La noche del Súcubo

Capítulo 5 El regreso. Parte III

Tal vez no le tomo importancia y, yo tampoco se la hubiera tomado, pero si mi pensar era no ir a buscar a la familia, menos desearía tener contacto con ella, fue algo muy fuerte e impresionante que acaparaba todo mi pensar y le provocaba desgaste emocional a mi persona.

Fue un hecho muy importante omitir que mi compañera le dejo su número telefónico para poder ponerse en contacto con ella, brindándole su amistad y apoyo, tal vez no lo menciono porque sabría que igual no estaría de acuerdo y se lo echaría en cara.

El regreso de mis días de trabajo seguían sin novedad alguna, y yo cada vez mejor, y un día me llegó la noticia en la que se me nombraba encargado de los tres grupos de atención a víctimas, era una gran responsabilidad, la cual sin pensarla acepte y, me lleno de orgullo, el estar al mando cambiaron mis responsabilidades, mi forma de trabajar operativamente y mis turnos de guardias, ahora iba todos los días y descansaba un día a la semana.

Así fue como me di cuenta de que mi compañera, ahora mi subordinada tenia contacto con aquella joven, me entere que en ocasiones le llamaba por teléfono y duraban horas, que la joven le pedía que se vieran y que le presentara algún amigo, situaciones que le parecían extrañas, pues acababa de salir de una mala relación por lo que conto, mi compañera nunca me conto nada de eso al momento, y la visito en su domicilio, se dio cuenta de que estaba algo extraña la joven, la sentía un poco cortejante hacia ella y desalineada en su persona, al momento de querer retirarse ella se lo impedía, ya no con palabras tratando de convencerla, sino atravesándose en la puerta de salida y negándose a moverse de ella, situación que asusto a mi compañera, pues ya había vivido eso una vez, pero ahora andaba desarmada y no podría defenderse de algún ataque más fuerte que ella, así que le dijo que invitaría a un amigo, acción que hizo que la joven se tranquilizara y mostrara signos de emoción, pues un hombre acudiría, por lo que llamo a la oficina y pidió hablar con el compañero que se encontraba en turno, el cual le contesto y le dijo que acudiría al domicilio sin saber a qué se enfrentaba, solo le habían dicho que una compañera solicitaba apoyo, la joven comenzó a tocarse su cuerpo una y otra vez añorando el arribo de aquel hombre, donde fue tal su éxtasis que mi compañera aprovecho para salir huyendo del domicilio y así lograr escapar de ella, solo escucho a lo lejos que algo le gritaba, pero no entendió lo que decía, un fuerte viento cálido levanto toda la tierra y polvo que había en el lugar, siendo tal que no se podía divisar a escasos 50 centímetros de distancia, entre el polvo, le parecía ver a algo moviéndose de lado a lado intentando aproximarse a ella, cuando a lo lejos escucho los sonidos de una patrulla de policía, por lo que corrió hacia el ruido, siendo casi arrollada por un vehículo al bajarse de la banqueta e intentar cruzar la calle sin que se viera nada, regresando de inmediato arriba de la banqueta, comenzando a rezar por el temor que sentía, un fuerte alarido la dejo inmóvil y de pronto aquel aire termino, como si se tratara de un ventilador que se apaga, poco a poco volvió a despejarse la vista al caminar, y así la pudo ver la patrulla, haciéndole una seña y abordándola, pidiéndole al compañero que la llevara a la oficina de la unidad de atención, aterrada y en llanto solo pedía que se le llevara allí, el compañero preocupado le preguntaba sobre su estado, si alguien la había dañado, para ayudarla, pero ella solo se limitaba a responder lo ya mencionado.

De todo esto me entere por palabras de boca de ella y del compañero, situación que le reproche a ella, pues se me hacía algo de lo más estúpido regresar a ese lugar.

Se retiró a descansar a su casa, ya que se encontraba en su día franco, y mi compañero continuo su turno normal, yo me puse a pensar nuevamente en eso, en las consecuencias psicológicas nos traerían, debido a que solo traíamos eso en la cabeza.

Pasaron los días y trate de llevar mi ritmo de vida tranquilo, pero el verla angustiada y asustada se me contagiaba aunque no tuviera nada que ver y no platicara con ella, me contagiaba su miedo y desesperación, así que decidí adelantarle las vacaciones y, así no la veía y descansaba de ella y, de sus miedos que me contagiaba.

Salió de vacaciones y, mientras yo apoyaba cubriendo algunos auxilios, hasta trabajaba haciendo investigaciones privadas en mi tiempo libre, desenmascarando a esposos infieles, cuando ella regreso yo me fui de vacaciones nuevamente, quería alejarme lo más posible a tener algún contacto con esa situación.

Regrese de mis días de descanso, de los cuales no pude descansar ni disfrutar, ya que no salí fueras y no pude sacarme de la cabeza aquella situación.

A mi regreso la note con poco de ojeras, y eso era debido a que no traía su maquillaje puesto, pensé, ¿pero porque no se había maquillado, si ella era muy vanidosa en ese aspecto?, pensé que tal vez tendría algún resfriado o algo así, pasaron los días y la seguí notando cabizbaja y taciturna en su hablar, no quise averiguar más, para no enrolarme en cosas que no me correspondían, así que lo pase por alto.

Pasaban los días y yo la notaba más ojerosa, nefelibata, ya casi ni hablaba y pareciera no escuchar, se le tenían que repetir las cosas dos veces, le llame la atención y le dije que necesitaba que se encontrara al cien para poder laborar, que si tenía problemas ajenos al trabajo que los dejara en su casa, pero que cuando estuviera de turno la quería ver al cien, a lo que solo volteo su mirada hacia mi sin hacer ninguna mueca, con los ojos cristalinos, como si algo le doliera o tuviera un pesar, francamente me sentí un poco mal, porque no le pregunte si algo le pasaba, solo fui frio y directo.

Al turno siguiente, no se presentó a trabajar, por lo que deduje que tal vez si fue a consultar y le recomendaron reposo, solo deje órdenes de que se le llama a su teléfono para llamarle la atención por no comunicarse y dar información sobre ella. Salí a atender algunos auxilios y a mi regreso me informan, no habían podido tener contacto con ella, debido a que no contestaba el teléfono y luego ya no dio tono de llamada, pensé que era muy imprudente de su parte, por lo que le pedí de favor a un compañero que vivía cerca de casa que le dijera que se comunicara a la oficina lo más pronto posible para no hacerse acreedora a una sanción, pasaron algunas horas y el compañero llamo asustado y dijo, que acudiéramos al domicilio de ella, ya que del interior salía un olor cadavérico, y ella no le contestaba, por lo que se brincó la barda y por el ventanal logro ver el cuerpo de ella acostado en el sofá frente al televisor.

De inmediato se realizó movilización para ver qué era lo que había pasado, unidades de policía, ambulancias, y de bomberos llegaron al domicilio, abrieron la puerta y entramos esperando lo peor, sus labios estaban blancos y secos, había algunas moscas sobre su cabello y rostro, sus ojos se encontraban casi sellados por lagañas secas, sus fosas nasales con tapones de mucosa deshidratada, no la movimos, nos quedamos en silencio y le pedimos a los paramédicos que nos permitieran estar a solas con el cuerpo de ella.