Capitulo 20

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20.

El ruido se hizo presente en la planta baja de mi casa, Isaac ya había llegado por mi, hice tantas cosas ayer en la noche que olvide por completo la hora que debía de dormir, el reloj marcaba exactamente las dos de la tarde, decidí ir temprano a la casa de Daniel para así poder hacer mis cosas tranquila, me puse lo primero que encontré, unos jeans azules un poco rasgados de la pierna, una camisa deportiva de cuello, mis tenis blancos y una coleta, a esto le añadí un poco de maquillaje.

- No se supone que vas a ir a un concierto -dijo mi madre al momento que me veía bajar las escaleras.
- Si, sólo que nos arreglaremos en la casa de Daniel muy bien.
- Oh bueno -dijo mi madre- yo pensaba que te irías con esa ropa.
- No iría tan desarreglada mama.
- Contigo no se sabe cariño.
- Entonces daré dos vueltas -añadió Isaac interrumpiendo- una para llevarte y la otra para llevarlos.
- Si, ¿Te molesta? -pregunte.
- No, al contrario sentiré como si llevara a mis dos hijos al concierto que tanto anhelaban.

Al escuchar a Isaac no evite sonreír y sonrojarme a la vez.

- ¿Llevas ropa? -pregunto mi mama.
- Si -dije levantando una pequeña bolsa.
- Cariño ya sabes todas las instrucciones.
- Ya lo se mama solo será un concierto.
- Yo no lo siento así.
- Mama -dije nerviosa- no empieces con tus ideas.
- Tienes razón, disfruta mucho a esos chicos y le gritas a Zayn que esta muy guapo.
- Mama -dije cruzando mis brazos.
- Ay bueno solo quería saber si estabas en tus cinco sentidos, disfruta mucho a esos chicos.
- Después vamos a un concierto de ese tal mentado Zayn -dijo Isaac.
- Aún no entiendo por que se salió del grupo.
- Mama ya -dije sería- ya deja ese tema por la paz.

Mi madre sonrió para después caminar hacia mi y darme un fuerte y largo abrazo.

- Cuídate mucho cariño -dijo acariciando mi pelo- nunca olvides que te quiero mucho y que por ti soy capaz de hacer todo.
- Te quiero más mama -dije con un nudo en la garganta.
- Bueno -dijo separándose- es tiempo, ya puedes llevarla Isaac.
- Vamos pues señorita -dijo Isaac mientras abría la puerta.

Atravesé la puerta justo detrás de Isaac y gire a ver a mi madre quien ya tenía sus ojos cristalinos no lo dude y corrí a abrazarla de nuevo.

- Te quiero mama.
- Nos vemos al rato -dijo sonriendo y limpiando sus lágrimas- anda que se te hará tarde.

La volví a abrazar para después salir, esa despedida era como si mi madre supiera que no volvería.

*

El calor insoportable lograba que ese día fuera muy diferente en Nueva York, en el patio de la casa de Geoffrey, el sonido de la música así mismo como el de los clavados en la piscina eran bastante apropiados con ese clima.

- Deberías de hablarle -dijo Shan saliendo de la piscina- según ella tomaría el primer vuelo.
- Me dijo que hablaría si pasaba algo -dijo Geoffrey al momento de sentarse en la alberca.
- Mira hermano, yo no se porqué haces esto con una chica que ni siquiera conoces.
- Después de que me contó su historia sabía que debía ayudarla.
- ¿Y a ti quien te ayuda? -pregunto Shanelli sentándose a un lado de el sumergiendo sus pies en la alberca.
- Estamos hablando de ella no de mi.
- Jamás había visto que te pusieras así con alguien que ni siquiera conoces.
- Siento la necesidad de ayudarla.
- Tu quieres ayudar a todo mundo, aparte ella no viene sola -dijo jugando con sus pies en el agua- viene con el nerd de su amigo.

