Capítulo 21 Sentimientos Florecientes

1K 96 10
                                    

POV'S Vannesa

Después de que Bloody y yo habláramos nos dirigimos a nuestras habitaciones, había sido un largo día y ambos necesitábamos descansar.

Por suerte esa noche pude conciliar el sueño, sin esas malditas pesadillas, descansé como si nunca lo hubiera hecho en mi vida.

A la mañana siguiente me cambié de ropa, no sé porque razón ese día me tardé más de lo normal, antes sacaba lo que fuera del armario y me lo ponía, sin demasiada importancia. Pero esta mañana me dieron ganas de verme un poco más arreglada, opté por unos jeans negros, una blusa azul celeste de tirantes, y unas botas largas de color negro que me llegaban por debajo de la rodilla.

Salí de mi cuarto y me percaté de que Bloody ya había bajado a la cocina, pues un delicioso aroma me decía que él ya estaba preparando el desayuno, eso es muy lindo de parte de Bloody. Pues, a pesar de que supuestamente estoy aquí contra mi voluntad, me pone demasiada atención, es tierno, se preocupa por lo que me pasa... No lo sé, tal vez estoy empezando a ver más allá de lo que él hace como asesino, creo que... me esta empezando a gustar.

Bajé a la cocina, pero Bloody no estaba ahí, así que salí de la cocina y me dirigí al comedor. Ahí se encontraba un plato servido de un sándwich con un poco de tocino y un vaso con un jugo de color rosa. Al lado del plato se encontraba una rosa blanca adornada con un listón de color rojo y una nota enrollada en este.

Antes de comer me dispuse a leer la nota...

Mi hermosa flor blanca
lamento tener que dejarte
sola, prometo no tardarme
demasiado.
He ido a la ciudad en
busca de provisiones y algo de ropa
para ti.
Te espera una sorpresa
cuando llegue.

Att. Helen Otis

Cuando terminé de leer la nota me sentí un poco triste, quería pasar la mayor parte del tiempo posible con él. Me dispuse a terminar mi desayuno y luego subí a mi habitación, decidí sacar las pinturas que una vez había encontrado adentro de mi armario, saqué uno de los cuadernos y empecé a pintar, aunque debo admitir que estas pinturas ya estaban muy gastadas, pero me tenía que conformar con eso. En ese momento recordé todos y cada uno de los retratos que Bloody había pintado, sentí un cálido sentir sobre mi pecho ante aquel recuerdo, así que decidí dibujarlo a él.

Estaba tan concentrada e inspirada que no conseguía la suficiente saciedad con las pinturas que poseía, quería conseguir más colores y matices diferentes para poder darle más realismo al retrato, daba pinceladas y coloreaba con entusiasmo.

En ese momento pude escuchar pasos en la parte de abajo, seguidos de una dulce y familiar voz.

Bloody - Vannesa, ya estoy aquí linda. Baja por favor.

Antes de bajar guardé el cuaderno en un pequeño escondite que no hace mucho había encontrado, estaba en una pared, podía quitar un pequeño tablón de madera para luego encajarlo a la perfección, nadie podría saber aquello.

Luego de haber guardado el dibujo me dirigí a abajo para reunirme con Bloody, traía lo que parecía ser un portafolio de color negro y lo que parecía ser una mochila bastante grande.

Vannesa - Hola Helen - Lo abracé y le dí un beso en la mejilla. La verdad me agradaba más decirle Bloody, pero al parecer él quería que lo llamara Helen, así que decidí complacerlo, por lo menos por un día.

Instinto (Bloody Painter) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora