Volví a verte cuando salí de la escuela.
Esta vez, leías un periódico amarillento. Tus manos temblaban, y parecías estar llorando.
Chica de la cornisa, ¿Por qué llorabas?
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La chica de la cornisa
Short StoryElla se sentaba todos los días en la cornisa de una casa, mirando a la nada. Él la vio, y no pudo olvidarla.