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Acertijos y ¿un beso?

—¿Tienes alguna idea? —le pregunté a James en cuanto entramos agazapados al estacionamiento del orfanato.

—Desearía que Sara hubiera sido un poco más detallada en ese mensaje. —estoy totalmente de acuerdo.— No sabemos a qué nos enfrentamos.

Decidimos que íbamos a ir juntos a rescatar a Sara de lo que sea que está huyendo. Los demás se habían ido a casa y no teníamos tiempo. Era ahora o nunca.

—Bien, debemos entrar. —se disponía a incorporarse pero lo sujeté de la chaqueta antes de que revelara nuestra presencia a dos hombres robustos que estaban en la entrada principal.

—¿Los reconoces?

—No. —sacudió la cabeza.

—Y no entiendo en que mierda esta metida Sara para estar en un lugar como este.

Me miró.

—¿Cómo vamos a entrar?

—Hay una puerta por detrás que da a la bodega. Podemos entra por ahí sin ser vistos.

—¿Cómo lo sabes? —inquirió.

—Eso no importa ahora. —miré unas cajas y un par de carros aparcados. Podríamos irnos por detrás.— Sígueme.

Luego de escabullirnos sigilosamente y colarnos en la bodega, abrí otra puerta. Frente a mí había un largo pasillo con varias puertas cerradas.

—No hay nadie cerca.

—No te confiés. Este lugar es grande, y hay que recorrerlo todo hasta dar con ella. —murmuró furibundo. Realmente Sara estaba en problemas.

Saqué mi móvil y le envié un mensaje.

"Estamos aquí. ¿Qué es lo que sucede, Sara?"

A los pocos segundos recibí la respuesta pero no era la que esperaba.

"¿Estamos?"

Fruncí el ceño.

"James y yo. ¿Dónde estás exactamente?"

Pero no recibí más mensajes. Confundida le di el móvil a James. Leyó los mensajes y una átomo de duda se hallaba en sus ojos en cuanto chocamos miradas.

—No sé que pensar. —musité.

—Ni yo pero será mejor que nos marchemos.

—No me voy a ir sin Sara. —expresé rotunda.

Nos miramos fijamente. Y supe que no me importaba seguir sola. Hace días que no sabía nada de ella y de pronto me envía un mensaje con la dirección de ese lugar. De una u otra manera eso me implicaba a mí.

—Haz lo quieras. Voy a averiguar que es lo que está pasando con tu ayuda o sin ella.

Abrí la puerta y sin saber muy bien hacia donde dirigirme, giré hacia la derecha. Pude sentir las pisadas de alguien detras de mí. Estaba segura de que era James pero ese pensamiento murió en cuanto alguien puso la mano en mi boca y me arrastraba hacia una puerta que estaba entreabierta. Cuando entramos la cerró con seguro y empecé a forcejear inútilmente.