[10.The eyes of temptation]

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—Seth—No hubo respuesta, por lo que alcé la voz

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—Seth—No hubo respuesta, por lo que alcé la voz.— ¡Seth!

—¿¡Qué mierda quieres ahora!?

—¿¡Cómo se ata esto!?

El bicolor se asomó por la puerta en cuanto escuchó mis gritos, cambiando su semblante molesto por uno sarcástico al verme de pie frente al espejo. 

—¿En serio, Dean? ¿No sabes si quiera atar una corbata?—Murmuró, pareciendo aguantar sus deseos por rodar los ojos mientras caminaba hasta mí. 

—Nunca me enseñaron nada de esto—Balbuceé, dejando que mi amigo me quitara el extraño nudo con el que intenté amarrar aquella cinta de color negro sobre la camisa del mismo color.—¿Cómo es posible que las personas se vistan así a diario?

—Cuando es una ocasión especial como esta, lo mejor es vestirse lo más formal posible.

Seth sonrió, levantando las orillas de mi camisa y pasando la corbata para comenzar a anudarla. 

El que me prestara uno de sus trajes y me ofreciera a cambiarme de ropa en su casa antes de mi cita eran cosas que no tenía como agradecerle. En especial por lo que ocurría últimamente. 

Desde que me he podido sacar la venda de la cabeza y he podido continuar con el desarrollo del mural sin impedimento alguno, la tensión entre el samoano y yo parecía ser más que obvia. 

Estaba distante, incluso más que el tiempo en que no nos hablábamos. En especial por el hecho de que, cuando Allen me llamaba o le hablaba en las prácticas, su mirada volteaba a otro sitio y su tono se volvía frío cuando volvíamos a entablar una conversación. 

¿En qué momento todo se volvió así?

Desde niños éramos los mejores amigos, nos gustaban las mismas cosas y siempre fuimos como hermanos...Nunca nos imaginamos que terminaríamos en esta extraña relación entre tablas. 

—Tierra llamando a Jonathan Good—Dijo aquel bicolor de coleta y gafas, sacándome de trance.—Está listo. 

Parpadeé un par de veces, saliendo de mis extraños pensamientos y logrando volver a mirar mi reflejo en el espejo de cuerpo entero en el cuarto de Seth. 

Arrugué mi labio de una forma que hasta a mí me pareció graciosa, acercando mi rostro hacia el cristal y arrugando más el ceño mientras el bicolor a mis espaldas se carcajeaba por lo bajo. 

—Parezco estos jodidos muñecos de bodas—Moví mi cabeza de izquierda a derecha, mirando la corbata perfectamente anudada y casi apretándome el cuello.—¿Qué mierda me has hecho, Seth?

—Los milagros que hace un esmoquin de calidad, Dean—Se burló a través del reflejo.—Allen te dijo que pedían vestimenta adecuada, así que tendrás que aguantarte. 

Dejé caer los hombros, simplemente resignándome a ello a pesar de verme extraño. Extraño, pero no me desagradaba tanto. 

Seth abrió la boca para decir algo, pero se vio interrumpido por el suave sonido del timbre de su casa.

Brutal Love {Ambreigns}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora