Capítulo 2 El libro.

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Alcance a ver que tenía en su mano, un libro pequeño, el cual tenía muchos papeles o separadores en su interior, así que intente hacerle platica a la menor sobre la lectura y diversos títulos de libros, para ver si lograba entablar alguna conversación, pero no resulto, pues me ignoro nuevamente por completo, así que ideé un plan para tomarlo, el cual consistía en salir de su atención y en el momento menos esperado, acercarme por un extremo y tomarlo.

Deje de hablarle, y fingí alejarme, a lo cual continuo igual sin ninguna reacción, me moví lentamente por el pasillo, y entre las sillas de la comandancia, con el fin de que bajara su atención, lo cual no sabía si obtuve debido a que no reaccionaba a nada, y en el momento menos esperado, me acerque a su costado derecho y trate de tomar el libro, obteniendo solo algunos papeles y separadores que tenía en su interior, ocasionando que gritara tan fuerte que pensé que nunca se le acabaría el aire, tomo el libro con ambas manos y se lo llevo al pecho, permaneciendo sentada y con el rostro hacia abajo, mi compañera solo observaba atónita, incrédula por la reacción que acababa de ver.

Me dirigí a un extremo de la comandancia donde pude ver el tipo de papeles que tenía, los cuales eran una credencial para acudir a tomar clases de catecismo, un separador y un pedazo de hoja del libro que se arrancó al intentar tomarlo.

La credencial le pertenecía a la menor, pues tenía la fotografía de ella cuando era más pequeña, y de ahí sacamos su nombre y dirección, del separador sacamos la edad de ella, debido a que era un separador, con una oración de recuerdo de su misa de quince años, donde las dos iglesias coincidan y en realidad tenía 19 años, y así descartamos que fuera una menor, y del pedazo de hoja que se arrancó del libro, me di cuenta que el libro era una biblia, y el pedazo de hoja con el que me quede, tenía marcadas algunas líneas con tinta roja, agregando groserías y la palabra mentira.

No paraba de sorprenderme cada vez más, lo extraño del caso, pero en mi afán de encontrarle alguna explicación y terminar con la situación, trate de mantener mi mente fría para poder pensar, así que le indique a mi compañera que pidiera apoyo para trasladar a la joven al domicilio que se encontró escrito en su identificación, la joven permanecía en la misma posición, ahora solo restaba el cómo hacerle para que abordara la unidad sin alterarse.

Mientras esperaba el apoyo, mi mente continuaba pensando en que si tal vez la joven tenía algún tipo de retraso, o daño cerebral por el consumo excesivo de alguna sustancia, trataba de buscarle alguna respuesta lógica, y trataba de ignorar las coincidencia espeluznantes que acompañaron algunos actos.

Posteriormente llego el compañero de apoyo, y con dialogo tratamos de que la joven abordara la patrulla, a lo que ella se negó, y tratamos de levantarla y cargarla pero pareciera como si fuera de hierro, no podíamos levantarla entre los dos, algo que era imposible, pues ambos nos encontrábamos con excelente capacidad física y muscular, mi compañera seguía dialogando con ella, tratando de convencerla para que ella sola abordara la unidad, pero pareciera como si no la escuchara.

Mi mente pensaba en que hacer, en cómo hacerla abordar la unidad, no se trataba de forzarla, solo de ayudarla, así que pensé, "me dirijo al domicilio y le aviso a algún familiar para que pasen a recogerla aquí, mientras la resguardan mis compañeros", les comente la idea, pareciéndoles buena, pero antes de dirigirme al domicilio me pidieron que esperara para que acudieran al sanitario, me senté del lado derecho de la joven y vi que tenía en su mano del mismo lado la biblia, le pregunte que quien había escrito groserías en los textos de la biblia, y al ver que continuaba ignorándome, me pregunte, ¿Acaso todo esto tendrá que ver con algún tipo de posesión demoniaca?, pensé en que era mucha la casualidad pero que todo apuntaba a que algo tenía que ver, así que cerré mis ojos y comencé a rezar en voz baja, rezando solo para mí, cuando de repente hablo la joven en susurro frente a mí, diciéndome que le excitaba mi persona y que quería tener un hijo conmigo, deslizando su mano por mi entrepierna y apretando con fuerza mis genitales, a lo que reaccione aventándola sin lograr alejarla pues el dolor que ocasiono al apretarme no me lo permitió, trato de sentarse arriba de mí, y yo volviéndola a aventar ya con un poco más de fuerza la aleje y me levante del asiento, siguiéndome ella por dentro de toda la comandancia, hasta que me resguarde detrás de las sillas y escritorios como si se tratara de un juego, y ella hablando con una voz suave en susurro pidiendo un hijo, salí de la comandancia intentando resguardarme dentro de la patrulla, pero solo logre abrir la puerta donde abordan a los detenidos y al correr hacia el otro extremo de la patrulla logre introducirme pero no pude cerrar la puerta, por lo que ella se metió y yo salí por la que anteriormente se había quedado abierta, posteriormente cerrando las dos puertas y dejándola dentro de la parte de atrás, donde abordan a los detenidos, la cual no se abre por dentro para evitar que salgan, y está dividida de la parte del conductor por una mampara, cuando escucho salir a mis compañeros y me felicitan por haber logrado que la joven abordara la unidad, preguntándome que como le hice, quedándome nuevamente sin saber que contestar, pues la joven ya se encontraba completamente tranquila, bien sentada con las manos en sus piernas y tomando la biblia, con su pelo en el rostro y sin moverse, mi compañero se subió en la parte de atrás de la unidad, justo detrás del conductor, y mi compañera se subió en el asiento del copiloto, siendo yo quien los trasladaría, abordo de la unidad.

Únicamente pensaba en la absurda situación en la que se dio, que la joven abordara la unidad ya cuando dábamos por hecho que no la abordaría, terminando adentro de ella.

Encendí la patrulla y comunique por la radio frecuencia que acudiría al domicilio de la menor el cual se encontró en las pertenencias, así mismo réferi el nombre de la joven por si tenía algún reporte de extravió, y procedí a conducir hasta la casa de la joven, encendí las torretas para poder ir con un poco de velocidad, pues quería terminar con esa pesadilla que ya estaba teniendo, le iba pidiendo a Dios que terminara ya esa situación, porque no la soportaba más, esa situación con la joven, tan burda y tan grotesca, yo solo me concentraba en ir conduciendo y en ir pensando, sin ir hablando, a lo que mi compañero iba platicando con mi compañera, la cual iba disfrutando del aire fresco de la noche por la ventana, ya llevábamos casi una cuarta parte del camino recorrido cuando mi compañero le dice a mi compañera que encienda la radio para escuchar alguna estación de música, recuerdo que la encendió en una estación de éxitos de rock clásico, y se escuchaba una canción en un idioma que no era español, y no lograba identificar el idioma, pensé que era un cover de un grupo juvenil famoso en la década de los 90's y que tal vez la habían grabado en otro idioma, lo que nos sorprendió a todos fue el ver como la joven comenzó a cantar la canción en ese idioma, y pensaron que tal vez era extranjera, mis compañeros comenzaron a sonreír con ella, la cual cantaba la canción igual en aquel idioma que desconocíamos, yo no creía que no conociera el español, porque la escuche hablar, además había hablado con el médico, se me hacía completamente extraño, al terminar la canción, mis compañeros aplaudieron y ella dijo: ponla otra vez-, a lo que le conteste: no puedo, es la radio -y me dijo: no estoy hablando contigo- cuando el locutor de la radio dio el nombre del cantante y de la canción, Tatí Galaxie de Michal David, era un grupo alemán, y del cual la canción que yo había escuchado de aquel grupo de los 90's era el cover, y no al revés como yo pensaba, recuerdo tanto todo eso porque era rotundamente extraño, le pregunte a la joven que si sabía alemán, o era alemana, y me contesto: yo tuve un hijo de Hitler- mis compañeros se empezaron a reír y yo me quede con la sensación de disgusto, cuando en la radio el locutor volvió a poner la canción y la joven comenzó a cantar nuevamente.

Mis compañeros cantaban el coro que conocían en español y alguna que otra estrofa de la canción, invitándome a cantar y quitar la cara de serio que llevaba, diciéndome que iba de amargado, le subieron al volumen y la joven continuaba cantando la canción perfectamente en alemán.   

La noche del SúcuboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora