Apocalipsis zombie.
No es ficción, es la vida real.
Donde conoces a personas quienes se vuelven parte importante para ti, pero luego con el pasar del tiempo desaparecen.
Sin embargo, siempre tengo en cuenta y sé que debo seguir mis instintos, mi cam...
En el bus todos vamos en silencio, 10k mira con odio a Murphy...
— Ven -Jared se pone frente a mí, haciendo que lo mire y ofreciéndome su mano. Tomo la suya y juntos caminamos a mi habitación- necesito que cierres la herida -cierra la puerta detrás de él.
— Está bien -le indico que se ponga sobre mi cama, mientras yo traigo los materiales que usaré para poder curarlo. Al tener todo listo me acerco a él- Ok, creo que te va a doler más que la vez anterior... -digo al sacar lentamente su camisa para tener mejor comodidad al hacer la curación- ¿Cómo sucedió esto? -coloco alcohol y agua oxigenada a la herida, Jared se queja.
— ¿Quieres hablar de eso ahora? -presiona los dientes.
— Pues -preparo la aguja e hilo- ya te pregunté. Además... -meto la primera puntada a su piel, él suelta un quejido varonil- te distraerá...
— Bien -sonríe jadeante. Cierra los ojos y suspira- Papá era agente de la DEA, combatía el tráfico de drogas en Texas, trabajó con la fuerza conjunta para desmantelar el cartel de los Zetas -yo sigo cosiendo- intentaron comprar a Javier, le prometieron millones...
— Jar -lo interrumpo y me detengo- ¿Eso qué tiene que ver con lo que te pasó?
— Déjame terminar, todo tiene un fin... -suspira y yo continúo- Javier se negó, obviamente... fue ahí que la oferta de los Zetas cambió... Nos raptaron, a mamá, mi pequeña hermana y a mí, ofrecieron matarnos rápido, con lentitud -al escuchar eso me detengo de nuevo. Miro a Jared y él mira a la nada- entonces uno de los jefes Zetas se apareció, dijo que le haría un favor y que Javier se lo debería... -mueve su cabeza, parpadea y voltea a mirarme- continúa cosiendo... -y ahí reacciono. Asiento- Luego papá dijo que sí -continúa- con la única condición que nos ayudara. El jefe de los Zetas dijo: "trato", y al segundo... -traga duro y se queda callado unos segundos- Las asesinó, a mi madre y a mi hermanita, frente a nosotros. No me mató... porque dijo que veía potencial en mí para ser un Zeta más adelante, y todo porque no lloré sus muertes en ese momento... Ese día -suelta una lágrima- fue ahí, que el Apocalipsis comenzó para nosotros, mi madre fue la primera a la que mi padre y yo vimos convertirse... -la herida ya está terminada de coser y pongo el vendaje correspondiente.
— Lo siento, Jar... yo no sabía -suspiro- Pero... ¿A qué viene lo que me cuentas?
— Con Javier fuimos a buscar al asesino, Roberta nos siguió y pensó que estábamos con los Zetas, luego uno de ellos me disparó muy cerca a la herida que ya tenía, solo pasó muy cerca a mi piel pero fue lo suficientemente fuerte como para abrir la herida, ahí ella se dio cuenta que no teníamos nada con ellos.
— ¿Y alguno de esos Zetas que vieron hoy, era ese. Lo mataron?
— No, ni uno de esos era, en realidad ni uno de nosotros recuerda su rostro, solo sabemos que tiene un tatuaje de un rostro en el brazo.
— ¿Cómo puedes saber si sigue vivo?
— Alguien tan desgraciado, debe seguir vivo y lo encontraré algún día...
Me quedo en silencio, en realidad yo era una de esas chicas que le gustaba vivir en su propio mundo, sin odiar a nadie, de hecho no me gustaba que la gente sintiera rencor, aunque haya sido una caprichosa antes, ahora... todo ha cambiado, todo. Y entiendo el odio de Jared, yo también buscaría venganza. Jared se levanta de mi cama, quedando frente a mí con su torso desnudo, mostrándome su gran altura y cuerpo.
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