A partir de ese día fui a ver a la niña cada día.
Actuaba como su segunda madre. Le obligaba a terminarse el plato para que sus padres estuvieran contentos cuando llegaran a verla. Jugaba con ella y sus muñecos y le contaba las travesuras que hacían Elliot y Noah por el hospital.
Ella reía, y es lo único que importaba.
La quise, y sabía que estaba mal porque ella moriría y dejaría otra marca en mi alma, pero no podía simplemente olvidarme de Viernes.
No dejé que Dan y Helena la conocieran, se parecía tanto a Elliot que temía que ellos no pudieran soportar querer y perder a alguien así de nuevo.
Ni siquiera sabía si yo sería capaz de seguir adelante.
Viernes tenía un cálido corazón, era un trozo de pan, amable y simpática, y no lloraba nunca. Era madura y nada quejica.
Sabía cuál era su destino, pero como no sabía cuando acabaría su vida, se limitaba a disfrutar cada día al máximo.
Amaba a todo ser viviente y no soportaba que mataran a una sola mosca. Decía que aunque ella tuviera que morir el resto de seres vivos no tenian porqué hacerlo.
Viernes también cayó. Con casi doce años.
Los médicos dijeron que fue su buen humor y su participación en curarse lo que la ayudaron a luchar tanto.
Pasé con ella más de año y medio, y su muerte pasó sobre mí como un camión de basura.
Su funeral fue el peor de todos. Leyeron la última cita de mi libro, y a mi memoria llegaron todos a los que había perdido por esta enfermedad.
Estas frases no son para vosotros sino para mí, para el dolor, para afrontar. ¿Me perdonaréis por encerraros en versos y prosas?
FIN💛
Muchas gracias a esas personitas que han seguido esta pequeña historia.
No olvidéis pasaros por mi perfil y ver si alguna de mis otras obras os gustan también.
Besis de fresi💜

ESTÁS LEYENDO
Elliot tenía cáncer
Short StoryHistoria muy corta. Estamos casi muertos Elliot, tanto, que me parece oler cuerpos en descomposición. Aviso: No quiero herir a nadie, yo no estoy famirializada justo con esta enfermedad, pero si que sé lo que es perder a alguien, así que no pretendo...