Capítulo 7 "Kabdiá"

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Obviamente el viaje estuvo agotador, cruzar medio mundo para hacerle un juramento a una maldita estatua era algo ridículo, sin embargo lo tenía que hacer por distintas razones, quería esa máscara, quería destrozar a Villareal y por qué no, ser millonaria, sonaba como una fantasía barata algo tonto a la vez, pero si escarbaba en las razones había mucha lógica oculta, la mayoría de esas razones eran difícil de hallar, y sólo contaba con la ayuda de Serp y Nina, en este semi mundo oculto.
Al llegar a Venecia fue algo sumamente gratificante, Serp me mandó un mensaje nuevo dándome la dirección de la hacienda, hizo que tomara un Uber y una vez más era una casa en un cerro alto, al llegar a las puertas había un codificador de huella, puse mi dedo índice y las puertas de hierro negro trabajado se abrieron, le rodeaba una gran barda de piedra clara, y un camino de arena hasta llegar a la hacienda rodeada de grandes árboles y matorrales de flores blancas, sin cortar, me hicieron recordar las escenas de sexo donde Villareal usaba más flores que velas, mi odio hacia ella se agrandaba y por una razón muy tonta, muy tonta por mi parte. Estaba sola, caminando con mi maleta cuando una camioneta venía detrás de mí y se paró a un costado mío, era Nina y Serp.

-La dama no llegará a la hora si va a este paso, sube, está lejos.

La gran sonrisa de Nina nunca la dejaba ocultar, para todo sonreía y es que una dentadura tan perfecta no se debe ocultar, subí a la Land Rover Blanca de Serp y el camino hacia la Hacienda se hacía mas corto cada vez, llegamos a una llanura, se veía gran parte de Venecia de ese cerro de ese paisaje, y logré ver la hacienda, de piedra clara y miles de metros cuadrados, era gigantesca, dos pisos, las ventanas eran pequeñas y un cuarto era de cristal totalmente, cristal verde, así que cuando la luz del sol topaba con ese cristal el cuarto entero daba luz verde. Al llegar a la cima había un helipuerto, y decenas de coches debajo de una terraza que rodeaba la barda de la cima.

-Serp...
-Dime.
-Te apodan la serpiente negra de Venecia, ¿por qué?...
-Por que amo el color negro, en mis escenas, todo es negro, incluso los juguetes, pero no soy tan rápido y sigiloso como una serpiente.
-Serp me dijo que eres una chica curiosa Monica.
-Tal vez hago demasiadas preguntas.
-Es bueno preguntar, es el instinto del ser humano por naturaleza, sólo te daré un consejo, una vez que conozcas a Heavy no le hagas muchas preguntas, como su nickname dice, el es pesado y muy rudo, una vez mató a un chico por preguntarle cosas sobre astronomía.
-Entiendo, me contendré.
-Hay que darte un nickname ahora también, piensa en uno, qué te caracteriza en la cama...

Apodos estúpidos se me venían a la mente, hasta que recordé que en mi primera vez hablé en francés, eso le excitaba al chico con el que estaba.

-Hablo cuatro idiomas, me gustan los tríos y los fetiches.
-Algo común querida, trata de profundizar más, que al llegar, te preguntarán. -Serp trataba de apresurar las cosas.-
-¿Algún fetiche en especial? -Nina quería ayudar.-
-Me gusta usar cera.
-Mmm, no, algo mejor.
-Bueno, soy Libra, siempre pongo todo de mi, siempre doy el corazón.
-Heart.

Nina miró a Serp haber que tal, sólo era la palabra corazón en inglés.

-Mejor traducido al griego... καρδιά
-¿Y cómo se pronuncia?
-Ka como se escucha pero la P griega se pronuncia como B y acentúa en la A, sería como KABDIÁ.
-Me gusta.

Lo acepté al llegar a la puerta de madera gigantesca, dos hombres vestidos de verde oscuro bajaron las cosas de la cajuela, y otro lo estacionaría. Nina me ayudó a bajar y al entrar no había nadie, escuché voces al fondo de la casa, estaban jugueteando y riéndose entre ellas, era Gala y otra chica que no conocía, en el gran salón recibidor había tanto arte prioritariamente de Van Gogh jugado con el de Dalí, candelabros grandísimos y luces LED blancas, las paredes eran de piedras negras y claras con adornos tallados en madera oscura, claro que miraba la casa con asombro.

-Pero qué cejas las tuyas, son perfectas cariño, sos muy hermosa. -Un tipo con acento argentino me miraba de pie a pá.-
-Kabdiá, te presento a Heavy, se puede decir que toda esta Socialité fue fundada por su familia.
-Vamos querida, no seáis huraña, ven conmigo festejaremos tu iniciación con un buen vino italiano.

Caminamos hacia la cocina, repleta de plantas dentro, color carmín y madera tallada en formas de flores, una vinoteca del tamaño de una pared entera, al lado de ella refrigeradores repletos de bebidas alcohólicas, un sueño para catadores, Gala me daba sus resbalos, es una mal educada, pero Nina es totalmente diferente junto al delicado y suave nuevo Serp.

-1890 querida, una joya. ¿Lo abrimos afuera?...
-Claro, tu terraza tiene la mejor vista de toda Italia. -Serp lo decía sarcásticamente.-
-Sé más modesto cariño. No has visto mi casa de París.
-Tiene una muy bonita hacienda señor Heavy.
-Oh cariño,gracias me alabas proviniendo de una hermosa chica como tú, quiero tus cejas en las noche te las arrancaré, ¡jaja!

Claro que era gay y tenía amaneración y comportamientos femeninos,su blanca barba tupida con diseños naturales en rubio y sus grandes ojos azules hacían de el una mirada penetrante a mí, a tal punto era muy guapo, lastima que le gusta por detrás.

Caminamos hacia la parte trasera de la casa, pude ver un gran laberinto natural y cientos de matas de rosas blancas le adornaban, era aquí donde Nina apostó la máscara que ahora posee Serp, no se que tenía esa maldita máscara que provocaba gran inquietud en mi, ni siquiera la había visto personalmente y ya le deseaba, tenía que ganarla.
Había dos estatuas frente al gran laberinto una de Venus, una réplica de la original y otra de una réplica del pensador, de Rodin, pero vi que detrás de ellos, envuelta en cientos de ramas con espinas y pétalos secos estaba otra, apenas le podía ver, una mujer postrada en una cama, al parecer era eso o tela, con flores en sus piernas, era una estatua muy hermosa.

-¿Qué hay de esta?

Todos se acercaron a verla. Que

-Dios de mi vida, pero si has encontrado la Ninfa, mi bisabuela la compró en Islandia, y la trajo a la hacienda familiar, nunca pensamos que formaría parte de las dos, pero ahora que lo pienso, está también lo vale tío, es que, joder lleva mas de 100 años aquí.
-Tienes razón, tienes suerte que Kabdiá la encontrase Heavy.
-Chica, te lo recompensaré, mi palabra vale mi vida, es lo único que tengo literalmente querida.
-Pareciera que la Frida Kahlo II tiene ojos de águila o sabe muy bien dónde fijar la mirada. -Gala tenía toda la intención de hacerme el viaje una hostia pura.-
-Tengo buena vista, no necesito de pupilentes Gala.

Se quedó calladita y en su jaula, no me dejaría, si guerra quería, guerra obtendrá.
-Serp, Vil me dijo que venía hacia acá, después de todo nos iremos todos juntos en tu gran Jet ¿no?... Al menos que alguien no haya subido a uno antes y le de claustrofobia. -Se dirigía a mi.-

Mierda, Villareal, tengo que superarla, demostrar que no me importa más.

-Pero ustedes dos parecieran gallinitas de pelea corazones, vamos Kab, escoge una y córtate arriba de ella, cerrando los ojos, sacude tu mano y deja que tu sangre caiga y donde caiga la gota, serán las zonas donde tendrás que mamar más, nosotros diremos unas palabras y tú dirás la última pero en tu mente.
-Vale.
-Permíteme. -Serp me dio su navaja.-

Caminé hacia la estatua de a Ninfa, me corté profundamente la mano y sangró mucho a los segundos hice que mi brazo fuera de un lado a otro y sentí cómo goteaba de la palma mía mientras ellos hablaban.

-Ninfa dale el «poder», a «Kabdiá», que no encuentre relajación al llegar la «noche», que busque su «color», y forme su camino de «éxito», nosotros le apoyaremos hasta «la muerte», nosotros rondaremos la «máscara», hasta que «a sus manos llegue», ella misericordia «no promete», ella en «cuerpo y alma», dormirá hasta que su punto G «le penetren», ella te entrega su sexo y sus ojos, sus colores y sus fantasías, ayúdala a encontrar el camino hacia los 8...
-Lo hiciste bien.

Serp me puso su mano en mi hombro y pude abrir los ojos, mi mano estaba repleta de sangre pero ya no goteaba de tanta fuerza que hice para que las gotas llegaran a la Ninfa, le vi, y las gotas recorrían del torso a la boca y de la boca pasaba por la pelvis y vagina llegando a los muslos. Parecía un camino de hormigas, un camino que debía seguir de ahora hasta encontrar los 8.

Red Room; La Máscara de Rubí (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora