Identidad Falsa

Capitulo 61

61.

Geoffrey.

- Te quiero (tu nombre) -añado, esto no se trata de hacer que vuelva a caer, hablo con sinceridad- esto se resume a dos opciones, me besas ahora, o bien; me cuentas que es lo que tienes planeado al quitarme la empresa con tanto chantaje, y después me besas, decide.
- Ninguna -responde inmediatamente.

Acaricio su mejilla de nuevo y le sonrió.

- Perfecto - sin más por decir acorto distancia y la beso.

[Horas antes]

La respiración se me corta y la ira se apodera de mi. Nunca había sentido tanto coraje como el que siento ahora, pero el solo ver los ojos cristalinos de (tu nombre) frente a mi me hace saber que algo estoy haciendo mal.

- Cuide su vocabulario señor Rojas -vuelve a mencionar a Leonel, mi mirada se clava en (tu nombre) la cual esta parada detrás de su padre, nunca imagine esto, ella me puso a buscar a un hombre el cual ella y yo por supuesto, sin saberlo y hablo por mi, conocíamos.
- ¿Con esta firma podemos retirarnos? -pregunta Sebas y salgo del transe.
- ¡Por supuesto! -exclama Leonel.

Tomo el bolígrafo en mi mano y releo varias veces la misma línea en donde claramente esta expresado que mi empresa pasa a manos de (Tu nombre), los sentimientos están a flor de piel, y recuerdo todo en este momento hasta a el estúpido de Daniel.

Despego la vista de aquella hoja e inmediatamente mis ojos se fijan en los cafés de (tu nombre), no quiero bajarle la vista solo quiero una explicación, una maldita explicación.

- Cariño -llama Leonel- ve a tu oficina, esto ya no te incumbe, ella asiente e inicia a caminar.

(Tu nombre) sin mirarme sale de la oficina e inmediatamente firmo y me levantó.

- Geoffrey una última cosa.
- ¿Qué viene ahora? -pregunto furioso- lo tiene todo, se acabo.

Sebas parece un gatito, si un gatito al cual le llaman la atención dos bolas de estambre, una de ellas es Leonel y la otra soy yo; posa mi mirada en mi para después hacerlo hacia Leonel, así varias veces.

- Alejate de ella, ya no te involucra nada en su vida.
- A usted no le involucraba nada en mi empresa -sonrió de lado, quiero que sepa que su hija no se irá de mi tan fácil, tenemos mucho que arreglar- que tenga buena tarde -continuo- hasta pronto.

(Tu nombre)

- ¡Esta todo bien! -dice Daniel mientras lloró sobre su pecho y el acaricia mi cabello- se que es lo que sientes, créeme que el te va a agradecer después.
- Me tacho de ladrona, más bien nos tacho a Leonel y a mi, pero yo no lo soy, tal vez Leonel si ¿pero yo?-sorbo por la nariz mientras pregunto- no creo aguantar esto Daniel.

Miro a Daniel y tiene la mirada perdida al notar que lo miro me mira con el ceño fruncido.

- ¿Qué? -pregunto inmediatamente.
- ¿Recuerdas el lápiz que no me regresaste en el cuarto grado?- asiento y él continúa- creo que Geoffrey tiene razón, no me lo regresaste, ladrona.

Segundos son los que pasan para que Daniel y yo soltemos una carcajada.

-Iré por papel -aclara Daniel revolviendo mi cabello y levantándose del sofá- que tus fluidos nasales están en mi delicada camisa.

Sonrió y asiento.

Daniel.

Salgo de la oficina y camino directo al baño, en realidad no quería papel, quería un momento para meditar, esta bien; para llorar, no puedo ver así a (tu nombre) me siento inservible, no soy capaz de evitar que se sienta así.