Capitulo 22

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22.

El altavoz era lo único que sonaba en todo el aeropuerto, en la sala de espera Daniel se encontraba con la frente pegada a la pared, la gente lo miraba bastante raro. Giro para verme pensé que me diría algo pero de nuevo pego su frente a la pared.

- Vamos a estar bien -dije acercándome.
- ¿Qué sabes de ese psicópata?
- Deja de llamarlo así.
- ¿Entonces como se llama?
- Alex -respondí.
- Alex el psicópata, hasta eso le queda.
- Ya por favor.
- Y tu como sabes que ese tal Alex es bueno.
- Porque lo se -dije mirándolo- confía en mi.
- ¿Te dio dinero?
- No -dije de inmediato.
- Entonces de que forma te va a ayudar.
- El solo contratara a un investigador.
- Ya veo entonces si tiene dinero -dijo Daniel- es el típico rico, que puede resolver todo en un abrir y cerrar de ojos.
- No lo es -dije de inmediato- sus padres murieron y sus tíos solo le dan una cierta mensualidad a el y a su hermana creo.
- Vaya hasta con hermana, entonces ella que ha de ser una...

El altavoz interrumpió a Daniel y este informaba que los pasajeros con destino a Nueva York iniciarán a transbordar la sala, tome de la mano a Daniel y el me miro con asombro.

- Es hora.
- Es hora -volvió a repetir Daniel- mejor vámonos (tu nombre) mis padres, tu madre e Isaac nos van a buscar como locos.
- Daniel entiéndeme.
- Prometo darte mi dinero de la universidad -me dijo- bueno al menos el que ya tengo guardado.
- Como crees, bastante mal hice con los boletos, confía en mi.
- Esta bien -dijo medio sonriendo- pero en cuanto vea que esto se sale de control nos largamos.
- Bien. -dije soltándome de su mano- vámonos.

*

La televisión estaba encendida y tanto Shan como Geoffrey la veían, ambos sonreían cuando pasaba alguna escena cómica, el teléfono de Geoffrey inicio a sonar y le pidió a Shan que guardara silencio.

- ¿Si? -dijo Geoffrey.
- Soy (tu nombre) hablo para decirte que ya vamos a mitad de vuelo.
- ¿Vienes sola?
- No -añadí.
- Muy bien -dijo sonriendo- en cuanto estés a punto de llegar me hablas.
- Si gustas puedes darme tu dirección para así pedir un taxi y..
- No, ni pienses hacer eso, yo mismo iré por ustedes.
- Realmente no quiero quisiera que..
- Fue una orden -me dijo serio.
- Bien, será como tu digas.
- Ahora cuídate y nos vemos hasta el rato.
- Adiós. -dije.

Geoffrey finalizo la llamada y volteo a ver a Shan la cual lo miraba con curiosidad.

- ¿Y? -pregunto Shan.
- Según mis cálculos, ellos llegan a las diez de la noche.
- En el penúltimo vuelo.
- No importa cual vuelo sea lo importante es que llegue con bien.
- Viene con Manuel.
- ¿Cuál Manuel? -pregunto.
- Su amigo ¿Así se llama, no?
-Ya ni lo recuerdo -dijo levantándose de el sofá.
- ¿Nos vamos a ir esta noche al departamento?.
- Si -dijo Geoffrey- empieza a empacar, porque será por una semana a lo mucho.
- ¿Empaco todo?
- Todo.
- Si -grito Shanelli.

*

Mi madre lo único que podía hacer era retroceder, llego el punto donde ya no podía hacer más esta acción su espalda toco la pared ya no había escapatoria tenía que afrontar la situación.

- Vaya -dijo Leonel cerrando la puerta- es una casa cómoda, aunque esta mejor la mansión donde vivíamos.
- ¿Qué quieres?
- Tranquila mi amor, paso a paso.
- No soy tu amor -dijo mi madre- largate ahora mismo no te quiero ver.
- ¿A quien esperas?
- Eso no te importa.
- Era al arquitecto ese.

Mi madre al escuchar eso quedo helada, podía sentir el sabor y la sensación amarga en su boca.

- Para que no inicies con suposiciones, mejor te lo digo, te he estado vigilando. -soltó Leonel.
- Era de suponerse... Ahora quiero que te largues.

Leonel sonrió y camino hacia una mesa que se encontraba junto a la ventana principal, mi madre aprovecho y tomo la única foto que tenía de mi en la sala, ocultándola dentro de su blusa.

- ¿Qué quieres?
- Saber la verdad. -dijo mientras gira a ver a mi madre.
- ¿Qué verdad?
- Ay Andrea -dijo Leonel riendo- sigues siendo la misma estúpida.
- ¿Que verdad? -volvió a preguntar mi madre.
- ¿Te cásate de nuevo?
- No.
- Claro que no -dijo Leonel- si ni siquiera firmaste los papeles de divorcio te largaste y no sola.
- ¿Que dices?
- Te largaste -dijo Leonel acercándose- pero no sola, te largaste con mi hijo en tu vientre aún cuando te dije que lo abortarás no lo hiciste.
- Si lo hice -dijo mi madre firme.
- Mira Andrea -dijo Leonel presionando su cuello- más y vale que me digas donde esta mi hija.
- Ya te dije que yo...

La puerta se abrió de golpe lo cual provoco que Leonel girará a ver quien estaba del otro lado.

- Lo aborto -dijo Isaac- ahora sepárate de mi mujer idiota.

*

Las horas pasaban rápido, ahora tenía un poco de miedo y si Daniel tenía razón, no conozco a Alex, pero algo me dice que no pasara nada, abrí la pequeña cortina que se encontraba en la ventana del avión y suspire, habíamos llegado a Nueva York.

- Ni siquiera esta para recibirnos -dijo Daniel mientras tomaba las maletas.
- No ha de tardar -le dije- le marque por teléfono.
- ¿Cuándo?
- En el avión antes de aterrizar para ser exacta mientras tu dormías -le dije.
- Perfecto -dijo mientras se sentaba en la maleta- ahora solo esperar será divertido, investigare quien es.

Me mire en un pequeño reflector aún traía la misma ropa puesta, al igual que Daniel, sólo me había retocado el maquillaje. Tenía un miedo horrible. No se si esto este bien. Al menos mi madre e Isaac ya habrían notado que me escape.

- ¿Que tal ese? -me pregunto Daniel sacándome de mis pensamientos.
- No -le dije- el no es calvo.
- ¿Y ese? -volvió a preguntar.
- Ese es un anciano Daniel, Alex es joven.
- ¿Algo así como el?
- No tan joven -le dije al ver un bebe.
- Bueno ya son las diez con quince, ya tiene tres minutos de retardo.
- Daniel ya basta.
- Como dices que era -me dijo.
- Solo busca a alguien con un copete.

Exhale y puse mis manos en la cara.

- (Tu nombre) -me dijo Daniel.
- No Daniel con copete no me refiero al que usan las niñas. -dije sería.
- Creo que ya llego -me dijo levantándose.

Gire mi vista hacia la entrada y entonces lo vi, traía unos lentes obscuros, su copete al frente, camisa de vestir blanca con las mangas hasta los codos, un pantalón de vestir negro y unos zapatos elegantes del mismo color, Alex retiro sus lentes y me sonrió, y sus hoyuelos se hicieron presentes, mientras que caminaba hacia mi dirección.

*****

Se me había pasado publicarlo, pero en fin aquí esta. Gracias por su apoyo xx

Identidad FalsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora