Capítulo 25

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Me le quedé viendo muy confundida a Bill y luego volví a ver a Frank, quien parecía estar buscando algo.
Alex: ¿Quién crees que es él? –pregunté realmente confundida.
Bill: No es quién creo que es, yo sé que es él –dijo alejándome de la ventana.
Alex: So-solo responde –le dije un poco harta.

Me dolía la cabeza y escuchaba un chillido en mi oreja. Voltee a todas partes, los gemelos me veían confundidos así que les sonreí y volví a ver a Bill.
Bill: Él es Mathew Newman –dijo con algo de miedo en su voz.
Alex: ¿Mathew Newman? –reí–. Bill, él es mi padrastro, Frank Johnson.

Bill me veía confundido así que me acerqué, lo tomé de las manos y lo senté en la cama que estaba junto a las ventanas.
Alex: Bill –le llamé haciendo que me volteara a ver–. El hombre que está ahí abajo se llama Frank Johnson y es mi padrastro.

Bill comenzó a reír cínicamente provocándome miedo. Vamos Bill, ¿qué sucede contigo? Tomé su rostro con mis manos y lo hice verme fijamente. Él me vio confundido y se levantó.
Bill: Alex –quitó mis manos de su rostro y me levantó–. Él es Mathew Newman, el hombre que intentó matarme antes que todos ustedes...

La sonrisa de Bill desapareció en poco tiempo, parecía estar triste. Me acerqué a la puerta, aún con ese ruido en mi oído y con el dolor en mi cabeza, y salí de la habitación sin voltear atrás. Vaya que me sentía mal, mis huesos comenzaron a ponerse pesados haciendo que se me complicará caminar. A la mitad de las escaleras, resbalé y caí haciendo que llegara más pronto al piso de abajo. Me intenté levantar pero mi vista era borrosa así que caía cada vez que intentaba sostenerme.
Dipper: ¡Alex! –se escuchó que estaba arriba–. ¡Bill, Alex está lastimada!
Alex: No, yo no... –volví a caer–. Bill no... Él no...

Una silueta corrió escaleras abajo y me cargó, al acercarme a él vi la cabellera rubia. Intenté decirle que podía caminar sola pero ni siquiera yo entendía lo que decía, tartamudeaba mucho y mis palabras tropezaban.

[•••]
Bill: Alex, deja de patearme –se quejó.
Alex: Te he dicho que no te acuestes en la misma cama que yo –dije con mi pie en su mejilla–. Eres un pervertido.
Bill: Solo soy yo mismo contigo, princesa.

Me guiñó el ojo y se intentó acercar pero lo pateé fuera de la cama y me levanté. Tenía puesta una camisa suya que me llegaba un poco más arriba de las rodillas y unos shorts de Mabel.
Alex: Por favor, dime que tú no fuiste quien me cambió de ropa –dije totalmente roja.
Bill: No –bufó desde el suelo–. Mabel no me dejó.
Alex: La amo –suspiré con alivio.
Bill: No es cierto –sonrió mientras se levantaba–. Me amas a mí, todos lo saben.
Alex: Quisieras.

Caminé por la habitación. No estábamos en la cabaña de Bill, ni en La Cabaña Del Misterio. Era mi casa y, por la ventana, se podía apreciar la luz de la luna y las estrellas. ¿Dónde estarán Dipper y Mabel? Me preguntaba. No quiero estar aquí con este loco pervertido. Que, taaaaaal vez, si me gusta.
Bill: Ellos fueron por sus maletas y a comprar unas cosas –se acercó a mí–, te he dicho que no me llames así y sí –me abrazó de la cintura–, te encanto.

No podía aguantarlo, me acerqué a su rostro y le di un corto beso en los labios. Rodeé su cuello con mis brazos, tuve que ponerme de puntitas.
Alex: ¿Y qué me cuentas, pervertido? –pregunté riendo.
Bill: Tal vez que vives con un maniaco –dijo rodando los ojos.

Me solté y me volteé hacia la ventana para después acercarme. No debía llamarle así al hombre que mi mamá ama, ella lo necesita. Después de la muerte de papá ella no era la misma hasta que conoció a Frank, no podía dejar que hablara mal de él.
Alex: No hables mal de Frank –me quejé.
Bill: Te lo juro, él es Mathew Newman –se acercó a mí y tomó mi mano.

Me crucé de brazos y lo vi seria para después ponerle atención a sus locas teorías.
Alex: Continúa.
Bill: Cuando llegué a este pueblo solo quería muerte y destrucción así que, por accidente, maté a su hija de tres años y a su esposa –dijo avergonzado de sus actos–. Desde entonces él intenta matarme así que, como un cobarde, me puse una protección para que no pudiera verme y ahora lo he buscado por todas partes para pedirle perdón. Debió haber cambiado su nombre hace poco, cuando los gemelos me derrotaron.

Vaya que hay muchas cosas que no sé de los gemelos Pines y Bill. Pensé confundida. Pero luego me di cuenta de algo. La historia era algo parecida a la historia de Frank.

LA CHICA MISTERIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora