Capitulo 20

120 4 3
                                    

Me acerqué a Dipper y me senté a un lado suyo para ver el diario que sostenía.
Alex: ¿Qué encontraste? –pregunté acercándome un poco más a él para poder leer.
Dipper: Los cambia-formas... Eh... Cambia-formas... Lago... –decía un poco sonrojado.
Alex: ¿Estás bien? –pregunté preocupada.
Dipper: Si, solo que extrañaba que estuvieras a mi lado aunque fuera en un sueño –dijo un tanto penoso.

Me acerqué un poco a él y le di un beso en la mejilla.
Alex: Busquemos a tu hermana –sonreí y voltee a ver el diario.
Dipper: S-si, aquí dice que mayoría de las veces llevan a sus presas al lago –dijo viéndome.
Alex: Entonces vayamos al lago –dije mientras me ponía de pie.
Dipper: ¡Al lago! –tomó mi mano y corrimos.

Bajamos las escaleras aún tomados de las manos cuando escuchamos la voz de Stan y me paré en seco. Me puse la gorra del suéter que llevaba y corrí hasta la puerta sin hacer un ruido. Stan no me notó pero dejé a Dipper adentro. Me asomé por la puerta y le hacía señas para que saliera corriendo. Dipper asintió con la cabeza y corrió hasta la puerta pero al abrirla, Stan le llamó la atención.
Stan: ¡Dipper! ¡Llama a tu hermana y vengan a trabajar! –dijo con un refresco en la mano.
Dipper: Primero debo ir por ella –dijo apuntando la puerta y salió corriendo.

Al salir, Dipper me tomó de la muñeca y no nos detuvimos sino hasta llegar al lago. El lago me recordó al final de mi sueño y me hizo sentir un escalofrío. No, así no será terminará esta vez. Me acerqué a Dipper y lo abracé. Sin decir nada, lo solté y voltee a ver el lago.
Alex: Tal vez esté en el otro lado –dije apuntando al lugar.
Dipper: Si, es lo más probable.
Alex: ¿Y cómo vamos a pasar? –pregunté revisando si había un bote que podíamos usar.
Dipper: Ven conmigo.

Lo seguí hasta el muelle donde habían varios botes. Dipper se acercó al viejo McGucket y le dijo algo.
Dipper: Vamos, Alex –dijo subiendo al bote y quitando el nudo que amarraba el bote al muelle.

Subí al bote con la ayuda de Dipper y nos dirigimos a la pequeña isla. En el trayecto recordé a Robbie. Tal vez él nos podría ayudar. Alto... Él no me va a recordar. No pude evitar voltear mis ojos hacia el suelo con un rostro un poco triste pero Dipper me levantó el mentón y sonrió.
McGuckett: Llegamos.
Dipper: Gracias, McGucket –agradeció mientras bajábamos.
McGucket: Cuídala bien –dijo alejándose en su bote.
Alex: ¿A que se refería con "Cuídala bien"? –pregunté mientras entrábamos al bosque.
Dipper: N-no lo sé –sonrió un poco nervioso.

Ambos caminamos hasta encontrarnos con lo que parecía ser el nido de los cambia-formas. Dipper empezó a buscar a Mabel con la mirada así que empecé a hacer lo mismo. Habían unos cuatro cambia-formas que iban de un lado a otro y encima de unos arbustos había un suéter. Mabel.
Alex: Mira, por allá –apunté al arbusto y noté la mortificación de Dipper en su rostro–. Vamos.

Me levanté y me dirigí silenciosamente hacia ese arbusto con Dipper enfrente mío. ¿Cuando me volví tan valiente? Me hacía como 20000 preguntas mientras caminábamos en sigilo. Dipper se detuvo y apuntó hacia otra parte que no estaba tan lejos de ahí. Al voltear a ver hacia dónde apuntaba pude encontrar a Mabel desmayada con dos cambia-formas de guardias y varios huevos alrededor suyo.
Dipper: Tú ve por Mabel, yo los distraeré –dijo sin más pero antes de que se levantara lo detuve tomando su brazo–. Vamos, Alex. Deben ir a la Cabaña del Misterio, después las alcanzaré.
Alex: Pero... ¿Vas a estar bien? –pregunté preocupada.

Dipper se acercó y me besó. Al separarse sonrió y besó mi frente.
Dipper: Claro que estaré bien –dijo para después levantarse.

Dipper corrió hacia los cambia-formas después hizo un triángulo con sus dedos y lo acercó a su hijo derecho. Bill se apareció en su forma de humano y le dio una bofetada para después decirle algo. Dipper le pidió ayuda con los cambia-formas mientras se acariciaba la mejilla y entre los dos peleaban con las criaturas. Mientras tanto me fui acercando a Mabel. Los guardias se habían ido así que aproveché y me acerqué. Me puse de rodillas ante mi amiga y la empecé a agitar.
Alex: Mabel, Mabel, Mabel –susurraba mientras la agitaba para que se despertara. Pude notar que había llorado. Sus mejillas estaban húmedas.
Mabel: ¿Alex? ¿Eres tú? –preguntó para después lanzarse sobre mí y abrazarme–. ¡Sabía que no era un sueño!
Alex: Shhhh –dije apuntando a los cambia-formas y a los chicos.





🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪🍪

Si ya pude esta canción perdónenme pero me encanta y me hace llorar. Además queda con el momento.

LA CHICA MISTERIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora