Me encontraba cubriendo mi turno de noche en el trabajo como policía, estaba comisionado en una unidad especializada en atención a víctimas de violencia, donde todos los casos que salían de algún tipo violencia se nos asignaban a nosotros. Comencé mi turno, a "las mil novecientas" es decir, a las siete de la noche, tenía una compañera fija en aquel entonces, una compañera más joven que yo, y sin experiencia, una novata, como se dice en el ámbito policíaco, yo ya tenía años de carrera policíaca, pero como entre muy joven, aún no se me notaban los años. Era una noche de domingo, y según las estadísticas en ese día no marcan mucho movimiento de llamadas de auxilio, lo veíamos como una noche aburrida, y la noche se nos haría larga y pesada, era una noche agradable, el aire corría fresco de manera constante, era una de esas noches en las que uno desearía pasarla en su casa descansando y disfrutando del buen clima, pero esa noche nos tocó trabajar, así que pensamos que sería una noche larga pero agradable. Marcaba el reloj las 11:45 p.m., cuando comunican por la radiofrecuencia una menor de aproximadamente 15 años, la cual se encontraba en el lobby de un prestigioso hotel de la cuidad, presumiéndose que estaba en shock, debido a que no respondía a los encargados del lugar ni a los oficiales que habían acudido en primera instancia, por lo que se nos llamó para dialogar con ella, ya que se pensaba que fuese víctima de algún delito, así mismo su vestimenta era de algún tipo de pijama, encontrándose sucia y descalza, siendo esta trasladada a las instalaciones de la comandancia, donde al recibirla mi compañera trato de dialogar con ella, pero ella solo permanecía sentada en una de las sillas de la recepción, yo solo las observaba a lo lejos y a sus espaldas, y tras varios minutos de que mi compañera tratara de entrevistarla y no obtener respuesta alguna, vi que la niña se puso de pie, y comenzó a caminar como si tuviera grilletes en sus pies, como si le pesaran, con el rostro hacia abajo y su cabello largo, lacio y oscuro cubriéndoselo, me recordó aquellas veces en que he visto que trasladan a los reos, lo cual me sorprendió, pensé que tal vez se encontraba intoxicada debido a su lenta reacción de movimientos, visualmente no se le apreciaba ninguna herida o discapacidad, así que le indique a mi compañera que sería mejor que el médico de guardia la dictaminara.
Le indique que ella acudiera a buscar al médico, para intentar dialogar con ella, ya que al cuestionarla no me contestaba ninguna de mis preguntas, me ignoraba por completo y seguía deambulando por el pasillo de la comandancia, al intentar ponerme en su camino para acaparar su atención, se detuvo y fue levantando su rostro hacia mí, lentamente, solo alcanzaba a ver un poco de su cara, porque su cabello se la cubría, sentí tan profunda y penetrante su mirada, que sentí escalofríos y un temor espontaneo que me dejo congelado, para cuando reaccione, ella ya se había sentado, y su mirada la había vuelto hacia abajo, regreso mi compañera y me dijo, que el medico estaba ocupado dictaminando a unos detenidos, pero que cuando terminara, pasaba para dictaminar a la niña.
Me pregunto mi compañera que si logre hablar con la menor, a lo que le respondí que no pude, debido a que no me contesto, me quede pensando en comentarle sobre la mirada tan intensa que sentí, pero decidí no hacerlo, ya que parecería que soy un supersticioso y que no le doy seriedad al trabajo, pues pensaría que era alguna broma de mi parte, por el modo en que se presentó la situación, así que no se lo dije, me pregunto que si ella se sentó sola o que si yo le dije que se sentara, a lo que no le supe responder, quedándome pensativo en que fue lo que paso, que si mi acción la hizo sentarse, o ella se sentó sola, fue tal mi concentración en recordar o tratar de asimilar que fue lo que paso, que sentí que mi mente se desconectó de ese lugar teniendo solo las imágenes de lo anterior acontecido, cuando a lo lejos escuche mi nombre y una voz que me decía: -"te estoy hablando", y logre entrar en sí, me dijo mi compañera: - "oye como que te desconectaste, ¿Qué te paso?" y le conteste que no sabía, que saldría un momento a los patios para tomar un poco de aire.
Decidí salirme porque me comencé a sentir un poco extraño, y antes de salir, pude ver como a escasos pasos de estar afuera de la comandancia, el viento se detuvo, y al voltear la mirada hacia adentro, mi compañera seguía intentando hablar con la menor.
Ya pasaba más de media noche y las extrañas sensaciones, me hacían sentir fatiga y un raro sudor frio, supuse que tal vez tomaría un resfriado, raro para la época y el clima, pero fue la única razón lógica que suponía.
Desde afuera vi como llamo el medico a mi compañera, para dictaminar a la menor, al no responder la menor al llamado, ambos la tomaron de los brazos, y la hicieron andar hacia el consultorio, extrañamente, pocos segundos después de que la perdí de vista, ya dentro del consultorio, el viento comenzó a soplar suave nuevamente.
Al salir mi compañera con la menor, del consultorio del médico, entre nuevamente a la comandancia, mientras al ir avanzando hacia mi compañera, ella movía la cabeza diciendo que no, con un gesto de decepción, a lo que le pregunte: - ¿Qué te dijo el médico?, y me respondió: - me dijo que ella le dio su nombre, que no tiene ninguna discapacidad, que su madre abusaba sexualmente de ella y que su padre es quien la apoya, algo que él no le creyó- ,agrego.
Continúo diciendo: -Le contesto todo al médico, pero ella no dejo que yo la escuchara, así que me aleje un poco. Le pregunte que si no le pidieron la edad, el teléfono o alguna dirección y me contesto que no, que a ella no le quiso contestar la menor, que solo hablo con el médico y él fue quien le dio esos datos; me acerque hacia la menor y la cuestione sobre algunos datos personales, a lo que me ignoro y sin voltear a verme, se sentó en una de las sillas de la comandancia nuevamente, comencé a preguntarle sobre la actitud que tomaba, con un tono un poco fuerte, debido a que todo apuntaba a que era una niña chiflada tratando de llamar la atención, como en algunos casos anteriores donde los menores hacen algún mal comportamiento y para evitar el regaño o castigo de los padres, fingiendo ser las víctimas.
Tras seguir intentando sin obtener respuesta, volteo a verme con esa mirada penetrante la cual sentí tan fuerte que llegue a pensar que me inmovilizaba, cuando de repente mi compañera me tomo del brazo, y eso hizo que reaccionara, y me dijo: -¿Qué fue lo que paso?, fue tan extraño que me dio escalofríos, la niña me está dando miedo, y luego tú te quedas como que congelado, además estas bien frio- . En un parpadeo la niña ya miraba hacia el suelo, y su cabello continuaba cubriéndole casi todo su rostro.
Esa postura espeluznante que tomaba al hacer sus movimientos de una manera tan tétrica, el no contestar, el hacerse la misteriosa, la extraña sensación de inmovilidad y ese frio repentino, acompañado de la pausa del viento y su forma tan penetrante de mirar y lenta manera de voltear la cabeza, pareciera como si fuera un ente.
Muchas cosas pasaban por mi cabeza, demasiadas que para cuando reaccione me di cuenta que estaba sintiendo miedo, de algo que no tenía nada de anormal, solo debía de buscarle una explicación lógica y no dejarme llevar por la coincidencia de acontecimientos que se habían ido presentando.
Tome aire, respire profundo y exhale lentamente, me tranquilicé y antes de que comenzara a pensar en alguna respuesta lógica, logre visualizar que la menor traía consigo algo en su mano derecha, y que no lo había soltado desde que llego, así que pensé que tal vez pudiera contener algún tipo de información.
VrB4
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La noche del Súcubo
ParanormalLa noche del súcubo, es un relato de un joven policía ya con varios años de servicio, que pasa por una serie de sucesos paranormales, desde que se le asigna el caso de una niña sola en un hotel; Enfrentándose así a hechos para los que no fue prepar...