Capitulo 22

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Mabel y yo salimos del agua riendo mientras secábamos nuestro cabello. Los chicos no dejaban de lanzarse y mojarse en el agua.
Mabel: Creo que me gustó este lugar –sonrió mientras se dejaba caer en el suelo.
Alex: Y aún no has visto lo mejor de este lugar –sonreí viéndola mientras se volvía a levantar con curiosidad–. ¿No tienes hambre?

Mabel asintió mientras sonreía como niña pequeña. Me acerqué al árbol más cercano y lo acaricié con los dedos.
Alex: ¿No sería genial tener un poco de comida aquí? –pregunté mientras cerraba los ojos.

Se escuchó un crujido a menos de un metro de donde Mabel y yo estábamos, las ramas de los árboles se movían hasta llegar al suelo y dejar ahí unas cuantas frutas sobre unos lujosos platos de mármol. "Tal como papá había contado..." Susurré para después acercarme lentamente. Un par de copas salieron del suelo mientras me sentaba en el suelo junto a los platos.
Mabel: ¡Eso fue increíble! –agitaba sus manos mientras corría hacia mi dirección y se sentaba a mi lado examinando las frutas–. Vamos a ver... ¡Este!

Mabel tomó un pedazo de sandia cortada y la gozó como si no hubiese mañana.
Bill y Dipper: Wow –se escuchó a mi espalda.

Voltee a ver a los chicos junto con la mirada de Mabel y su rostro lleno de jugo de sandia y unas cuantas semillas, ambos veían las frutas muy maravillados.
Dipper: ¿B-Bill? ¿Tú también puedes ver lo que veo? –preguntó aún sorprendido.
Bill: Si –contestó–. Y no fui yo quien lo hizo.

Mabel y yo reímos por lo bajo mientras ellos continuaban sorprendidos. Minutos después, los chicos se sentaron junto a nosotras para poder hablar mejor.
Alex: El bosque puede darte cualquier cosa que desees, claro si estás dentro, y solo puede dártelo si es algo de origen natural –sonreí para después morder una jugosa manzana roja.
Mabel: ¿Entonces no podemos pedirle ropa seca? –preguntó quitándose el suéter mojado que le incomodaba.
Alex: No, lamentablemente no –dije también viendo mi ropa empapada.
Bill: Tal vez el bosque no pueda, pero yo sí –dijo sonriente para después tronar sus dedos.

Mabel tenía una blusa de manga corta con una fresa gigante y una falda de mezclilla mientras yo tenía unos shorts de mezclilla y una blusa sin mangas color blanca. En otro tronar de dedos Dipper vestía una camisa sin mangas color azul y unos shorts de mezclilla mientras Bill usaba una camisa de manga corta color negro y unos shorts color blanco.
Mabel: Wow, gracias Bill –agradeció mientras veía su atuendo.
Alex: Esto es genial –mencioné abrazando a mis tres amigos.

Los tres asintieron con la cabeza y después continuamos nuestra plática mientras seguíamos gozando de la deliciosa fruta. Así continuamos toda la tarde: entrando a nadar de vez en cuando, empujándonos, comiendo, jugando y hasta Bill intentó hacerme una trenza pero Mabel término intentando desenredarme el cabello.
Alex: Bien –dije levantándome mientras veía el cielo nocturno–, creo que debemos volver a nuestras a casas.
Dipper: Si, creo que tienes razón. Pero antes, Alex, ¿puedo hablar un momento contigo antes de irnos?

Me acerqué a Dipper y él me tomó de la mano llevándome a un lado de la cascada.
Dipper: Te amo –dijo de la nada–. No sé qué haría sin ti.
Alex: ¿Me amas? –pregunté sin creerle–. Dipper, lamentó decirte esto pero tú no me amas. Solo crees que me amas por tantas veces que hemos estado juntos y tanto cariño que nos tenemos.

Ouch, me dolía decirle eso. Pero me dolería más si no le decía la verdad. Wendy lo ama y él también la ama. Debían estar juntos. Dipper me tomó de los hombros y besó mi frente para después darme un abrazo.
Dipper: ¿Cómo lo sabes? –preguntó confundido–. Yo te quiero mucho, ni lo imaginas.
Alex: Dipper –contesté viéndolo a los ojos–, puedes querer cuanto quieras a una persona pero no amarla.
Dipper: Alex... Siempre te amaré –dijo sonriendo de lado.

Ambos nos abrazamos y nos acercamos a Bill y a Mabel. Ambos parecían tener una plática graciosa.
Bill: ¿Y de qué hablaban? –preguntó tomándome de los hombros y acercándome a él.
Alex: De un tema pendiente –sonreí y lo abracé.

Bill... Ese demonio... ¡Lo amo! Y no el tipo de amor del que habla Dipper que es solo un "hasta que nos de la gana" que terminará siendo un desastre, sino un "por siempre" que terminará siendo algo hermoso. Sonreí al ver que ambos chicos sonreían amistosamente entre sí. Aunque yo tampoco te olvidare, Dipper. Mi primer amor. Me abracé a Mabel muy emocionada y luego a Dipper, aunque Bill me separó de él y yo terminé abrazándolo también por tanta emoción que me daba verlos.
Alex: No saben cuánto los extrañé cuando supe que fue solo un sueño –sonreí aún abrazando a Bill.
Mabel: Nosotros a ti –sonrió viéndome abrazada a Bill–. ¿Saben? Deberían salir algún día.
Dipper: Si –contestó sonriéndome–, harían linda pareja.

Bill solo me veía desde arriba y, cuando me di cuenta, voltee a verlo. Él me sonrió de forma coqueta por lo que yo me reí y asentí con la cabeza. Todos estábamos más tranquilos, pero aún había otro problema... Stan.

LA CHICA MISTERIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora