|Capítulo 2|

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Leipzig, Alemania.

24 de agosto de 1941.

   Una luz potente hizo que despertara. Sus ojos azules evaluaron el lugar. Se encontraba en una habitación blanca que aún no había conseguido ubicar. Estaba bastante desorientado y su cuerpo solo le pedía dormir, pero su cabeza le decía que despertara y que saliera de allí. Desplazó la mirada hacia la pequeña ventana y se la encontró abierta. La puerta no se encontraba cerrada, así que enumeró las posibles formas de salir de allí.

   1. Huyendo por la ventana.

   2. Escapándose a hurtadillas por la puerta.

   3. Lidiando con los posibles secuestradores que le habían retenido allí.

   4. Gritando por la ventana a la primera persona que pasara por ahí.

   Ya estaba pensando en la 5ª forma, cuando el señor Bingley irrumpió en la sala, acompañado de una de sus hermanas, Charlotte.

-¡Louis!-gritó Charlotte, antes de arrojarse a sus brazos.

-Hola, hermosa.

    -¿Qué tal te encuentras? El señor Bingley nos dijo que caíste desde un piso bastante elevado. El médico nos ha informado de que ha sido un milagro que siguieras con vida.

Louis meditó un segundo la razón por la que se encontraba allí. No lo recordaba, aunque su último recuerdo consistía en la funeraria, que constaba con un único piso. Era bastante confuso, mas decidió olvidarlo. Lo más probable era que su memoria estuviera fallando, debido al intenso impacto que había recibido su cráneo.

   -Todo lo bien que se puede encontrar alguien que ha estado en el umbral de la vida durante un tiempo.

   Su hermana pequeña soltó una leve carcajada y él la estrechó entre sus brazos.

   -¿Dónde está madre?-preguntó él.

   En un abrir y cerrar de ojos, la sonrisa que cubría los labios de su hermana se esfumó.

   -Charlotte, ¿qué ocurre?

   Se levantó de un golpe de la cama, sintiendo un leve mareo durante un nanosegundo.

   -Madre está en casa, en Halle. Tu estancia aquí ha vaciado nuestros ahorros y el casero puede que nos quite la casa, mas no debes preocuparte; madre lo está arreglando.

   -¡¿Por qué me trajisteis aquí?! ¡Mi vida no importa, deberíais haber dejado que me fuera! ¡Ahora vosotros sufriréis por mi culpa! ¡No puedo permitirlo!

   Introdujo sus huesudos pies en los agujereados zapatos y pidió al señor Bingley si podría cuidar de Charlotte hasta su llegada. El hombre aceptó y Louis ni lo meditó, comenzó a correr hacia su hogar.

   Un profundo pensamiento de culpa se adueñó de su recién dañado cerebro, mas siguió corriendo.

   De repente, una profunda explosión produjo que el cuerpo del pequeño niño saliera disparado y aterrizará en el pavimento. Su vista se volvió borrosa, hasta que alcanzó finalmente el color negro...

***

Leipzig, Alemania.

24 de agosto de 1941.

   -¡Harold! ¡Despierta de una vez! ¡Si no, llegaremos tarde!-vociferó Gemma, mientras zarandeaba la figura somnolienta de su hermano pequeño.

   El pequeño abrió sus ojos verdes lentamente y los ojos castaños de su hermana entraron en su campo de visión. Aquel día no venía el profesor particular; por tanto ¿por qué lo zarandeaba su hermana? Meditó unos segundos la respuesta, hasta que la visita a Halle aquel día le cruzó los pensamientos. Abrió sus ojos, sobresaltado, y saltó de la cama. Se apresuró a seleccionar la ropa que se pondría, pero Lawrence se le adelantó y le entregó las prendas. Gemma salió de la habitación y Harold se colocó, con rapidez, cada una de las prendas. Debía apresurarse o le dejarían allí y él realmente deseaba ir.

   -Ya era hora de que llegaras, Harold-protestó Gemma, mientras rodaba los ojos.

   -Nos citamos con la familia Payne en diez minutos, hemos de irnos-anunció Des.

   Ellos asintieron y marcharon hacia el lugar de encuentro. Los Payne ya se encontraban allí, aguardando la llegada de los Styles.

   Nada más reunirse las dos familias, subieron al carruaje que les llevaría a su destino. Harold se sentó junto a Liam, quien se situó junto a Gemma. El benjamín Styles apoyó su cabeza, repleta de rizos, en la ventana; mientras escuchaba la conversación entre su mejor amigo y su hermana.

   -Pienso que este vestido no me queda excesivamente bien, mas madre insistió. No quiero que los muchachos no me elijan dentro de dos años-comentó Gemma.

   Todas las mujeres a los 15 años debían hacer una actuación y allí varios varones manifestarían si les gustaría pasar el resto de la vida con ella. El pretendiente que mayor cantidad de dinero era capaz de invertir, era el elegido para unirse en matrimonio con ella.

   -Gemma, sos hermosa y estoy más que seguro de que todos los muchachos del pueblo lucharán por casarse con alguien como vos.

   -Gracias, Liam.

   Una gran sonrisa surcó el rostro de Gemma y Harold supo en aquel momento que su hermana también sentía algo por Liam. No pudo evitar seguir el ejemplo de su hermana y sonreír. Se alegraba de que al fin Gemma empezara a sentir lo mismo que Liam llevaba sintiendo por ella durante tanto tiempo. Eran tan adorables.

    Harold no paraba de pensar en cómo sería su vida si se enamorara de alguien. Sería una persona sincera, cariñosa, atenta... Probablemente de ojos azules, ya que era su color favorito.

   Desvió su mirada hacia Gemma y Liam. Sus manos se encontraban entrelazadas y eso produjo que la sonrisa que ocupaba los rosados labios de Harold creciera.

   De pronto, un gran estallido sonó y su pequeño cuerpo salió disparado. Su vista se volvió dificultosa y escuchó el chillido de Gemma... Ese es el último recuerdo que Harold guarda de aquel día.

***

Hi!

  Volví!! Yeah, bitch!

   Capítulo dedicado a mi bella gemelita, a la que quiero con locura, NoHerLy .

   Bueno, esto es todo.

Yours sincerely,

🤘Ashton🤘

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⏰ Son güncelleme: Jun 18, 2016 ⏰

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