F I V E ✅

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NARRA NATALIE.

Mi cuerpo está sobre los brazos de alguien, lo puedo sentir, mis ojos aún no se abren del todo aunque trate, la luz del sol me afecta es por eso que tapo mi rostro con mis manos.

Tengo que abrir mis ojos aunque me cueste... Lentamente los abro, y cuando ya los tengo abiertos, no puedo creer a quién estoy viendo. Quien está frente a mí es el chico de la flecha.

De cerca es mucho más guapo a como lo había visto en el bar a oscuras. A pesar del semblante serio que lleva.

Su piel clara pero bronceada ligeramente le va muy bien con el color negro de su cabello alborotado, unos ojos impresionantes, sus labios rosa, cejas pobladas...

Su piel clara pero bronceada ligeramente le va muy bien con el color negro de su cabello alborotado, unos ojos impresionantes, sus labios rosa, cejas pobladas

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Dejo de admirarlo para darme cuenta de la situación en la que estoy ahora mismo, comienzo a moverme como gusano en sal sobre sus brazos. ¿¡Qué hago yo en sus brazos!?

— Tranquila -es lo que le entiendo, no lo escucho bien, seguro por el fuerte ruido que me causó el estallido de la bazuca.

— Maldito pervertido ¿Por qué estoy aquí?

Él me cubre la boca con su otra mano, al parecer estoy gritando. Miro a mi alrededor, estamos escondidos detrás de un auto, mientras se escuchan balazos por doquier.

— No grites -eso sí le entiendo y ya comienzo a escuchar mejor. Asiento- te desmayaste, te vi en el piso y decidí traerte conmigo.

— ¿Viste a los demás que estaban conmigo?

— Solo al anciano y al tonto que estaba junto a ti en el piso.

— 10k... -digo fuerte. El chico me indica silencio- sí sí, pero él no es ningún tonto... ¿Sabes si él está bien? -pregunto preocupada.

— Supongo que sí, el anciano prefirió llevárselo a él primero antes que a ti, pero yo te salvé... De nuevo -sonríe victorioso- es que un "mordedor" te iba a comer y no iba a permitir eso.

No le respondo, en vez de eso me acurruco en su pecho pensando muchas cosas.
Como estamos sentados en el piso, veo una mancha de sangre en el piso, me asusto muchísimo.
Pienso de inmediato que mi periodo ha llegado, pero calculo y todavía falta para eso, así que mi otra opción es que estoy herida. Trato de no tomarle importancia. Me duele el cuerpo.

Jared, sígueme.

Volteo con dificultad para poder ver quién ha dicho eso, ahí está el hombre latino.
El chico me carga y yo suelto un quejido de dolor. Corre siguiendo al hombre hasta una pared.

— Tengo que llevarla a algún lugar seguro -dice el arquero.

— Ella tiene su grupo, Jared. No debiste haberla traído con nosotros.

— ¡Oye! Yo no pedí que este tipo me traiga con él, así qu...

— Por favor, papá.

¿Papá? Me callo unos segundos. O sea... El latino... ese hombre... Es papá de este chico... Wow...

MY WAY » ZNationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora