Cuando fue tu cumpleaños, compré una torta para ti, y también, te regalé un paraguas.
"Para que no vuelvas a enfermarte." Dije y comenzaste a reírte.
Luego, te abracé, y en tu oído musité "Feliz cumpleaños."
Te apartaste un poquito de mi, y entonces ¡me besaste!
Chica de la cornisa, ese fue el día más feliz de mi vida.
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La chica de la cornisa
Historia CortaElla se sentaba todos los días en la cornisa de una casa, mirando a la nada. Él la vio, y no pudo olvidarla.