Capítulo 3 "SSS"

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"Prisoner" - The Weeknd ft. Lana

Que mierda... El cuarto en el que esta Villareal está repleto de cosas rojas, una oscuridad llena el cuarto junto con unas grandes luces LED obviamente rojas, y ella, está sentada en un sillón circular que puede dar vueltas, lo que me saca de onda es la máscara que ella porta, totalmente lisa, sin expresión alguna, es negra con lineas rojas que forman la sombra de la cara, tiene consigo una tabla de madera, hay vapor, hay sudor, gotas de agua caen por el techo, y tienen un sabor muy raro, no es agua común.

-Entra.
-¿Que es todo esto?
-Entra.
-No.
-Entra, no lo volveré a repetir.

Su tono de voz era otro, mas grueso y decisivo, muy cortante.
No tuve otra cosa que hacer más que entrar. La puerta se cerró sola, y ya no la pude abrir, ella se levantó y con la tabla señaló un exacto del tapiz rojo del suelo.

-¿Quieres que?...
-Tú, aquí.

Caminé hacia donde me indicó.

-Yo, aquí.
-Villareal, tengo la cena en la mesa.
-Villareal no existe. Ser nada.
-¿Que pedo con todo esto? -Puso su dedo índice en su boca.-
-Shhh...
-Ya entendí.
-Tú obedecerás.
-Vale.
-Shhh...

Tenía puesta otra ropa, algo tipo rudo, tipo motociclista, su chaqueta de cuero, pantalón negro desgarrado y botas, mas la máscara negra inexpresiva, las curvaturas de sus pequeños senos se asomaban entre la chaqueta.
Empezó a quitarme de a poco cada tela que protegía mi cuerpo, la t-shirt blanca básica, me la quitó, me abrazó por detrás y empezó a besar mi cuello, con sus manos bajaba de a poco el pans ligero que portaba, llegó a mis glúteos y los mordió, cada uno, el baby doll rojo no me tapaba por completo, me dio una nalgada y me levantó, dejando el pans en el suelo, me cargó y caminó a postrarme contra la pared, la cual estaba muy húmeda por el vapor del cuarto, mi excitación comenzaba a elevarse, mis respiros eran mas agitados, la máscaras sólo dejaba los labios y el mentón descubiertos, ver sus ojos brillantes como estrellas era muy difícil, ella parecía una loca, una loca con la que tendría sexo.
Me besaba mucho,lento y deprisa, y viceversa, nunca hizo más que morderme, mi cuello, sentaderas y labios. Me llevó hasta el sillón circular me hizo ponerme en cuatro, me olvidé de las cámaras, sólo estaba teniendo pasos hacia un sexo salvaje, y yo lo deseaba, ella me hacía desearlo. Me dio tantos golpes en las nalgas con esa tabla a tal punto que cuando ella rozaba mis glúteos toda mi piel se enchinaba, estaban rosados e hinchados, mis lágrimas se asomaban, no quería mas golpes pero no podía decir nada, si me portaba mal, ellos me vigilarían día y noche.

-Auuu...
-Dolor, sentirse vivo. No voltear.

Escuché como hebillas de cinturones, chocaban entre sí, de repente me llegó por detrás, directo a mi húmeda vagina, aún faltaba para que se lubricara bien, era un dildo, con acero tan frío que tocó mis nalgas y me curvé por la contracción del frío, mi piel se enchinó, y ella no hacía más que penetrarme tantas veces que no quise contarlas, sonaban en cada choque, cada que me penetraba el acero chocaba con mis nalgas. Me puso en varias posiciones, me masturbó por minutos, chupaba mi clítoris y con su lengua le jugaba, mis gemidos eran presente, yo ya me iba a venir, le jalé del pelo.

-Más rápido.

Al soltarla fue directo a mamarmela otra vez, su lengua lo hacía mucho más rápido. Fue entonces donde mis fluidos salieron pero ella no quitó su cara, le gustó ver como mi vagina se portaba frente a mi orgasmo. Se levantó y encendió una vela roja, no le di importancia, mi mente estaba mareada y el orgasmo me provocaba cosquillas y contracciónes, es algo difícil de describir, es lo mejor del mundo, los mejores segundos. No vi lo que iba ella a hacerme, amarró mis manos y pies, teniéndome extendida, mis partes íntimas a la vista de todos. Soltó la cera quemada a unos centímetros por arriba de mi clítoris, el ardor me excitaba y me dolía, pero era mas la excitación, hizo lo mismo sobre mis pechos y mis muslos, sobre mi abdomen, en verdad lo disfrutaba, me encantaba, nunca había hecho algo así y para ser la primera no estuvo mal. Mientras la cera caliente caía sobre mi piel ella ponía un hielo sobre la cera misma, frío y calor, excitantes gemidos por mi parte.

Red Room; La Máscara de Rubí (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora