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Esta historia contará la aventura de ser lesbiana de una chica de 16 años, en la que tendrá que soportar el rechazó de sus padres y su amor no correspondido por su mejor amiga.
También conocerá a muc...
Voy al baño y me miro al espejo, veo que está todo bien y veo la hora. Decido ir a la plaza, bajo las escaleras y salgo por la puerta sin decir ni avisar nada. Camino nerviosa por la calle y pienso en qué querrá decirme, pero a la vez intento calmarme, quizás no es nada importante, o quizás sí. Quién sabe. Llego por fin a la plaza en la que quedamos de juntarnos la Pancha y yo y me siento en la primera banca desocupada que encuentro, esperando pacientemente a que llegue la Pancha. Veo mi celular, el cual tiene un mensaje de la Pancha.
-Voy en camino.
Lo escribió hace 2 minutos, creo que me apuré mucho en venir, porque se va a desmorar como 15 minutos aproximadamente en llegar aquí. Veo Facebook mientras espero a la Pancha y me divierto viendo vídeos chistosos que aparecen en mi inicio, pero bloqueo el teléfono y decido hacer otra cosa. Comienzo a pensar en ella e imaginar un futuro con ella.. Imagino que estamos juntas, que me quiere, que me da cariño y todo ese tipo de cosas que hacen las parejas. Puta la wea, como desearía que todo fuera mucho más fácil. Mientras pienso en esto, diviso a la Pancha a lo lejos, caminando hacia mi, ya que no hay ninguna otra persona aquí. Me pongo muy nerviosa y las mariposas en mi estómago comienzan a revolotear e intento calmarme.
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La Pancha ya está aquí, se sienta y me sonríe.
-Hola-dice ella fríamente.
-Hola- respondo.
Nos quedamos calladas y el silencio se vuelve incomodo.
-Ammm.. ¿qué querías decirme?-rompiendo el hielo, miro sus ojos, que son de los más hermosos que he visto y que veré en toda mi vida.
-Creo que.. no podemos seguir siendo amigas-dice con frialdad y mirando hacia abajo.
Esto no está pasando.
-Pero, ¿por qué?- digo triste.
-Tifany, sabes perfectamente porqué. Yo no quiero hacerte daño, porque nosotras jamás estaremos juntas-dice en tono duro y siento un horrible dolor en el pecho. No puedo aguantar las lágrimas y empiezan a derramarse sobre mis mejillas- Lo siento, pero esto no va a funcionar- dice y me abraza, me quedo quieta, llorando descontroladamente y con el corazón roto.
Sé que es egoísta de mi parte que quiera que esté conmigo, debo meterme en la cabeza que a ella le gustan los hombres, pero me es imposible. La necesito, necesito que este conmigo, no puedo vivir sin ella. La amo.
-No puedo vivir sin ti-digo sollozando.
-Pero debes hacerlo Tifany.
-No, por favor-le suplico, comienzo a llorar más fuerte y de verdad que no puedo controlar mi llanto.
-Lo siento, de verdad, pero es lo mejor para nosotras, especialmente para ti-dice agarrando mi cara con sus dos manos, mientras me mira con sus ojos verdes, no lo soporto, no puedo contener su mirada. No soporto esta situación. Me acerco a ella lentamente, no se niega y ella también se acerca a mi, pongo mis manos en su cuello, cierro los ojos y mis labios con los suyos se rozan.
¿Qué estoy haciendo?
Comienzo a abrir mi boca para dejar entrar su jugosa y suculenta lengua. No sé porqué, pero esto me gusta, y mucho. Sigue besándome y no sé si parar o seguir. Solo pienso en que ella quiere esto, o si no, se habría alejado.
¿O quizás es que soy muy ingenua, para creer que ella quiere esto? No se si está jugando conmigo, pero elijo no pensar en ese tipo de cosas. Solo pienso en lo bella que es y en todas sus virtudes, espero que no me esté usando como la otra vez.
Paramos ya de una vez y pareciera ser que está avergonzada..
-Disculpa.. yo no quise..
-No te preocupes-me interrumpe y sonríe, le devuelvo la sonrisa secándome las lágrimas y me abraza. No la entiendo, ¿se quiere alejar o no?
Al otro día..
Despierto un poco asustada del sueño que acabo de tener. Soñé con que me comía a mi gato Leo, pero cuando despierto, está a mi lado y se despierta cuando me muevo por el susto, me alegro de que esté vivo. Lo acaricio y decido seguir durmiendo, ya que eran como las 6 de la mañana.
Cuando despierto, definitivamente, me siento descansada y veo que Leo muerde mi mano, me muevo y él se asusta y deja de hacerlo. Se me escapa una sonrisa al ver su reacción y me levanto. Le doy de comer, que supongo que por eso me mordía, y también le doy agua. Hablando de agua, me muero de sed. Bajo rápidamente las escaleras y me dirijo a la cocina, preparo mi desayuno mientras me tomo un vaso de agua muy refrescante, ah un manjarsh.
Escucho muy bajo un sonido, que suena como a mi celular, por lo que corro hacia arriba, subo las escaleras muy rápido y debido a esto me tropiezo, pero me levanto rápido y la mierda sigue sonando y alcanzo a contestar, ni cuenta me doy quién es, pero que más da.
-¿Aló?-digo jadeando, oh que me cansé, siento que corrí una maratón.
-Hola Tifany-es la Pancha, conchetumare.
-Hooola, ¿qué tal?-¿dije "¿qué tal?"? O sea, qué mierda mi vocablo, yo no digo "¿qué tal?".
-Qué tal po weon-ríe- ¿bien y tú?- al parecer a ella igual le pareció raro el "¿qué tal?".
"¿Qué tal?" "¿Qué tal?" "¿Qué tal?"
-Bien, me alegro-río-¿Pasó algo?-eso sonó pesado, pero no me puede estar llamando de la nada.
-Mm.. Solo quería hablar contigo-dice nerviosa-¿Qué has hecho?
-Dormir-río.
-No mames, pendeja-ríe también.
-Es la verdad.. Me caí solo por venir a contestar.. Soy una estupida-digo un poco avergonzada.
-¿En serio? Que risa-dice a carcajadas. Me encanta hacerla reír, siento que puedo hacerla feliz con solo contarle mis desgracias.
-Sí, aunque me dolió, no te rías, no seas mala.
-No puedo no reírme, me imagino cayéndote-no para de reírse, río yo también porque "su risa me da risa".
-Ya, paremos de reírnos.. ¿Qué me cuentas tú?-digo cambiando de tema, ya que no podía soportar que siguiera riéndose de mi dolorosa caída.
-Tengo ganas de salir de shopping, ¿quieres acompañarme?
-¡Obvio que sí!-digo emocionada.
-Tranquila, nos vemos.. ¿A las 4:30?-dice dudosa.
-Cuando tú quieras-digo.
-Entonces a las 4:30.
-Bueno, te veo en el mall, nos vemos.
-Okey, te quie.. -se queda callada.
¿Te quiero? ¿Iba a decirme te quiero? No te emociones, Tifany, calma.. Es solo como amiga, las amigas se dicen eso, ¿verdad?