Misión 13: Max! Charles!

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Traté de dormir pero mi mente seguía dando vueltas en aquel beso intenso que Charles me había dado en la cabaña. Había sido tan diferente a mis besos con Max o con Steve. Llevé mi mirada a él, estaba en el otro sofá dormido. Lucía tan tranquilo, me había tratado de asesinar y aún así no deseaba matarlo. Por qué?

Traté de dormir nuevamente y lo logré, desperté muy adolorida, el sofá era incómodo y todo lo que me había sucedido el día el anterior había influido. La niña rubia estaba escondida observándome detrás del brazo del sofá, yo le sonreí y ella salió corriendo. Charles no estaba, seguro había salido temprano por ayuda.

La mujer me acercó algo caliente para tomar, realmente lo necesitaba. El frío era espantoso. Pasaron dos horas y Charles no regresaba, intenté ponerme en pie pero el dolor de mi tobillo me lo impedía. Estaba empezando a impacientarme.

La niña de unos 3 o 4 años me había traído todos sus juguetes para que los viera. Era adorable. Al menos eso me entretuvo un tiempo hasta que la puerta se abrió y Charles apareció. Di un respiro de alivio.

Daisy llegó una media hora después, agradecimos a la familia por su ayuda y Charles me sacó en brazos hasta el Quinjet. Saludé a Daisy y nos dirigimos a la base.

Al llegar Charles me llevó nuevamente en brazos hasta un tipo de enfermería que la doctora Campbell había improvisado en la base. Ella tomaba mis signos mientras Charles esperaba su turno. Vi a Max entrar desesperado y golpear a Charles quien estaba desprevenido.

-Eres un maldito! (gritó Max)

Charles se limpió la sangre del labio y se levantó, tomó a Max del cuello y lo apoyó contra la pared con fuerza botando una pintura.

-Max! Charles! Deténganse! (dije asustada)
-Yo por qué? Él comenzó? (era Charles)
-Basta, Charles! Suelta al agente McCall. (era Coulson)
-Te salvaste de ésta vez. (Le escupió Charles a Max, salió enojado y Coulson lo siguió)
-Qué te sucede, Max?
-Qué me sucede? Te parece poco mi preocupación toda noche sin saber de ti? saber quién sabe qué te había hecho ese psicópata?
-Estoy bien! No salieron las cosas como lo planeamos, estuve a punto de morir ahogada, luego de hipotermia y Charlie me salvó la vida.
-Ahora es Charlie? Les sirvió de algo el tiempo a solas por lo que veo.
-Ah! Ya sé lo que sucede contigo, estás celoso.
-No estoy celoso.
-Sabes qué? Quiero que te quede claro Max, que tu y yo no somos nada. Te lo dije y te lo repito nuevamente. Somos amigos, nada más.
-Eso lo sé, no tienes que repetirlo.
-Agradezco que te preocuparas por mí pero no me gusta esa actitud tuya de hacerte el león marcando territorio porque no te queda.
-Yo no...
-Sí, lo haces! (le grité) eres un celoso y olvídate de todo lo nuestro.
-Lo nuestro? Sabes qué? Eres una mal agradecida. No voy a seguir discutiendo. (él dio media vuelta y salió)
-A dónde vas Maxwell McCall? Aún no termino contigo. (me sentía impotente no podía ponerme en pie, la doctora había escuchado todo y me apenaba)
-Yo sí, Piper Stark!! (me escupió y me llené de ira, odiaba que me dijeran así)

Luego de bajar un poco la inflamación de mi tobillo me ayude de una muleta para llegar a mi habitación, veo que Max se llevó sus cosas. Charlie entra comiendo una bolsa de papas tostadas y me ve algo extrañado.

-No vengas a decirme nada porque no estoy de humor. (le digo)
-Quieres? (él me ofrece papas y me da una sonrisa, veo su labio está roto e inchado. Todo por mi culpa)
-Gracias! (meto la mano en la bolsa, sacó un par y trato de comerlas aunque sinceramente no tengo hambre)
-Problemas maritales, Halliwell?
-Muy gracioso! (digo mientras busco algo de ropa)
-También reaccionaría así si fuera él.
-Max y yo no somos nada.
-Pero él ha creído lo contrario.
-Tú qué sabes?
-Yo lo creería si todas las noches me besaras y me hicieras el amor.
-Te estás pasando de la raya. Y no han sido todas las noches.
-Te confesaste tu sola. (dijo él con diversión mientras se acostaba en mi cama)
-Bien, he tenido sexo con él pero ya no más. No lo amo. (le dije en un susurro, porque le estaba diciendo todo eso a Charlie?)
-Entiendo! Es normal después de salir de una relación con anciano.
-No te burles de Steve, aunque no sea su novia lo amo aún.
-No lo amas.
-Qué sabes tú?
-No te hubieses acostado con Max.

Vi a Charles a los ojos tenía razón o sólo lo hacía para molestarme?

-Quizá, cometí un error pero aún amo a Steve.

-Mmm...

Me senté en la cama y vi a Charles a los ojos, había un brillo espectacular en ellos. Era como si de verdad estuviese siendo mi amigo.

-Por qué me dices todo esto?
-Yo estoy enamorado, Prue.
-Tú?? No te creo.

-Llevo 6 meses de no tener sexo y créeme que ha sido difícil porque soy muy activo, ya sabes. (él enarcó una de sus cejas) he tenido la oportunidad de hacerlo con una chica aquí, muy ardiente por cierto pero no lo he hecho, ya que, no dejo de pensar en la otra chica que amo.

Me sentí incómoda al escucharlo, estaba segura que era para molestarme.

-Ya le dijiste a la chica que te gusta?
-Sí pero no me cree, me rechazó y me dijo que soy un idiota.

Sonreí y él también.

-Lo eres!

Danielle entró corriendo tomó algo de ropa y entró al baño.

-Y ésta? (dije viendo a Charles)
-Si te digo no lo creerás. (él sonrió maliciosamente)

Danielle salió después de ducharse, llevaba una ropa playera, se cepilló el cabello y se fumigó con su perfume hasta mas no poder, luego nos sonrió saliendo de la habitación. Charles me dijo lo que había visto en la tarde cuando estaba en la sala de juegos, Danielle y Max habían estado muy cariñosos, besándose y diciéndose cosas al oído. La verdad no sabía si creerle pero luego pensé en que Max estaba despechado y al ver a la chica dispuesta a todo con él se iba a aprovechar de eso.

Las cosas entre él y yo nunca serían las mismas. Era una lástima, ya que, lo apreciaba. Él había estado conmigo en momentos difíciles. Ahora seguro me odiaba. Deseaba llamarlo e interponerme en lo que haría pero pensé que ese ya no era mi problema sino de ellos.

Cuando terminé de acomodar mi ropa en la pequeña cómoda junto a mi cama vi a Charles dormido con la bolsa de papas tostadas en su abdomen, tenía la camisa llena de boronas debo aceptar que se veía algo tierno. Pensé en lo cansado que debía estar después de lo de ayer. Me senté a su lado, aparté la bolsa de papas, limpié las boronas de su camisa y vi su rostro.

Me estaba compadeciendo de Charles? Estaba empezando a pensar que me estaba volviendo loca pero de todas formas le debía mi vida, me había salvado dos veces y yo... yo estaba en deuda con él, ahora.

Tomé mi ropa y me duché, luego de salir vi a Charles aún dormido en mi cama. Fui a el escritorio de la habitación y abrí la laptop para ver mi correo. Tenía muchos por revisar.

Prue Halliwell: Misiones Secretas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora