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Sus manos se deslizaban lentamente por su espalda, causándole una sensación de cosquilleo en su cuerpo. Sungyeol se entretenía en delinear cada espacio del cuerpo ajeno, y a la vez soltando pequeños gemidos cuando myungsoo simulaba leves estocadas. Torpemente, desabrochó el pantalón de myungsoo y los bajo junto a su bóxer.

Humedeció sus labios en cuanto pudo apreciar por primera vez el miembro endurecido de myungsoo, quien al ver aquella reacción soltó un pequeña risa. Sungyeol lentamente se acercó hasta el glande, fijó la mirada del azabache, sus oscuros orbes se abrieron en demasía, y él sonrió.

Antes de que reaccionará comenzó un vaivén en con su boca que dejó escapar intensos gemidos de su amado. Myungsoo alzaba su pelvis, embistiéndolo rápidamente mientras sus dedos se enredaban en el cabello rojizo de sungyeol, y arqueaba su espalda.

Sin previo aviso myungsoo lo detuvo, soltó un gruñido antes de mirarlo con aquella sonrisa encantadora que lo hizo sonrojar. El chico lo volteó quedando así encima de él, también quería explorar todo su cuerpo, y su mirada lo decía.

-Eres lo más hermoso que he visto en mi vida -a este punto sungyeol no lo creía, pero quiso hacerlo, no quería dañar el momento. Algo tan íntimo entre ellos-. Créeme, lo digo de verdad.

Como si leyera su mente, myungsoo le respondió. Acarició su rostro, mientras le mostraba seguridad en su mirada ¿Debía creerle? Si, si le creía. Unió sus labios una vez más, y descendió por la extensión de su cuello, succionando aquella parte tan sensible, sintió pequeñas y poco dolorosas mordidas. Prueba clara de que ahora le pertenecía.

Se pertenecían.

Myungsoo acariciaba cada parte del cuerpo de sungyeol, mientras éste soltaba leves jadeos. tratando de grabarse hasta los mínimos detalles de su brillante piel, con esto esperaba hacerlo sentirse seguro. Volvió a sus labios, sintiendo como eran mordidos, entre risas se separó.

-Quiero hacerte mío -dijo myungsoo mirándolo seriamente-, pero también quiero que te sientas seguro. Sé que no ha sido fácil ni para ti, ni para mí. Darme cuenta de que estoy enamorado de ti me tomó mucho tiempo, te hice sufrir, y pagué por ello. Sin embargo, ahora que te tengo conmigo después de tanto...

-Sé a lo que te refieres y sí, myungsoo. Te lo dije antes y te lo repito ahora. Quiero ser tuyo...solo tuyo. No pensemos en el pasado, en las personas, solo en nosotros.

Él asintió, y después de besos apasionados llevo tres dedos a sus labios. Sungyeol entendió y empezó a lamerlos uno a uno, hasta dejarlo lo suficientemente empapados para él. Myungsoo se acomodó entre sus piernas e introdujo el primer dedo en su interior, callando los quejidos con tiernos besos.

-Relájate, amor. Pronto pasará...

Sungyeol jadeo ante la intromisión de un segundo intruso, pero pronto se acostumbró dándole paso al último intruso, y así entre besos en su hombro, labios y pecho, sungyeol, se preparó para lo siguiente. Poco a poco myungsoo sintió la larga extensión entrando en su interior, y lo único que pudo hacer fue aferrarse a las sabanas, mordiendo con fuerza su labio inferior.

El azabache entró completamente, se percató del dolor en el alto y comenzó a masajear sus muslos mientras sus labios se movían sobre los de él.

-¿Estás bien?

-S-Si -respondió sungyeol comenzando un lento movimiento.

Myungsoo no tardó en corresponder, sus embestidas fueron aumentando por la insistencia de sus cuerpos. Los ojos avellanas se mantenían cerrados pero él se las ingenió para que los abriera, y así perderse en ellos. Sungyeol buscó sus manos y las entrelazo con fuerza, mientras eran elevadas a la altura de su cabeza.

El sudor empapaba sus cuerpos, y el sonido del choque entre sus pieles lo excitaban cada vez más.

Por un momento su mente le jugó una mala jugada, y myungsoo cerró los ojos con fuerza, ocultando su rostro en el cuello de sungyeol.

¿Por qué? ¿por qué el rostro de sungjong venía su mente? Su respiración era entrecortada ¡qué demonios le pasaba!

"Ah...más, más, siempre fuiste el mejor. Myung, dame más"

Eran flashes borrosos, tal vez una parte de sí aún se sentía culpable pero no dejaría que aquello arruinara su primera vez con la persona que ama. Volvió a mirar su rostro sonrojado, a escuchar sus dulces gemidos y a besarlo.

Sungyeol gemía de placer.

Había dado en el punto que lo hacía delirar. Pronto se vendría, así que igualó sus movimientos en el miembro desatendido de sungyeol al mismo ritmo de sus embestidas. Sungyeol aruñó la espalda de myungsoo cuando sintió que sus paredes se contraían, myungsoo lo miraba tan intensamente que, no tardó en correrse entre sus vientres, dijo su nombre aun siendo embestido por él.

Dejando que el azabache lo llenara de su esencia, haciéndolo sentir completo.

-Te amo, yeolie.

Myungsoo salió lentamente del interior, y se recostó a su lado, atrayéndolo más a su cuerpo. Sungyeol se acomodó en sus brazos, escuchando como los latidos de su corazón eran realmente acelerados. Rio por lo bajo, besando el pecho desnudo de Myungsoo.

-Te amo mucho más de lo que crees.

-No, yo te amo más. -refutó el azabache llenando de besos su rostro.

Pero aquella alegría fue interrumpida por aquellos ¿recuerdos?

Myungsoo abrazo con fuerza a Sungyeol, no permitió que, aquellos flashes volvieran a su mente. Sentía un poco de miedo, sin saber por qué, solo quería permanecer al lado de su amado esa maravillosa noche.

Y como Sungyeol dijo: pensar solo en ellos.

En la vida que comenzaba a planear.

En como recuperaría el tiempo perdido.

Enamorarlo cada día, y quizás si está dispuesto, a unir sus vidas en un futuro.

Si, aquello era lo primordial.

-Descansa, pequeño.

Durante un tiempo se mantuvo acariciando los rojizos cabellos de sungyeol hasta que la oscuridad y el silencio de la habitación le hizo cerrar sus ojos y después cayo en un profundo sueño.

~●~

- ¡Si! -sus ojos se agrandaron mucho más. Sungjong tomó la prueba de embarazo y observó con alegría el resultado- Es justo lo que quería.

-¿Y qué tal? -preguntó la persona que lo había ayudado con el plan. Sungjong le mostró aquel plástico con dos rayas rojas, y daeryong miró al chico- Estas seguro que es de Kim ¿cierto?

El de finas facciones le mostró una gélida mirada al contrario, le arrebató la prueba, y guardo el objeto en uno de los cajones del buró. Tomó un poco de aire, volteó para ver al chico aún en la habitación y dijo:

-Lo es, myungsoo es el padre de mi bebé -aunque su voz haya sido firme, él tampoco estaba seguro.

"Lo siento, te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora