Cap. 6

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Me despierto. Son las 10:00h. Es sábado. Miro el móvil para comprobar si tengo alguna llamada de la madre de William. Nada. Me visto y bajo a desayunar. Después, decido salir a tomar el aire. Al pasar por delante del buzón veo que no está vacío. Hay una carta. La abro y la leo mientras salgo a la calle. - ¿Qué? ¿Quiere que nos escapemos?- pienso. - Pero... ¿Qué le digo a mis padres? ¿Que voy a escaparme unas semanas con un chico al que han expulsado varias veces? No, no me dejarían.

Sigo andando durante un rato largo para pensar en ello. - Si no se lo digo podría ir. Cogería la bicicleta e iría, ya que según las indicaciones, no está tan lejos. - Cuando ya lo tengo decidido, voy a comprar un sobre y un sello. - Sí, voy a ir. Será divertido, ¿no? - La envío y vuelvo a casa para ir preparando las cosas que me voy a llevar. - Esperaré a que se duerman mis padres para coger la bicicleta. ¿Le debería decir algo a la madre de William? ¿Aunque sea para que sepa que no le ha pasado nada? Dejaré una nota en el buzón de su casa diciendo que está bien.

Llegada la noche, meto mis cosas en la mochila y compruebo que se hayan dormido ya mis padres. -¿Me dejo yo también el móvil? Sí, será mejor que no lo coja. - me digo a mí misma.

Cojo la bicicleta intentando no llamar la atención. Miro el reloj. Son las 23:30h. Miro la casa sabiendo que no la veré en un tiempo. Me pongo los cascos y salgo. Un rato más tarde, mientras pedaleaba con las instrucciones en la mano, pensaba en lo que me dirían mis padres al volver. Seguramente me castiguen de por vida. Espero que merezca la pena.

Después de unas horas, decido pararme para descansar. Veo a lo lejos una gasolinera y me acerco para parar y comer una bolsa de patatas que me había metido en la mochila. Entonces, vi un camión con el maletero abierto. Como parecía que no había nadie, entré y me tumbé en una esquina del maletero, me puse la capucha de la sudadera y cerré los ojos.

***

Abro los ojos y veo que sigo en el maletero de ese camión. Unos segundos después, descubro que está cerrado y que está en marcha. - Espera... ¿¡Es de día!? - asustada, miro por una pequeña ventana que hay. Intento ubicarme pero no sé dónde estoy. Un rato después veo que se va a parar. El conductor se baja y le oigo hablar con otra persona. Tienen una voz grave, como la de los típicos camioneros de las películas.

- Vamos, ayúdame a llevar estas cajas al garaje. - dice uno de ellos. Me doy cuenta de que van a abrir el maletero y me escondo detrás de la caja más grande que veo.

- Veamos. - dice el otro, abriendo las puertas del maletero. - Cogemos primero éstas y luego las grandes. - dice, señalando las más pequeñas.

- Vale. - responde el otro.

Cuando oigo que van a llevarlas al garaje, aprovecho para salir corriendo de allí. Me alejo hasta que ya no me puedan ver. Miro a mi alrededor. ¿Dónde estoy?


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