Misión 22: El Fénix resucitó.

146 11 2
                                    

Me puse de puntillas de nuevo mientras lo besaba. Charles estaba mejor de sus heridas, el chupete había desaparecido y yo seguía apenada por lo que había hecho. Pasó una semana más y Charles volvió a las misiones.

Fénix, Knight, Ling, Daisy y yo habíamos ido a una misión a Dinamarca. Todo iba bien hasta que perdimos contacto con Luisa. Sabíamos que era una chica ágil y fuerte, siempre aparentaba estar acabada cuando se ponía en pie nuevamente para atacar. De ahí su sobrenombre. Fénix, ella podía tener varios disparos en su cuerpo y aún así se levantaba para pelear sin problema pero este día fue la excepción. Buscamos en la antigua base de HYDRA, habíamos acabado con todos los hombres.

Encontramos a Fénix en el suelo, Knight la revisó, estaba viva pero inconsciente. Tenía tres disparos cerca en su pecho, aún respiraba pero su pulso era débil. Estaba perdiendo mucha sangre.

Llegamos a la base, Ling había tratado de mantenerla estable pero la estábamos perdiendo. Por alguna razón me sentí decaída. Estaba preocupada, tenía un mal presentimiento. Luego de dejarla en la enfermería caminé hacia mi habitación aunque nunca llegué.

Desperté en los brazos de Max, él me hablaba para que reaccionara.

-Prue! responde! Prue, mírame, soy yo Max.

Vi a otros agentes ayudarlo para hacerme responder, acercando agua y algodón con alcohol.

Desperté nuevamente en un sofá, Charles me tomaba de la mano y acariciaba mi cabello.

-Despertaste al fin! Estaba a punto de llevarte a un hospital! (dijo él)

-Qué me sucedió? (pregunté)

-Te desmayaste. (Vi a Max junto a Jemma, ambos se veían preocupados) Me preocupaste mucho! (Charlie me abrazó)

Mi desmayo lo provocó una baja de azúcar, no había almorzado ese día y había hecho grandes esfuerzos más la preocupación de Fénix. Quise saber de ella y Jezebel me dijo que aún estaban tratando de salvarla.

Al siguiente día fui a verla, ella estaba fuera de peligro, una de las balas estuvo a milésimas de tocar su corazón, entré a la enfermería y encontré a McClean dormido en una silla. Él la amaba, eso lo sabía aunque ella no daba muestras de corresponder ese amor. Era algo triste.

Al ver que ella estaba bien, salí de la enfermería. Fui al comedor y vi a Max, estaba entretenido hablando con Ava. Fui con Connor y su hermana. Charles había partido a una misión muy temprano. Trabajé el día entero en la oficina, Coulson me había pedido ayuda para archivar algunos informes. Cuando Fénix despertó fui de inmediato a verla.

-Agente Martinez! Cómo estuvo su siesta? (le dije y ella sonrió)

-Dolorosa.

-Y el Fénix resucitó de las cenizas! (era Charlie, venía llegando de su misión, traía una mano envuelta en una venda. Me asusté demasiado)

-Charlie, amor! Qué te sucedió? (me acerqué para besarlo y ver su mano)

-Hey, sabandija! (era Fénix, ellos se trataban mal pero así era su amistad) Que te sucedió?

-Nada, querida arpía... estoy bien! (él quita el vendaje y veo que tiene una laceración en la palma de su mano, nada serio.)

-Me asustaste! (le digo)

-No soy tan bueno para pelear con dagas como tú! (me dice con una sonrisa)

-Hierba mala nunca muere. (dice Fénix mientras ayudo a C.C. a curar su herida)

-Lo dices por ti, querida hiedra venenosa? (responde Charlie y los tres reímos)

En ese momento llega McClean. Charlie y yo nos quedamos en silencio, supe que pensábamos lo mismo al vernos a los ojos. Sonreímos al escuchar a Luisa hablar muy tenue con McClean. Él se acerca, le da un beso a ella en los labios y sale. Charles y yo vemos a Fénix, ella sonríe apenada.

Prue Halliwell: Misiones Secretas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora