Cap. 18

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Me levanté del suelo y caminé unos cuantos pasos. << Dipper y yo jamás...>>. En un par de segundos me di cuenta que lágrimas brotaban de mis ojos. <<No puedo llegar así. Qué vergüenza.>> pensé mientras intentaba quitarme el exceso de lagrimas que tenía.

Alex: Bien, si podemos llegar ahí sin gritar, llorar o deprimirse –me decía a mí misma–, ¿verdad?

Continúe mi camino pero, esta vez, con menos ánimos de los que tenía. Mi corazón estaba roto, mis labios secos, mis mejillas húmedas. Nada servía. En mi mente solo había una cosa. El último beso entre Dipper y yo. ¿Por qué no lograba sacarlo de mi mente? ¿Por qué me dolía tanto? <<Solo espero no verme como zombie>>. Cuando subí dos escalones para entrar a la tienda, mi corazón se detuvo al oír a alguien decir mi voz. Era Dipper quien dijo mi nombre.

Dipper: Alex... –dijo dándome esperanza de que recordara quién soy y lo que lo que sucedió no fue un sueño– No lo lamento, no conozco a nadie que se llame Alex.

Mabel: Ese nombre me suena... –dijo saliendo de la tienda de regalos.

Corrí a esconderme detrás de la cabaña y cuando menos me lo esperé Mabel y Dipper estaban a unos dos metros de mí hablando.

Dipper: Mabel –dijo un poco frustrado–, tío Stan no sabe lo de nuestro sueño.

Mabel: Pero no se te hace un poco extraño que tengamos el mismo sueño –dijo nerviosa–. Piénsalo Dipper. ¿Qué está por suceder?

Dipper: Solo no le menciones. Puede que todo haya sido por alguna razón científica de los gemelos. Después indagaremos –dijo dirigiéndose al bosque.

Mabel: ¿Qué hay de Alex? –Dipper se detuvo– ¿Y si nos está buscando?

Dipper: Ella no existe –su voz se escucha un poco cortada.

Mabel: ¿Cómo puedes decir eso? –regañó a su hermano–. Despertaste gritando su nombre.

Dipper: ¡No, Mabel! –le gritó con lágrimas en los ojos– ¡Ella no existe! ¡Ella jamás existió!

Mabel: Entonces, ¿cómo explicas que Stan sepa quién es o que esté sucediendo casi lo mismo que el primer día que la vimos? –dijo defendiéndose.

Dipper: Porque fue solo un sueño –dijo aún llorando–. Solo un sueño.

No podía aguantarlo, tenía que salir. Pero mi cuerpo estaba congelado. No me podía mover.
Cuando por fin tuve la fuerza suficiente, di un paso hacia adelante saliendo de mi escondite.

Alex: ¡Créelo! ¡No fue solo un sueño! –grité con lágrimas en los ojos muy desesperada por volver a ver sus rostros tan parecidos.

Los chicos se me quedaron viendo y Mabel comenzó a llorar. Por fin pude verlos, confirmar que no estaba loca y que Gravity Falls en verdad quería decirnos algo. Algo oscuro. Algo que nos daría miedo pero aún así, estaríamos juntos hoy, mañana y por siempre.

Mabel: ¡Alex! –gritó y corrió hacia mí para abrazarme pero Dipper la detuvo tomándola del brazo.

Dipper: ¿Cómo sabes que no es un cambia-formas?

Mabel se me quedó viendo y se soltó mientras caminaba lentamente hacia mi.

Mabel: Lo veo en sus ojos. También deberías verlo tú, hermano.

Mabel me abrazó llorando y yo no pude hacer nada más para consolarla que llorar con ella. Así como ella me consolaba a mi, quise devolverle el favor.

LA CHICA MISTERIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora