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Despertó por los rayos de luz que molestaban con su resplandor. Lentamente quiso incorporarse pero unos brazos sujetos a su cintura se lo impedía.

Sungyeol suspiró.

Giró un poco su cuerpo para ver de cerca el maravilloso rostro de su amado. Delineó con suavidad las pobladas cejas del contrario, siguiendo por el puente de la perfilada nariz, y al final con el pulgar acarició sus labios.

Aquellos dibujaron una pequeña sonrisa que dejaban al descubierto un par de hoyuelos. Myungsoo lo acercó a su cuerpo, y con los ojos cerrados buscó sus labios.

Mordió levemente su labio inferior, obteniendo un dulce jadeo.

Sungyeol avergonzado ocultó su rostro entre su cuello. Sintiendo la delicada caricia en su espalda. Así permanecieron un momento, disfrutando de la tranquilidad, del sonido lento y profundo de sus respiraciones.

De la maravillosa mañana que había ese día.

- ¿Dormiste bien? -myungsoo fue el primero en hablar separándose un poco para ver al chico.

Sungyeol asintió.

-Perfectamente -susurró, acomodándose mejor en sus brazos.

-¿Sabes? Nunca me sentí tan bien como ahora.

-Ni yo.

Myungsoo fue acercando sus labios a los del alta, para rozarlo con suavidad. Aquella que desapareció al instante cuando sungyeol en un movimiento rápido se puso encima de él.

Atrapó sus labios, hambriento de ellos, y ambos comenzaron con un vaivén de sus cuerpos. Los gemidos eran sonoros, la excitación estaba llegando al máximo.

Estuvieron a punto de hacerlo de nuevo pero...el timbre sonó.

Sungyeol casi saltó del susto, y los nervios de pronto lo invadieron. "¡Los padres de myungsoo!" Fue lo que pensó, buscó una explicación en los oscuros ojos del azabache pero él sonreía.

No entendía por qué sonreía alegremente.

-Ya están aquí -dijo myungsoo, acariciando su mejilla, y rápidamente dejó un beso en sus labios.

- ¿Qu...Quién est...? -sungyeol fue interrumpido por la dulce voz de una niña. Frunció el ceño, le resultaba tan familiar esa voz.

El azabache se puso de pie dejando a Sungyeol confundido y bueno...parecía una erótica imagen del alto cubierto a medias por las sábanas blancas, totalmente desnudo, sus labios ligeramente separados y con el cabello alborotado.

Perfecto.

-Vamos, no querrás que nuestros hijos nos vean de esta manera ¿no?

-¿Hi..Hijos? ¡Nuestros hijos! -gritó sorprendido al escuchar las voces de los pequeños llamándoles.

Sungyeol se levantó de un saltó para correr al baño de la habitación, y el azabache lo siguió. Ambos tomaron una ducha rápida, y se vistieron lo más rápido posible.

Mientras que, en la planta baja, los pequeños ayudaban a sus tíos a descargar las cosas del auto. Eun Jung tomó una funda con comida, seguido de Min soo quien sostenía un gran futón.

Dongwoo miraba con ternura a los menores, dejó una caja en el piso y cuando iba a tomar la tienda de acampar sintió como su mano rozó levemente con la del chico a su lado.

Sus miradas se encontraron, el chico le sonrió y no pudo evitar que un intenso ardor quemara sus mejillas. Howon le pareció lo más tierno del mundo.

"Lo siento, te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora