Hace 30 años conocí a Dan. Llegó en el peor momento de mi vida y me la mejoró.
Mi madre se estaba muriendo. Cáncer de mama.
Lloraba cada día, y cuando estaba con ella trataba de darle ánimos.
- Todo saldrá bien.
¿Ha existido mayor mentira alguna vez?
Por supuesto que no salió bien. Tres meses después de conocer a Dan, mi madre murió.
Ese mismo día Dan me había dicho que me quería.
Fue el día más dulce y a la vez el más amargo de mi vida.
A partir de ese momento todo empeoró, excepto mi relación con Dan. Cuando nos casamos, mi padre cayó enfermo y un año después de nacer Elliot, él murió.
Elliot fue mi salida. Era mi rayito de luz, con su brillante cabellera rubia y su bonita sonrisa consiguió sacarme del pozo de amargura que había dejado la muerte de mi padre.
Nunca tuve una vida fácil.
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Elliot tenía cáncer
Short StoryHistoria muy corta. Estamos casi muertos Elliot, tanto, que me parece oler cuerpos en descomposición. Aviso: No quiero herir a nadie, yo no estoy famirializada justo con esta enfermedad, pero si que sé lo que es perder a alguien, así que no pretendo...