Apocalipsis zombie.
No es ficción, es la vida real.
Donde conoces a personas quienes se vuelven parte importante para ti, pero luego con el pasar del tiempo desaparecen.
Sin embargo, siempre tengo en cuenta y sé que debo seguir mis instintos, mi cam...
Jared y yo hacemos buena pareja... para combatir. Porque no dejamos a ni uno de estos 4 enmascarados vivos.
Ahora que se acabaron los balazos ruidosos, nos dirigimos con Javier y Roberta. Ellos se posicionan frente a un hombre, no llego a escuchar mucho su conversación...
— Queremos escapar de la radiación, ¿También ustedes?
— Sí, vamos al este -Roberta mira el camión- diría qué... Armaron algo grande.
— Sí -dice el hombre con una sonrisa- sí, señora. Bueno antes de los zombies dirigía viajes largos, ahora es más fácil conseguir visa -mira un auto detrás de él, lo señala- mi hijo y yo reconstruimos este auto desde cero -ahora avanza hasta caminar entre nosotros- ese -señala otro camión- lo conducía de adolescente, en mi último año de preparatoria, y mi hijo y yo vamos a reconstruir ese jeep, pero -suspira- es momento de retirarme, los refugiados tienen un techo y encargamos lo necesario cuando lo encontramos.
De la nada se acerca un hombre hacia mí y Roberta. Javier, Jared y yo nos ponemos alertas, Warren solo se cruza de brazos.
— Oigan, ustedes son unas mujeres violentas y hermosas, es como Boom! Son unas asesinas -dice notablemente emocionado- a sangre fría -se aleja riendo.
Entre nosotros nos miramos de forma rara.
— Lo llamamos "niño problema"... Es hijo de mi hermana...
Y... me aburre escuchar a aquel hombre, por lo que me llevo a Jared a nuestro mundo.
— No confío en ni uno de ellos -le digo.
— Yo menos, y dudo mucho que mi padre lo haga, así que...
— ¿Qué?
— Escapémonos en tu bus, construyamos algún fuerte en una cárcel o escuela abandonada, no lo sé -ríe- pero tú y yo.
— ¿Y podemos traer a alguien más?
— Depende de quiénes sean.
— Obviamente Javier y Roberta -le sonrío.
Luego de estar conversando y examinando el perímetro, nos llama Roberta.
— ¿Robarles y matarlos? -dice la mujer mirando a Javier- sé lo que piensas.
— No es una mala idea -hablo- seríamos más en número, comida, agua, refugio, pero...
— ¿Pero qué?
— Pero -interviene Addy- hay enfermos y dudo que lleguen vivos a donde sea que se dirigen ellos.
— A Edmonton -contesta Javier.
— Ese vagón azul está a punto de explotar -comenta Roberta en referencia a aquel auto que transporta a unos enfermos.
.
NARRA 10K.
Todos los hombres ayudamos a levantar un auto que ha quedado a un lado.
De pronto siento que corren muy cerca de nosotros... Rápido tomo mi arma y me dispongo a disparar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
