Misión 18: Ella está muerta...

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-Qué sucedió? (le pregunté)

Él me dio un gesto doloroso en el rostro. Podía ver las lágrimas brotar de sus ojos color miel que ahora estaban oscuros y perdidos en el sufrimiento.

-Charlie, dime que pasó? No me dejes así. (él seguía con la vista pérdida)

No gesticulaba nada así que sólo lo abracé muy fuerte rodeando su cintura y me aferré a su pecho. Podía escuchar el sonido de su llanto, era tenue y desgarrador. Él llevó sus brazos a mi cuerpo y me abrazó apoyando su sien en mi cabeza.

Luego de un tiempo sentía como mi cuerpo temblaba por el frío de la lluvia, traté de concentrarme para controlar el agua y evitar que la lluvia cayera sobre nuestros cuerpos pero era imposible. Estaba sufriendo con él sin saber por qué?

Sentí a Charles separarse y tomarme de los brazos, luego me vio a los ojos fijamente.

-Perdóname! (me dijo)

Asentí al ver el dolor en su mirada.

-Sí, te perdono.

-No puedo olvidar tus ojos, tus ojos grises aquella madrugada cuando te golpeaba bajo la lluvia. Todo tu sufrimiento lo he cargado todo este tiempo.

-Charlie... Eso quedó en el pasado. Anoche lo olvidamos para siempre cuando me entregué a ti.

-No... no, yo nunca lo voy a olvidar.

-Debes hacerlo.

-Estoy pagando lo que te hice! (él dijo y yo lo vi confundida)

-De qué hablas?

-Ella, ella está muerta...

-Quién? (Vi a Charlie ceder y arrodillarse, yo me incliné mientras lo tomaba del rostro) Quién, Charlie? Dime...

-Mi madre. Ella se fue... ya no está.

Charles estalló en un llanto mientras yo lo abrazaba en el suelo, no pude evitar que mis lágrimas salieran al verlo destrozado.

-Perdóname, Prue! Perdóname!

-Sí, lo hago.

Sabía que no era el momento pero necesitaba hacerlo, lo tomé del rostro y lo besé, le di un beso dulce y pasivo. Quería tranquilizarlo, expresarle cuanto lo amaba en un tierno beso. Decirle que estaba ahí para él. Charles respondió a mi beso con dulzura y me tomó rostro, vio mis ojos fijamente y me abrazó.

Nos pusimos en pie y lo llevé a mi habitación, quité su ropa húmeda y lo abrigué con una ropa prestada del señor Collins. Cambié la mía, me quedé junto a él, se recostó en mi vientre mientras sollozaba y me decía como había muerto ella, yo peinaba su cabello castaño con mis dedos tratando de contener mi llanto. Charles estaba sufriendo demasiado, debía ser fuerte por él.

Su madre había tenido un coma diabetico mientras manejaba. Su auto colisionó de frente con camión de basura, murió instantáneamente. Había pasado algunas semanas atrás, su tía lo buscó pero nunca dio con su paradero.

Lo dejé dormido en mi cama al escuchar el auto de los Collins llegar. Los saludé y me dijeron que Maggy tendría la salida por la mañana. Me disculpé por salir así. Maggy les explicó el porqué y me sentí mal. Aunque ya no podía sentirme peor con todo lo que había sucedido con Charlie. Les pedí permiso para que él se quedara, ya que, no quería dejarlo sólo. Ellos no objetaron y más bien me ofrecieron su ayuda en lo que necesitara Charles.

No tenía como agradecerles, él estaba en shock y yo no sabía cómo ayudarlo más que permanecer junto a él. Por la noche él no quiso cenar, le preparé un té con ayuda de Hilda, la cocinera, uno que lo relajara y lo hiciera dormir.

Prue Halliwell: Misiones Secretas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora