Red Room; La Máscara de Rubí (BORRADOR)

Capítulo 4 -1/2- "Noche de Gala"

"Religion" Lana del Rey

Han pasado días, a decir verdad ya no siento como antes el tiempo, no veo la hora, ni cuento los minutos, sólo dejo que eso se consuma en el delicado mentolado que ahora aspiro, me encanta la forma en que el humo hace esas formas circulares, te distrae por momentos y te relaja un buen cigarro. Estar a solas con Villareal es tan intenso, nunca la acabo de conocer por más que platico con ella no logro descifrarla, son 100 personas en una sola, y en la noche, se convierte en 100 más, pero adoro el día, donde es más sensible y educada, cuando siento que me mira de arriba a abajo, mira cada detalle de mi y cuando tenemos sexo me lo susurra al oído, me encanta. Odio empezar a quererla, o mas bien a encariñarme con ella pero es realmente imposible no hacerlo, es algo involuntario a pesar de todo lo que ah pasado no me ha lastimado, y eso se agradece, si fuera otra persona ahora mismo todos mis órganos estarían esparcidos por todo el mundo o estaría en una red de tráfico de blancas, y cien razones más.
Sus tatuajes me intrigan, sé el significado del ángel que está por la palma de su mano atravesando la parte trasera de su muñeca, es su madre, se reservó a decirme los por qué, pero me dijo que no conocerá a una mujer que le llegue a los talones como a su madre, todos decimos eso de las nuestras y tenemos nuestros diferentes puntos. Cuando está ejercitándose en el gimnasio de la casa, me gusta ver su evolución, de un pequeño Charizard a un gran dragón sudado, sus ojos de diferente color me encantan y más cuando es la noche roja, sus ojos se ven de ese color, rojos, tienen tanta transparencia que parece que todo el día quiere llorar, brillan...

¿Qué hará mi familia ahora? Siento y sé que mi madre se está muriendo por dentro, mis hermanas siguen con su vida normal pero claro que les duelo, me extrañan y yo las extraño más que a nada, se siente horrible estar lejos de las personas que amas y no darles ni una señal. Villareal dice que si paso las dos semanas de prueba podré enviarles un mensaje, darles la señal que esperan, que al menos sepan que estoy viva y bien, decirles que no sé cuando les veré de nuevo, pero lo haré, no sólo lucho por ellas cada día, lo hago por mí también. Pasado mañana cumplo las dos semanas y habrá un baile de Gala en mi honor según Villareal, hay muchas personas que quieren conocerme, soy para ellos una estrella que alaban cada noche más. Será la primera noche en la que saldré después de dos semanas, el encierro hace mal a un ser vivo.

-Monica, me han dicho que adelantarán la noche de Gala.
-¿Por qué?... -Mi vestido no lo han traído, le faltan detalles.-
-Les encantó lo que hiciste anoche, sé que tu vestido aún no está listo, pero tengo un regalo para ti.

Me extendió su mano y yo le di la mía, del asiento de paja en el que estaba sentada me levanté y entré a la casa, la terraza tenía una vista hermosa. Caminamos hacia su recámara, sólo había entrado una vez y esta era la segunda, no le gusta que toquen sus cosas. Su cuarto es totalmente blanco, muy largo, tiene un piano Yamaha clásico y una guitarra acústica autografiada quien sabe por quién, tiene muchos ceniceros en cada rincón, luces neón que cambian de color cada tanto tiempo, a diferencia de el resto de la casa el piso es de madera oscura, por las noches puedo escuchar el rechinido de la madera cuando camina sobre ella, pareciera que ella nunca duerme, y casi todas las paredes están inundadas de cuadros de mujeres desnudas, siluetas femeninas y el único cuadro diferente es la obra más famosa de Van Gogh, La Noche Estrellada que personalmente me fascina. En su cama tenía un vestido totalmente negro con cola, el escote llegaba por debajo de mis pechos, sólo protegía mi pelvis un gran botón dorado, parecía de oro, poniéndola fácil parecía un saco super larguísimo, la manga llegaba por debajo del codo y me tenía unas zapatillas Balmain Negras que llegaban por arriba del tobillo, simplemente de verlo me encantó.

-Aún no puedo imaginar como se te verá ya puesto.
-¿Quieres que me lo pruebe?
-Claro.

Salió del cuarto, cerrando la puerta yo me dispuse a quitarme toda la ropa, solo dejé la interior, una tanga de encaje roja y un bra que le hacía conjunto, nada en mi físico me parecía mal, al contrario, lo amo. Simplemente tuve que abrir el botón, ponerme el vestido y cerrarlo, acomodé mi pelo y las mangas, me quedaba perfecto.