había llegado el momento de marcharse. Se acercó y acarició mi rostro con tal detenimiento y cariño que sentí aún más ganas de llorar.

Pensé que lo mejor era resignarnos y terminar todo de raíz, así ninguno de los dos sufriríamos y podíamos seguir nuestras vidas normalmente, sin complicaciones. Terminar nuestra relación furtiva y que cada quien haga su camino por separado pero, ¿cómo podría? No quería engañarme a mí misma. Sin Lucien me esperaba un infierno de sufrimiento y soledad que no sería capaz de soportar y que terminaría por acabar con mi existencia.

—¿Vas a estar bien?  —Preguntó suavemente.

—¿Lo estarás tú?  —aun es esa situación, Lucien sonrió.

—Lo prometo.  —fue todo lo que dijo y acercó su rostro para besarme. El beso fue rápido y sutil, él tenía una herida en el labio. Pero me hizo falta más, quería que fuera capaz de hacerme olvidar todo por unos segundos pero el destino tenía otra historia escrita para mí.

—Siento mucho que pasaras por esto. —se lamentó él.

—Yo lo siento más. —No sabía cómo íbamos a seguir adelante con esto.

—Es tarde. —Acarició mi mejilla de nuevo.

—¿Cuándo te veré de nuevo? —pregunté, mientras apartaba otra lágrima que escapó. Él depositó un beso en mi boca, sus labios duraron ahí más de lo esperado. No quería que se apartara jamás.

—No estoy seguro. Es mejor dejar que las aguas se calmen. Yo buscaré la manera de comunicarnos de nuevo. —Asentí mientras se me formaba un nudo en la garganta.— Por favor, no llores.

—Lo siento. —aparté las lágrimas que salían involuntariamente. Él sonrió y de alguna manera me sentí un poco mejor. Depositó otro suave beso en mi cabello y luego otro en los labios antes de apartarse.

—Nos volveremos a ver. —fue una promesa y lo dijo mirándome todo el tiempo a los ojos. Sin decir una palabra más, desapareció.

Y en ese instante sentí como una parte de mi corazón se iba con él. Se marchaba. Y no sabía cuándo lo volvería a ver.

<<Lo que ninguno de los dos sabía es que una persona los estaba observando desde la oscuridad.>>

Hidden © [#PGP2016 #WOWAwards2 #GoldenAwardsJC/Juvenil @editorialbuenaletra ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora