Me puse a pensar en Frank, ¿por qué sucedía todo eso? Digo, nunca habría crecido que él –el mismo hombre que pensó que en los huevos sorpresa realmente habían pollitos adentro– estuviese buscando al asesino de su hija y de su esposa.
Bill: En serio lo lamento, Alex, y quiero que él sepa cuánto –su voz parecía ensombrecida por la tristeza–. Por favor, di algo.
Alex: Bien, si cambió su nombre significa que debe tener los papeles en algún lado de su casa o que mamá debe saberlo –dije saliendo de la habitación con él siguiéndome–. ¿Y mis padres?
Bill: Ellos están con Stan y su hermano seis dedos, parece que salieron para poder hablar.
Alex: Perfecto –dije entrando a la habitación de mis padres–. Eso nos da más tiempo.
Caminé a un buró en donde habían un par de cajas de escritorio y comencé a escarbar entre los papeles. Ahora que veo estos papeles, Frank realmente es un hombre de negocios. Pensé mientras leía algunos papeles para la boda que tendrían mi madre y él en unas cuantas semanas.
Bill: ¿Puedo...?
Alex: No –lo interrumpí–, no puedes hacer magia aquí. Si dices que Frank es tan peligroso como dices, significa que sabe cuidarse.
Papeles confidenciales. Leí en un pequeño folder de papel. Al abrir el folder, pude notar que no habían muchos papeles. Habían un par de papeles decía do su familia murió y decidí revisar el nombre de la pequeña. Al ver la foto de la pequeña mis ojos quedaron impresionados, era hermosa. Sus cabellos dorados eran rizados y sus ojos verdes resaltaban su tono de piel aperlada, su sonrisa hacía que lo rosado de sus mejillas resplandecieran y vestía un lindo vestido blanco. Vaya lastima, el mundo se perdió de la majestuosa belleza de esa pequeña.
Nombre: Nathalie Newman Anderson.
Fecha de nacimiento: 12 de enero del 2000.
Padres: Mathew Newman y Melissa Andersson.
Razón de muerte:
Alex: Oh Dios mío –dije aterrada mientras acariciaba mi cuello en el intento de no vomitar y después volteé a ver a Bill con odio–. ¿Qué tipo de monstruo eras?
Bill se acercó lentamente a mí y tomó la hoja de papel. Al leer la razón de muerte, sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas. ¿En serio se arrepentía de lo que había hecho? ¿Por qué ahora sí tenía sentimientos y antes no hizo nada para poder ayudar a Frank? ¿Por qué comenzó a ser diferente después de que los gemelos Pines lo mataran?
Bill: En serio lo lamento... –susurró a la foto de la niña que estaba engrapada al papel.
Me levanté del suelo y le quité los papeles a Bill, los acomodé en su lugar y después abracé al rubio.
Bill: Intenté revivirlas... –sollozó mientras me estrujaba.
La puerta de la entrada se abrió y se cerró para que, minutos después, nos encontráramos con los gemelos Pines. Mabel se quedó sorprendida al vernos abrazados y Dipper nos veía confundido al no saber la situación.
Mabel: No quiero ni imaginar lo que sucedió para hacer a Bill llorar –dijo al ver que nos separábamos y las mejillas de Bill estaban llenas de lagrimas.
Dipper: ¿Están bien? –preguntó preocupado.
Alex: Solo nos topamos con los papeles de la muerte de la hija de Frank –dije para después mostrarles la foto de la niña–. Era hermosa, ¿no creen?
Ambos gemelos asintieron con una sonrisa de ternura.
Alex: Perdón por dudar de ti, Bill –dije viéndolo mientras él secaba sus mejillas.
Mabel: Chicos –se acercó más–, vamos abajo a comer la pizza.
Bill: ¿Comida humana? –preguntó atento, como si fuera lo único que le preocupara en ese momento.
Dipper: Sí, vamos –dijo riendo.
Mabel y Bill empataron en las carreras que habíamos hecho hasta la cocina y, mientras ellos peleaban por el puesto del primer lugar, Dipper y yo servíamos las rebanadas de pizza. Minutos después, fuimos a la estancia de televisión y comenzamos a ver las malas películas de Gravity Falls. Vimos alrededor de tres películas y estábamos muy simples, el sueño nos pesaba los ojos y decíamos cosas sin sentido. Mabel hizo unos brownies con muchas chispas de colores y se metió media charola en la boca, Dipper hizo el baile del pollito, Bill eructó el abecedario completo y yo me tomé toda la botella de refresco de uva en medio minuto.
Bill: ¿Ustedes creen que debería ir con "Frank" a pedirle perdón? –preguntó abrazado a mi pierna.
Mabel: Oigan chicos –dijo levantando la cabeza de la alfombra–, olvidé preguntar qué es lo que les sucedió a la hija de Frank y a su esposa.
Dipper: Es cierto –dijo sentándose bien en el sillón para poner atención.
Volteé mi vista hacia Bill con rapidez, él estaba cabizbajo y sus ojos no se alcanzaban a ver. Les comencé a hacer señas a los gemelos para que no volviesen a hacer preguntas pero ellos solo me veían confundidos.
Bill: Gracias por tu preocupación, Alex –sentí que besó mi mejilla–, pero está bien que pregunten. Después de todo este tiempo, merecen saber la verdad.
La mirada de Bill se levantó y, en el espacio que antes era blanco, el color azul reinaba. Vaya nudo que sentí en la garganta. Con que así se ve un demonio cuando esta triste. Pensé tomando el brazo de Bill y abrazándolo para que no se sintiese solo.
Dipper: No estás obligado a hacerlo, viejo –le dijo con ojos de preocupación.
Mabel: Sí, podemos leer el registro de muerte y así no tendrás que decirnos tú –continuó con un tono nervioso.
Bill: Pero quiero ser yo quien les diga, no quiero que me crean cobarde –dijo negando la cabeza y después me abrazó–. Había hecho un trato con Frank para que su hija sanara de cáncer y, a cambio, yo podría usar su cuerpo todo un día para experimentar con los humanos. Su esposa notó algo diferente y comenzó a hacerme muchas preguntas y, por desesperación, la apuñalé con un cuchillo de la cocina. Su hija vio todo lo sucedido así que tuve que matarla también pero, al estar fuera de control, me excedí. Le golpeé la cabeza contra la pared y la ahogué en el baño, todo estaba lleno de sangre. Después colgué a ambas en el patio y, cuando Frank despertó de nuevo en su cuerpo, lo hizo en un motel con ropas nuevas. Lo hice pensar que alguien más las había matado pero, tiempo después, se dio cuenta de lo que sucedió.
Los rostros de los gemelos estaban congelados por el terror, parecía que habían visto al mismísimo chupacabras.
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Perdón por no haber publicado antes en esta historia, hubo un problema térmico con mi computadora y no podía seguir publicando. Como siempre, se va a seguir publicando en los fines de semana y les agradezco su paciencia.
