Para el cumpleaños de Elliot le pedí ayuda a Noah.
Noah era un chico con leucemia que se alojaba en el mismo ala del hospital que Elliot. Hacía dos meses que le habían metido allí y los dos se habían hecho muy amigos.
Le hablé sobre la fiesta sorpresa y este se entusiasmó mucho, y aceptó.
Se encargó de hablar con Elliot para saber qué quería. Quise dejarles intimidad, pero la curiosidad pudo conmigo y mientras hablaban, acerqué la oreja.
- Todos los que estamos en este ala somos los perdidos -decía Noah- Estamos casi muertos Elliot, tanto, que me parece oler cuerpos en descomposición.
Tragué saliva.
- Sé que a cada respiración que damos, corremos el riesgo de no volver a hacerlo porque estamos perdidos, pero ojalá también estemos equivocados y puedas disfrutar tu vida, Noah.
- No estamos equivocados -sentenció el chiquillo- ¿Sabes lo único que no sabemos sobre nuestros destinos?
Escuché a Elliot susurrar un no, y las siguientes palabras de Noah me dejaron marcada.
- No sabemos quién de los dos morirá antes.
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Elliot tenía cáncer
Short StoryHistoria muy corta. Estamos casi muertos Elliot, tanto, que me parece oler cuerpos en descomposición. Aviso: No quiero herir a nadie, yo no estoy famirializada justo con esta enfermedad, pero si que sé lo que es perder a alguien, así que no pretendo...