Especial: Feliz cumpleaños, Eun Jung.

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"¿Puedes leerlo para mí, otra vez, papi?"

"Por supuesto, princesa."

Eun Jung volvió a tomar su libro, y abrió en la primera página, acodándose entre los brazos de su padre. Se aseguró de cubrir sus pequeñas y delgadas piernas con las mantas. Bajo la tenue luz de la lámpara, sungkyu, sonrió comenzando nuevamente la lectura.

Su voz era sutil, trataba de personalizar lo más parecido posible a los personajes de la historia. Habían sido tantas noches en el que leyó aquel el libro de cuentos que, ahora, resultaba más fácil. Escuchó a su pequeña reír por su imitación.

Él tampoco contenía su risa, haciéndose difícil concentrarse en la historia.

Un leve carraspeo alarmó a la pequeña, sungkyu volvió a mostrarle un sonrisa para hacerle saber que estaba bien.

"En donde me quedé... ¡Ah! Entonces el lobo sopló y sopló..."

Poco a poco eunjung, cerró sus ojos escuchando hasta el final la voz de papá.

"Derrumbando la ca...."

"Se quedó dormida."

Sungkyu asintió, sin poder borrar su sonrisa.

"Es mejor que la lleve a su habitación. Debes descansar." -él volvió a asentir, descubriendo el pequeño cuerpo para que su pareja la tomará entre sus brazos.- "Enseguida regreso."

Le escuchó decir mientras éste desaparecía por la puerta. Suspiró una vez que se encontró en silencio, su corazón sintió una repentina punzada al ver el libro, ¿quién leería para su hija cuando él ya no esté?

Sungyeol, quizás, pero conocía a su hija y nunca le ha gustado la manera en que su esposo relataba su historia favorita.

"Papi es el mejor"

Sin percatarse de las lágrimas descendiendo por sus mejillas, se puso de pié, sintiendo un pequeño mareo, logró reponerse justo a tiempo para ir hacia la habitación de la menor y verla recostada sobre su cama. Abrazada a su conejo de felpa, admiro su rostro unos instantes, tomando asiento a un lado de sungyeol.

"Es hermosa" -susurró-. "Es el ser más hermoso sobre la tierra."

"Regresa a la cama, no estás bien."

"Sólo un momento. Quiero...Quiero grabarme esta imagen y conservarla en mi para siempre."

"Sungkyu..."

"Cuídala mucho, yeolie. Por favor, ambos sean felices."

En la penumbra de la habitación, sungkyu, dejó escapar sus lágrimas mientras veía a la pequeña. Luchar contra la enfermedad a este nivel era imposible, había llegado al límite, y ahora sólo debía esperar.

Se iría de su lado.

Dejaría a su familia, pero esperaba poder cuidar de ella desde ese lugar.

Aunque muy dentro deseará con todas sus fuerzas vivir.


~○~

"¡Papi!" -gritó eun jung desde el jardín. Sungkyu juntó sus fuerzas para llegar hasta el balcón y verla.

Su resplandeciente sonrisa lo hizo sentir feliz.

"¡He recogido rosas para ti!" -dijo, mostrándole emocionado el pequeño ramo.

"Lo siento, te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora