No se porque hice lo que hice, la idea era arruinar a Tracy, pero todos parecían estar destrozados. No tuvieron más remedio que suspender las clases por ese día ¿Quién iba a poder ir a su respectiva clase sintiéndose una mierda? Nadie.
Lo pero fue enterarme de lo mal que se sentía mi amiga por culpa de una lista. Por eso es que ahora estoy en la puerta de su casa, ya toqué el timbre.. Sólo falta que habrán la puerta. Una mujer de unos 40 años con el pelo negro y ojos iguales a los de Jade me recibe con una sonrisa amable pero fingida.-Disculpe señora, ¿Se encuentra Jade?- Pregunté intentando sonar amigable.
-¿De parte de quién?- Me observó de pies a cabeza como si estuviera estudiandome.
-Emm.. -Claramente no me conocía- Soy Alex, su amiga. Sólo quería saber cómo estaba ella, no la vi muy bien en el Instituto, pensé que capaz necesitaba algo de compañía.
-No estoy segura de que sea bueno tener compañía para ella en este momento, tal vez sólo necesite tiempo sola.- Me límite a asentir.
Quería saber cómo estaba Jade, quería acompañarla y decirle que todo iba a estar bien sin importar lo que pase aunque no fuera cierto. La vi tan rota, tan destrozada que no pude evitar sentirme culpable.
Un estallido como de vidrio rompiéndose se escuchó a través de las paredes. La madre de Jade respiro profundo mientras cerraba los ojos, parecía frustrada, y no era para menos. ¿Cómo sería tener una hija suicida?- Alex, mejor pasa. Una amiga podría ayudarla más que yo- Volvió a fingir una sonrisa amable.- Sólo no preguntes mucho. La primera puerta a la izquierda.
Entre a la casa a la vez que asentía con la cabeza. Seguí sus instrucciones entrando al lugar un poco insegura. No sabía en qué condiciones la iba a encontrar o como iba a reaccionar ante mi presencia, había una posibilidad de que mi visita empeore las cosas. Pero ya era muy tarde para darse la vuelta y marcharse.
Abrí la puerta sin querer hacer mucho ruido, y ella ni siquiera notó mi presencia. Estaba sentada en una esquina de la habitación con los brazos rodeando sus piernas y su cara entre sus rodillas. Las ropas estaban tiradas por todo el lugar, había papeles y hojas rotas esparcidas por todo el lugar, su es cama estaba desatendida con las sabanas sobre el piso. Y contra la pared había una marca de agua muy reciente, acompañada por un vaso completamente roto unos centímetros más abajo sobre el piso. Ese debía haber sido el golpe, el estallido que escuché cuando llegue.-Jade- Mi voz sonó los más suve y dulce que pude.- ¿Te encuentras bien?- Levantó su cabeza y si mirada se clavó en mi. Sus ojos estaban lloros y rojos, las marcas de lágrimas pintadas de negro por culpa del maquillaje recorrían su cara. Uno de sus labios estaba partido con un hilo rojo de sangre callendo por su barbilla.
¿Esto es lo que había hecho? ¿Esto es lo que había ocasionado? Jade era sólo un ejemplo, creo que uno de los peores. La mayoría de los estudiantes del Instituto habían estado frustrados, pero ella estaba destrozada. ¿Entonces así se ve una persona con depresión?¿Esto es lo que realmente es luego de sonreirle a todo el mundo? No tenía idea de donde había quedado esa chica que parecía feliz, no había rastro de ella por ninguna parte.
-¿Que si estoy bien?- Una risa histérica salió de su boca mientras sus labios se curvaban hacia arriba formando una sonrisa irónica.- La verdad es que nunca he estado mejor.-Yo.. Jade.. Quería saber si..- Las palabras no salían de mi boca. Ahora ella estaba parada secando su cara que ya estaba arruinada por culpa del rímel. Si no fuera por esos que estaban increíblemente rojos hubiera jurado que ella si estaba bien. Pero no lo estaba.- No es necesario que hagas esto Jade, no conmigo.
-¿Hacer qué?- Parecía no darse cuenta de lo que le estaba hablando. Pero yo sabía que ella consiente de que era a lo que me estaba refiriendo.
- Esto. No debes fingir que estás bien. No conmigo.- Su cara volvió a reflejar una tristezas que no había visto nunca antes.
- Yo sólo estoy cansada.- Empezó a sollozar largando un par de lágrimas más cubriendo su cara con ambas manos.- Cansada de mi. Pero no puedo dejar que me vean de esta forma. No quiero ser algo débil, no quiero ser eso que les hace sentir lástima a los demás. Quiero que me vean como una persona más, una que puede reír y divertirse, pero eso no soy yo. Yo no soy la que ríe y juega con los demás. Yo soy esa chica que quiere morir, que se siente sola y no tiene a nadie para hablar. Y no son capaz de darse cuenta.
Algo en mi se rompió al escuchar su confesión. La conocía poco, pero me dolía en el alma verla tan mal, tan desconsolada. No pude hacer más que acercarme a ella y abrazarla. Nos quedamos un rato así, sólo ella, yo y sus lágrimas. No se cuanto tiempo había pasado, si habían sido segundo o minutos, sólo se que ahora ella se sentía mejor. Lo presentía.
-Jade, creo que es tiempo de que descanses un rato. Lo necesitas.- Ella ni siquiera respondió simplemente asintió con la cabeza y la acompañe hasta que se recostó en su cama.
Era tan delicada y dulce. Todo lo contrario a Tracy. Ella de hubiera negado a aceptar algo de ayuda. ¿Alguna vez Tracy había llorado delante de alguien? Me preguntaba porque será que mientras más fuerte parecía Tracy más débiles parecían los demás. Y en cuanto a Jade, ella me había recordado a mi nueva hermana. Parecía tan pequeña e inofensiva. Pero no iba a quedarme mirándola para siempre. Tenía algo que hacer, no fui consiente cuando lo decidí, pero era ahora o nunca, no me atrevería más tarde si me echaba hacia atrás ahora. Con mi repentino golpe de valentía decidí que era momento de hablar con Cameron. Apague la luz de la habitación y antes de cerrar la puerta detrás de mí escuche la voz de Jade.
-Gracias Alex- Susurró demasiado bajo.- Pero algunas personas simplemente no están hechas para vivir.- Seguido de sus palabras se escuchó un suspiro, y así, en un abrir y cerrar de ojos Jade estaba completamente dormida.
Algunas personas simplemente no están hechas para vivir. ¿Lo diría en serio o sólo era producto de su crisis? Pero a pesar de las miles de preguntas que venían a mi, una en especial se quedó ahí y no pude sacármela de la cabeza. ¿Jade sería una de esas personas?
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En Guerra Con Mi Mejor Amiga
Teen FictionHola, soy Alex, y como la mayoría de las chicas de 16 años tengo una mejor amiga: Tracy. Siempre fuimos muy unidas, casi inseparables, pero un día todo eso cambio. Ahora sólo son peleas, nuevos amigos, nuevos amores, y hasta nuevas personalidades...