Capítulo XXII.

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Desde ese día, las cosas con Evelio, habían estado muy raras. Podíamos ser mejores amigos, pero jamás faltaban esas ganas de poder besarlo.

Ya no hablábamos por chat, pero siempre aparecía en "Línea". Y puedo asegurar que era por estar hablando con Camila.

Justo antes de dormirme, entraba una llamada de él, a la cual me era imposible ignorar.

Hablábamos horas y horas. Me encantaba oír su voz, a aunque a veces se quedara dormido, eso me hacía feliz. Él me hacía feliz. Nuestras conversación variaban, desde "¿Cómo estuvo tu día?" hasta cosas como "¿me darías una oportunidad?". Y para aclarar, él preguntaba eso último, yo no. Y aunque intentara decir que "no" simplemente respondía "aunque me gustas, no".

Los días transcurrían tan rápido, que apenas tenía tiempo para notarlo. El último mes de ciclo escolar llegó. Y con él, los arreglos de graduación, el estrés de poder pasar los finales, y ensayos inagotables de teatro, para la presentación final.

—Mis niños, les tengo una sorpresa.

—¿No abra ensayo hoy?— dijo José sin interés.

—No—respondió mis Alisson enojada.

Esta semana, todos se habían tomado un descanso, y solo era obligatorio asistir el día de tu club. Ejemplo: Lunes Cocina y baile.

Para la desgracia de mis compañeros actores, por nuestra falta de ensayo e interés, tuvimos que asistir toda la semana.

—Conseguí, una visita exclusiva a el teatro nacional— dijo muy entusiasmada la maestra.

Una visita exclusiva al teatro nacional, sería estupendo. Me encantaría ir.

—Que emoción— dijeron unos con sarcasmo.

Aunque a mí me encantara el mundo de la actuación, no demostraría mi interés a la visita al teatro, siendo la única.

—Así que aquí, tienen unos formularios — dijo Miss Alisson, mientras repartía uno a cada uno –Para la autorización de sus encargados—.

Evelio estaba justo al lado mío.

—Que aburrido— susurro mientras me daba un ligero codazo.

—Pienso, que tal vez sea divertido— dije fingiendo un poco de desinterés.

—¿Vas a ir?— preguntó mientras doblaba la hoja que tenía en sus manos.

—Probablemente— Me encantaría ir, pero todo depende de mi mamá. —¿Y tú?

—Si tú vas, yo voy— Dijo con una sonrisa coqueta. Pude sentir el ligero color que se había creado en mis mejillas. Le devolví la sonrisa, y baje la mirada.

—Empecemos con el ensayo de hoy— dijo la maestra mientras se sentaba en una silla.

Me pare de mi lugar y empecé a decir lo que me sabía de mis líneas. La obra que interpretaríamos, era una clásica "Romeo y Julieta".

Al ser la única mujer, me vi obligada a interpretar a "Julieta". Y para mi suerte, y la de Evelio, al ser el hombre más alto, el interpretó a Romeo.

Algo irónico... ¿No creen?

El ensayo, duro aproximadamente 1:20 minutos.

-Muy bien, solo que Vicky, debes de decir tu parlamento más despacio- Dijo Miss Alisson mientras se levantaba de la silla –José, debes de aprenderte tus líneas. Y Evelio- puso una cara de decepción mientras negaba ligeramente con la cabeza –Tu debes de ser más expresivo- Todos rieron.

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora