Le conté a un amigo que me gustaba alguien, y él me convenció de invitarla a salir. Ese alguien eras tú.
Aunque tenía miedo de que me rechazaras, me animé.
Te pregunté "¿Quieres venir a una cita conmigo?"
Bajaste la vista, pero pude ver cómo te ruborizabas.
Me contestaste en voz muy baja, casi en un susurro "Lo siento, pero yo no salgo de esta casa."
Chica de la cornisa, ¿qué era lo que te retenía allí?
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La chica de la cornisa
Short StoryElla se sentaba todos los días en la cornisa de una casa, mirando a la nada. Él la vio, y no pudo olvidarla.