Geoffrey al escuchar eso levanto sus cejas para después ver a su hermana, la cual ya estaba nerviosa.

- Ay bueno -dijo Shan- tenía que investigar que clase de persona dormiría bajo el mismo techo.
- No me digas.
- Es enserio Geoffrey aparte no logre ver mucho su cuenta es privada, sólo vi su foto con la chica esa.
- (Tu nombre) -dijo Geoffrey.
- Con ella -dijo Shan- pero era una foto bastante borrosa, no me sirvió de mucho.
- En fin -dijo Geoffrey metiéndose a la piscina- si no habla en una hora, yo le hablare.

*

Isaac estaciono el auto y bajo conmigo, al mismo tiempo que me daba mi bolsa.

- ¿A qué hora paso por ustedes?
- Es mejor que te mande un mensaje ¿no?
- Perfecto -dijo sonriendo- ustedes me avisan, estaré con tu mama trabajando ¿ok?
- Muy bien, gracias por traerme.
- Gracias a ti por dejarme.

Isaac sonrió y estiro su mano la cual chocamos para después girar y chocar la otra.

- ¿No se te ah olvidado verdad?
- Un saludo importante jamás se olvida.

Isaac me sonrió para después alzar la vista a la entrada de la casa donde Daniel ya estaba esperando llevaba puesto unos jeans negros, una camisa de cuadros azules y negros de manga larga abierta de los botones, debajo de esta una camisa negra y sus típicos converse.

- Te la encargo -dijo Isaac mirando a Daniel.

Daniel se limitó a reír, Isaac me abrazo, subió a su auto y salió rumbo a mi casa.

- ¿Y porqué tan temprano? -dijo Daniel cerrando la puerta.
- ¿Estas sólo?
- Si, pero aún no me respondes.
- Daniel fue porque encontré una carta que me escribió mi padre -dije mientras se la daba- necesitaba decirte varias cosas.
- ¿Sólo por eso?
- Es importante -le dije.
- ¿ Y esa carta te la dio tu madre?
- Te dije que mi padre.
- Me refiero a que si ella te la dio dándote la explicación de que tu padre la escribió.
- La escuche hablando con Isaac.
- ¿Y? -pregunto.
- La tome sin permiso.
- ¿Y ahora? -pregunto.
- Lo voy a buscar.
- ¿Quien te crees? -dijo riendo- Steve de pistas de blue.
- Esto es serio -dije.
- Yo lo se, pero vamos (tu nombre) un investigador no cuesta poco -dijo mientras subía a su habitación.
- Y yo lo se pero se trata de mi padre.
- ¿Y que piensas hacer? ¿pedirle ayuda a la señora sal y al señor pimienta?
- Ni siquiera hay un señor pimienta -dije entrando a su habitación- y ya deja de hablar de las pistas de blue.
- ¿A si? -dijo dudando- yo pensaba que había uno.
- Daniel préstame atención se trata de mi padre.
- ¿Y que quieres hacer? -dijo abriendo su closet.
- Ya te dije que buscarlo.
- ¿Y con que dinero?
- Escúchame.
- Lo hago -dijo mientras sacaba un cambió de ropa.
- Pedí ayuda.
- ¿A quien? ¿A el señor buzón?
- Daniel -dije sería.
- ¿Se va a escuchar la canción? -dijo riendo- es más deja la canto -dijo guiñando su ojo derecho- el correo ya llego anunciando su canción y grito con..
- Callate -dije interrumpiendo y alzando la voz- le pedí ayuda al chico de Nueva York, cambie los boletos del concierto por dos vuelos a la cuidad los cuales salen en en menos de dos horas.

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Estaría súper genial que comentaran en cada capítulo, que las lectoras fantasmas desaparezcan. Créanme que una de motiva más a escribir. :)

Pd2. Espero y también les guste la segunda novela que esta iniciando. ;)

Identidad FalsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora