14. Argent

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Estaba lista para lanzar un golpe a la puerta justo cuando Allison y su papá salieron.

-Oh, Amara...-dijo ella con evidente sorpresa.

-Al, ¿has visto a Stiles? No lo vi jugar, algo no está bien.-Comencé a decir rápidamente, pues sentía que el corazón se me saldría del pecho en cualquier segundo.

Allison lucía confundida, pareciendo recordar cada detalle.


-Yo no lo he visto. -se decidió a decir.-Tal vez Scott...

Sin perder un segundo más, me adentré a la escuela, donde parecía que una vez más Jackson molestaba a Scott.


En cuanto Jackson me vio, soltó un sonoro suspiro para después salir de allí, no queriendo hablar conmigo. Sabía que no podía desquitar su furia conmigo, no mientras yo fuera la hermana de Lydia.


"Genial, tampoco me caes bien." Pensé mientras miraba mal hacia su espalda.


-Scott, ¿dónde está Stiles?-insistí, mientras que acomodaba la chaqueta que poseía.


El negó, aunque parecía estar en otro mundo, ajeno a lo que realmente le preguntaba.


-No lo sé. Pero está con Derek, estará bien.


-¡Eso es lo que me preocupa! -grité, desesperada porque me prestara verdadera atención.-Ni Derek ni Stiles responden sus teléfonos. Sucedió algo malo, lo sé. Lo siento.-dije mientras llevaba mi mano hacia mi pecho, dando a entender que era algo que sentía.


-Amara... -suspiro Scott, pareciendo cansado.-se que estás preocupada, pero necesito darme una ducha y aclararme. Estoy seguro de que él estará bien.


Asentí mientras mordía mi labio, aún sin estar completamente convencida. Mire con grandes ojos de preocupación el como Scott entraba al vestidor, dejándome afuera.


Hice varias muecas, quedándome a un lado mientras que todos salían. Muchos de ellos pararon para saludarme, invitándome a alguna fiesta. Sonreí y decline varias invitaciones, alentándolos a irse lo más pronto posible. Una vez que todos salieron y el pasillo quedo solo, tome aire para después entrar con rapidez.



Scott aún estaba con una toalla al rededor de su torso, por lo cual retire la mirada enseguida. Esto era incómodo.


-Dios, lo siento- Musité, mientras Scott buscaba su ropa.


-¿No podías esperar?-preguntó exasperado.


-No. -negué.-Haré como que tienes pantalones y hablaré contigo. Estoy preocupada, desde hace horas...

Entonces de la nada, súbitamente la luz se fue. Mis instintos se activaron enseguida, mientras que mis ojos se acostumbran a la nueva oscuridad.

-Scott- Lo alerte, mientras que me ponía a la defensiva. El lobo no tardó en acercarse a mi, listo para protegerme si debía hacerlo.


¿Sería el Alfa?, ¿sería tan estupido como atacarnos aquí?


Escuche un leve sonido y entonces una pequeña pelota rodó hacia acá. Mi corazón latía demasiado rápido, pero cuando Scott fue dando pequeños pasos hacia dónde la pelota, no me quedo otra opción más que seguirlo.


[1] When The Darkness Comes | Teen Wolf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora