Capitulo 12: Angelical.

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—Élian.

—Lo sentimos, después de hacer varias investigaciones, hemos encontrado que la situación financiera de Silver Psi no está lo suficiente estable, no nos queda más remedio que cerrar las instalaciones por tiempo indefinido mientras encontramos una solución a todo este desastre.

Ahí estaba yo, entre todos los trabajadores de Silver Psi, escuchando como daban fin a el empleo de tantas personas, se había acabado. Las protestas de los ex-empleados furiosos no tardaron en hacerse notar, yo también me uno a ellos a pesar de que conozco un poco más del contexto de la situación, puedo ver desde mi posición a Patrick y este me devuelve la mirada, es el único de los ejecutivos que realmente se preocupó por evitar la situación del cierre temporal pero sus ideas no fueron escuchadas.

Vuelvo a casa, mi cabeza se golpea varias veces en la ventana del autobús, me siento deshecho y estoy bastante confundido, no estoy procesando correctamente que acabo de perder mi empleo; el aire caliente golpea me golpea el rostro, no pasan de las dos de la tarde, este día está siendo una mierda y ni siquiera ha acabado.

Las cosas empeoraron justo en los días próximos a mi cumpleaños, entro al edificio y el administrador me saluda pero lo ignoro, me siento incapaz de llorar pero quiero hacerlo, se que ahora mismo no estoy en mi mejor momento, siempre he tenido problemas para salir de las malas rachas, aunque trato de pensar de forma positiva estoy seguro que comenzaré a pasarlo muy mal en los próximos días.

—¿No estabas en el trabajo? — me pregunta Diego un tanto confundido — ¿saliste temprano?

—Me despidieron, bueno, cerraron temporalmente la empresa — le respondo — es una larga historia.

Observo el paquete mal envuelto, Diego me sonríe de forma nerviosa y desaparece en la cocina, es una pintura de mi enviada por Patrick por motivo de mi cumpleaños, no estoy de humor para pensar en ello.

...

Mis problemas se sienten pequeños cuando estoy a una altura considerable, tengo los audífonos puestos ya que solo así puedo disminuir la cantidad descomunal de pensamientos, no puedo evitar no sentirme como un fracaso, tengo diecinueve y siento que no he logrado nada importante. No tengo idea de donde esta Shane, Diego me contó que estuvo en el departamento pero no quiso decirme a donde se fue, he de suponer que vio la pintura que me envió Patrick y por eso se ha marchado.

Alguien me sacude desde atrás provocando que pierda el equilibrio, el dolor punzante en mi brazo derecho me regresa a la realidad y me aferro con fuerza a la única persona que me sostiene, sus ojos marrones tienen un destello de miedo.

—¡No me sueltes Jona! — grito, mi brazo se siente como si estuviera por partirse a la mitad.

—¡No te sueltes! ¡voy a subirte! — se le quiebra la voz.

De un fuerte tirón ambos colapsamos en el duro concreto y me doy cuenta que sigo vivo, Jona respira con irregularidad ante el esfuerzo de subirme de un jalón.

—¡Pudiste matarme! — sin pensarlo dos veces le doy una bofetada — ¡¿qué rayos te sucede idiota?!

—¡No iba a hacer eso!.. ¡Nunca! — me da un fuerte abrazo — no pretendía hacerte daño.

—Eres un tonto — le respondo en medio del llanto — grandísimo tonto.

—Lo siento — me susurra abrazándome con fuerza — lo siento mucho.

...

No puedo dormir, es de madrugada y no tengo noticias de Shane, Diego al final me contó que él volvió a su departamento a buscar unas cosas pero no regreso y eso me aterra. Tomo mi abrigo junto con las llaves del departamento, poco me importa que sea muy tarde, mi preocupación es mayor, afortunadamente tengo anotada la dirección de Shane en mi teléfono, no vive muy lejos pero la zona es conocida por tener mala fama.

Los Chicos De Alquiler No Se EnamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora