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Otro día más terminaba, y era otro día sin estar con él. Sin tener la valentía de confesar sus verdaderos sentimientos. Observarlo de lejos ya no le era suficiente.

Se regaña a si mismo por ser tan cobarde. Darse cuenta de sus sentimientos le tomó años, y olvidarse de ellos le sería imposible. El tiempo lo hizo un adulto pero sólo lo hizo aún más tonto.

Tras el divorcio con Sungjong, el cual no terminó en buenos términos. Decidió que era el momento de hacer las cosas bien, así no vuelva a ver a la persona que ama, haría lo mejor por ser buen padre y dedicarse a su trabajo.

Su corazón lo tenía en claro desde hace mucho tiempo. Era Lee Sungyeol el dueño de él.

No tenía sentido volverse a enamorar ¿para qué? Había sido suficiente viendo a su ex esposo llorar a solas en la habitación o sollozar cuando éste fingía estar dormido. Recordó como a su hijo le había costado aceptar esa decisión.

Evitaría a toda costa que esa historia se vuelva a repetir.

¿Por qué tuvo que llegar esa persona a poner su mundo de cabeza otra vez?

Quería intentarlo, quería comenzar otra vez con esa persona. No sólo como los mejores amigos, anhelaba estar a su lado como algo más. Recuperar el tiempo perdido en todos esos años de ausencia.

Mientras observaba desde su auto el edificio en dónde vivía Sungyeol recibió una llamada. Era la quinta vez que sungjong lo llamaba y sabía cuál era la razón.

No hace mucho se había enterado de la llegada de Sungyeol.

Era inevitable no ocultárselo, dado que, sus hijos asisten al mismo jardín de infantes. La pequeña Eun Jung también resultó ser muy cercana a Min Soo, tal y como ambos lo eran tiempo atrás.

-¿Estás con él?

-Hola, sungjong.

-Dime ¿estás con esa persona?

Myungsoo suspiró con pesadez. Su ex pareja tenía conocimiento de sus verdaderos sentimientos, él mismo se lo dijo. Aunque al parecer sungjong lo sabía incluso mucho antes que él.

No entendía por qué de repente tomó esa actitud, siendo sungjong quien le pidiera el divorcio después de tantas discusiones.

Al final tuvo que firmar el divorcio y arreglar las condiciones para poder ver a min soo.

Todo eso fue antes de la aparición del alto en su vida. Quizá sungjong pensó que dejándolo ir, myungsoo, regresaría arrepentido a él. Así sea sólo por su hijo.

-No tengo porque darte explicaciones. Ah, y llámame cuando sea algo relacionado con min soo.

-¡Responde!

Un poco irritado lanzó el celular a la parte trasera de su auto, revolvió un poco su cabello, señal de frustración. No tenía sentido seguir ahí, así que, decidió regresar al trabajo.

Las horas pasaban lentamente mientras revisaba algunos papeles en su oficina. No dejaba de pensar en él, necesitaba volver a verlo, hablar, pero ¿cómo lo haría?

-Myungsoo, necesito que firmes unos papeles.

-No te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar.

-Lo hice -refutó aquel muchacho que había irrumpido en la oficina-. Como no contestaste, entré.

Myungsoo suspiró, indicándole que se acercará. El joven azabache le extendió los papeles a su jefe mientras lo escaneaba con la mirada. Sonrió con burla, borrándola enseguida cuando Myungsoo alzó la mirada.

"Lo siento, te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora