Capítulo 4: "El gemido contenido"

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Tras ese extraño suceso, Krysta decidió llevarme a su casa porque pensó que estaría cansado, y razón no le falta, pues el viaje ese cansaba un poco. Eso o el cambio de husos horarios.

Ella vivía relativamente cerca de la cafetería en comparación a lo grande que es la ciudad. Unos 10 minutos a pie.

Su hogar estaba en un pequeño bloque de pisos. Ella residía en la tercera planta, lo cual no estaba ni demasiado alto ni demasiado bajo, era ideal.

Al adentrarme en su morada, se podía percibir que era un lugar pequeño pero compacto con 5 habitaciones sin contar el pasillo para ella sola.

-Krysta tienes una casa muy bonita y ordenada, me encanta-.

-Jaja no tienes ni idea-, dijo Krysta entre risas-, estuve durante dos días ordenándolo todo porque soy la persona más desordenada del mundo- sacó su lengua haciéndome burla.

Me condujo a lo que ella llamó nuestra habitación. De mi bolsillo saqué una cápsula que al activarla salía mi maleta. Hay que ver cómo ha evolucionado la tecnología, se puede guardar cualquier cosa en el bolsillo de tu pantalón.

Krysta me miraba sonriendo pícaramente poniéndose algo roja.

-¿Qué te pasa Krysta?- sonrío.

-N-nunca he dormido con un chico... a excepción de mi papi o mi hermano... y estaba pensando que tu y yo... -sonríe tapándose las mejillas.

-Pues no será la última vez que duermas conmigo- La tomo en brazos dejándome caer a la cama estando ella encima mía. -¿Soy cómodo?

No me había fijado mucho desde que llevo aquí, o mas bien intentaba reservar ese pensamiento, pero Krysta tiene unos pechos muy grandes que en ese momento estaban apoyados en mi torso. Eso si era realmente cómodo, me sentía cómodo en todos los sentidos.

Me quité los zapatos con mis pies a mi manera y los dejé caer al suelo apresando a Krysta entre mis piernas mientras le acariciaba la espalda suavemente y besaba sus labios de la manera más dulce posible. Ella me correspondía muy tímidamente pero con una pasión increíble en su interior.

Estuvimos un largo rato en esa posición cuando Krysta me dijo: "Stonii... me he dado cuenta".

Movió ligeramente sus caderas sobre mi entrepierna. Efectivamente, no podía ocultar la erección que provocó mi amada en mi.

-¿Esto lo he provocado yo? -dijo acomodándose sobre mi.

-¿Quien si no podría provocar algo así en mi? -le respondí algo rojo.

-Pues tendremos que hacer algo con ésto...- dijo poniéndose en pie.

Me levanté a su lado algo extrañado, pues no sabía cómo iba a reaccionar ni qué iba a hacer.

-Voy a mostrarte algo que nunca olvidarás-.

Se dio media vuelta quitando su camiseta y bajando sus pantalones muy lentamente quedando en ropa interior azul cielo que marcaba mucho sus atributos femeninos.

No daba crédito a mis ojos ante tal belleza, tal cintura, tales caderas.

Se dio media vuelta quedando en frente mía con una mejillas tan rojas como cerezas.

-Todo esto es tuyo Stonii... y esto...- desabrocha su sujetador mostrandome sus grandes pechos.- Puedes tocarlos, pero se gentil...- dijo sonrojándose más.

Deslizo mi mano sobre su pecho muy lentamente. La dejo apoyada y hago lo mismo con el otro. Son increíblemente grandes y blanditos. Sus mejillas estaban sonrojadas y me percaté de que tapaba su rostro.

Inmediatamente quité mi camiseta y la abracé de la cintura muy delicadamente deslizando sus manos a mi cintura para descubrir su rostro.

-No tengas miedo-, susurré.- No voy a hacerte nada malo, estamos juntos en esto.- Sonrío y la beso tiernamente en los labios.

-Tranquilo estoy bien, es que es la primera vez que me tocan de esta manera y me dio cosita... Eres increíble-. Quita mi cinturón y baja mis pantalones dejándome en boxer negros que ocultaban mi miembro erecto.- Es muy grande... más te vale ser gentil, o me harás mucho daño al tomar mi virginidad-.

La tomé ligeramente de sus caderas y la abracé con mis manos ahí, percatándome de que estaba muy caliente intentando contener un gemido.

-¿Estás segura de que quieres hacerlo?- Pregunté sin apartar mi mirada de sus ojos.

-Nunca he estado tan segura de algo.- Toma mis boxer y los baja rápidamente dejando al descubierto mi pene erecto,cuya presencia la hizo sonrojar mucho.- Es más grande aún...-

Sus palabras me produjeron una mezcla de orgullo y sonrojo. Me dispuse a bajar su ropa interior muy lentamente cuando observé que estaban algo húmedas. Yo había producido eso.

-Sientate cariño... quiero verla- dije seguro de mí mismo no sin antes darle un pico.

Ella me hizo caso, abriendo sus piernas dejando ver su vagina rosada ligeramente humedecida.

Me coloco en frente suya, con una mano agarrando su cintura y la otra mi miembro acercándolo a la intimidad ajena.

Penetro lentamente primero con el glande, produciendo un gemido al unísono de mi amada. Prosigo muy despacito susurrando: "Aguanta Krysta, esto dolerá un poquito, pero no te dejaré sufrir".

Arremeto lenta pero intensamente la vagina de Krysta, tomando así su virginidad atenunando su gemido con un beso de mis labios manteniendo a su lengua entretenida.

Dejó caer una lágrima abrazándome con todas sus fuerzas y yo correspondiendo de igual modo. Comencé a moverme muy despacito produciendo gemidos de placer en mi amada.

-N-no te detengas... sigue...- me abraza con más fuerza sintiendo cómo sus pechos aprietan en mi torso. Aquella sensación era la mejor del mundo.

Haciendo caso a sus palabras, prosigo hasta que unos minutos después produzco que se corriera en un orgasmo, sacando mi pene y observando cómo trataba de contener sus gemidos fallidamente.

-Ay... Stonii... ha sido increíble... me ha encantado cómo la has tomado, has sido tan gentil que apenas me dolió... porque cuando dolía, tu estabas aquí conmigo... Pero tú no te has corrido aún... lo sien...-

No la dejo terminar cuando beso sus labios intensamente.

-Lo he pasado muy bien contigo, y es normal, ha sido tu primera vez y yo ya tengo experiencia... Disfruta cariño, no será la última vez, porque no me voy a ir de tu lado. Te amo Krysta, eres una chica muy especial...- me acerco y le susurro- La próxima vez no te dolerá nada-.

Me tumbo boca arriba en la cama tras limpiar la sangre de su virginidad tanto en mi miembro como en el suyo. La cama no se manchó increíblemente.

Ella se tumba sobre mi acariciando mi torso hasta que se queda dormida del agotamiento.

-Descansa mi vida, has estado fantástica... gracias por este día y la vida que nos queda juntos-.

Beso su mejilla colocando la manta encima nuestra y bisñumbrando una sonrisa en sus labios.

-Debe de estar tan feliz como yo...- Y me quedé dormido.



//////Bueno antes de acabar, aclaro que ninguna parte privada está inspirada en ninguna persona. Es decir que no me he inspirado ni en el pene ni en la vagina de nadie en concreto. Digo ésto para que nadie piense mal.

Espero que les esté gustando esta historia que, personalmente, adoro cómo se me está quedando

Saludos de Sunti~//////

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